La madre del presunto parricida declarará el martes como testigo

Sevilla.-  La madre del presunto parricida de Alcalá de Guadaira (Sevilla) declarará el próximo martes como testigo ante la juez de instrucción 3 de la localidad, que se hará cargo del caso tras inhibirse el juzgado número 1, que realizó las primeras diligencias cuando estaba de guardia.

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(EFE)

El chalé familiar, en la localidad de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), donde presuntamente fue asesinado por su hijo, de 27 años, de una puñalada, el día de Año Nuevo.

Fuentes del caso han indicado hoy a Efe que una de las primeras medidas que deberá tomar la nueva juez instructora será ratificar el auto de prisión del imputado A.D.P., de 27 años, que en sus declaraciones policiales y judiciales ha alegado legítima defensa en la muerte de su padre, ocurrida a las 5.20 horas de la madrugada del pasado 1 de enero.

La madre del presunto parricida se encontraba en el domicilio familiar cuando se produjo la discusión entre padre e hijo, pero el imputado le dijo "quítate de en medio, que esto es muy desagradable" y subió a su dormitorio minutos antes de la muerte, han añadido las fuentes.

La testigo G.P. debe confirmar la versión del imputado de que mató a su padre en legítima defensa, cuando la víctima se puso presuntamente muy nervioso y violento al oír los petardos que hacían estallar en la calle las personas que celebraban el Año Nuevo.

Esta testigo no vio el momento del parricidio pero fue la primera que avisó a los servicios de emergencia, al descubrir a su marido en un charco de sangre tras haber recibido dos disparos y tres heridas por arma blanca.

Las citadas fuentes han informado a Efe de que la legítima defensa alegada por el imputado no encaja totalmente con la reconstrucción de los hechos llevada a cabo ayer jueves por la juez instructora y con el primer informe de autopsia hecho por el Instituto Anatómico Forense.

Así, el detenido no presentaba heridas defensivas y mató a su padre cuando éste ya había recibido un disparo en una mano y por lo tanto no podía utilizarla para agredir al imputado.

Además, según las citadas fuentes, las tres heridas de arma blanca que recibió el luego fallecido -dos en el tórax y una en el cuello- le fueron producidas cuando ya estaba tendido en el suelo, han añadido las fuentes.

El imputado disparó con la escopeta que su padre utilizó para disparar la aire y amedrentar a los que tiraban petardos y luego le apuñaló con una navaja que también había esgrimido la víctima.

El luego fallecido A.D.G., de 57 años, estaba en tratamiento por las depresiones que sufría y se encontraba de baja laboral en su trabajo como maestro.

Según el imputado, su padre se encontraba "muy violento y agresivo", por lo que le recriminó haber disparado al aire con una escopeta, lo que degeneró en una discusión y luego en una pelea entre ambos.

El imputado sostiene que primero se disparó la escopeta en un forcejeo y posteriormente apuñaló a su padre porque no cejaba en su actitud violenta, han añadido las fuentes.