El pánico se congela en el foro de Davos

Emma Thompson y Condoleezaa Rice son las animadoras de la primera jornada que se celebra en la localidad alpina de Davos. La reunión de los poderosos y ricos del mundo se inicia este año con las sonrisas congeladas más por la amenaza de la recesión en Estados Unidos que por el frío.

Peter Klaunzer (EFE)

Una participante, en el Foro Económico Mundial .

Es invierno en Davos y se nota. La subida de temperatura del planeta no ha impedido que la pequeña ciudad suiza de los Alpes esté rodeada de nieve. Vestida de blanco, como acostumbra cada año por estas fechas, la localidad alpina ha recibido a los 2.500 políticos, economistas, empresarios, banqueros, artistas y gente del famoseo. Todos acuden a la celebración del 38 Foro Económico Mundial que fundó Klaus Schwab hace 37 años.

Los asistentes a la cumbre sólo hablan de crisis. Los datos que arroja el propio Ibex 35 hoy, sin ir más lejos, no son demasiado halagüeños. El principal indicador del mercado español ha caído 4.56%, la segunda mayor caída del año.

Pero como los asistentes son gente de posibles, un buen número de poderosos ejecutivos y sus señoras aterrizaron el sábado en los Alpes para esquiar en los casi 300 kilómetros de pistas que rodean la ciudad. En Estados Unidos, el lunes pasado era fiesta y los más espabilados querían aprovechar el largo fin de semana. Pero a más de uno se le amargaron las vacaciones porque ese lunes festivo se transformó en un "lunes negro", que llevó la debacle a las bolsas asiáticas y europeas.

Con las aguas aún turbias por la economía, muchos han vuelto anoche y esta mañana a la reunión que inventó Schwab, pero ya nada es lo mismo. La prevista recesión americana --aún no ha llegado-- y las turbulencias financieras van a robar el protagonismo al calentamiento global o las nuevas tecnologías.

El World Economic Forum tiene como pretensión estudiar los problemas más graves que debe de afrontar el mundo, como cada año recuerda Klaus Schwab. Pero ¿quienes son estos 2.500 tipos que se reunen en uno de los más hermosos valles de los Alpes para diagnosticar sobre los males que padecemos ricos y pobres?

La reunión se inició en 1971, pero bajo el nombre más modesto de European Management Forum. Así lo concibió su fundador y presidente, el alemán Klaus Schwab, un profesor de economía de la Universidad de Génova. Al principio sólo 440 líderes empresarios y economistas, con poder ejecutivo, eran invitados a Davos. En tres años, el profesor consiguió que el presidente de una gran multinacional o de un gran banco que no hubiera ido a Davos, se convirtiera poco menos que en un "don nadie". Para 1974, el evento abrió sus puertas a nuevas personalidades del mundo económico, no sólo líderes de negocios mundiales, sino ejecutivos y politicos influyentes.

El salto de 1987. Fue el del cambio de nombre, World Economic Forum. Desde entonces, el encuentro ha servido para intentar influir algo en los conflictos internacionales. Así por ejemplo, los líderes de Grecia y Turquía, siempre enfrentados, estuvieron juntos en Davos; lo mismo sucedió con los representantes de Corea del Norte y del Sur o de la Alemania dividida. En el año 2002, por primera vez y como homenaje tras los ataques del 11-S, el foro se celebró en Nueva York.

Hoy, la primera jornada. Cuando esta mañana, políticos, economistas y periodistas han cruzado las puertas del Foro ya sabían que el título para el encuentro de este año -"El poder de la innovación colaborativa"- estaba dinamitado. En los pasillos --donde de verdad suceden las cosas en Davos-- sólo se hablaba del pánico de los últimos días, de la amenaza de la recesión en Estados Unidos y de la intervención esta mañana del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet que no dejará que la inflación se dispare y ha dado a entender que no rebajará los tipos de interés en la UE, a diferencia lo que que ha hecho su colega de la Fed, Ben Bernanke.

Los famosos no se acobardan. Cada año aterriza algún famoso por la nieve de Davos. En ediciones pasadas fueron el cantante Bono o Sharon Stone. Esta mañana ha sido la británica Emma Thompson quien ha utilizado el Foro de los ricos y poderosos para pedir dinero contra el tráfico de mujeres en los países más pobres, donde son explotadas sexualmente. "no quiero este tipo de esclavitud en mi ciudad, en Londres" ha dicho la actriz. A veces el espectáculo que rodea a los sesudos ponentes es más interesante que lo que ellos dicen.

Lo mismo ocurre con los pasillos y los corredores de Davos. Para estar en el ajo hay que pasarse por el hall del hotel Belvedere, o tomar muchas copas en los otros hoteles de lujo de la ciudad. Eso es lo que hacen los mejores cronistas que envían los grandes medios de comunicación del mundo, como es el caso de John Markoff, un clásico de Teconología en "The New York Times" . NYT ha enviado a parte de sus periodistas económicos y de tecnología a la localidad alpina, como cada año. Hoy, los clásicos de los últimos años, como los enviados de Reuters se han dedicado a recoger la opinión de los principales hombres de negocios y economistas, quienes culpan a los gobernadores de los bancos centrales -y mencionan primero al de la Reserva Federal (Fed), Bernanke- de haber perdido los nervios con la situación de los últimos días. Una de clásicos, menos entretenida que la de la Thompson. Sólo falta la intervención de la secretaria de Estado, Condoleezaa Rice, que inagurará la cinco sesiones, hasta el domingo.