Pueblo puertorriqueño mantiene viva la tradición de los Reyes Magos

San Juan.-  La epifanía de los Tres Reyes Magos se sigue celebrando con intensidad en Puerto Rico, que tiene en el pueblo de Juana Díaz a sus propios monarcas de oriente.

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(EFE)

Actores representando a Melchor, Gaspar y Baltazar participan en la ceremonia de bendición y envío de los tres Reyes Magos de Juana Díaz por toda la isla de Puerto Rico.

El Consejo Juanadino Pro Festejos de Reyes (CJPFR) se encarga desde 1973 de mantener viva una tradición que nació en Puerto Rico en 1884 cuando el sacerdote español Valentín Echevarría celebró la primera Epifanía juanadina.

Los Melchor, Gaspar y Baltasar puertorriqueños que recorren la isla llevando su mensaje de adoración al Niño Jesús, fueron incluso recibidos en audiencia por el papa Juan Pablo II en su último año de pontificado.

Estos monarcas tienen su propia página de internet: www.reyesdejuanadiaz.com; donde se puede conocer la historia de estos particulares magos y hasta auspiciar la cabalgata real a cambio de un anuncio en alguna carroza.

En ese portal, no de Belén, sino de Internet, hoy se avisa de que sólo "faltan 3 días" para que lleguen los reyes.

En Puerto Rico existe la palabra "reyar" para referirse a ir de parranda de casa en casa con la excusa de que vienen los magos de oriente.

Las tiendas de recuerdos tradicionales en Puerto Rico exhiben todo el año maderas talladas, serigrafías y camisetas con la figura de los portadores del oro, el incienso y la mirra.

La imagen de los tres reyes, de hecho, se ha convertido así en un símbolo nacional del país caribeño como la bandera, el coquí (rana autóctona) o el cuatro (instrumento de cuerda tradicional).

Las navidades del año pasado se vieron empañadas cuando al juanadino que representó a Gaspar los últimos cinco años, uno de los que fue recibido en el Vaticano el papa, le presentaron cargos por abuso sexual infantil.

Otras fiestas de mal recuerdo fueron las de 2003, cuando un bebé de un mes y medio murió en la cola en la que su madre había esperado durante horas para recibir un regalo de los que aporta el Estado en nombre de los reyes magos.

Por ello, desde el año pasado se prohíbe hacer cola desde el día anterior y se promueven otras actividades para celebrar el día en familia compartiendo "el verdadero espíritu de los reyes magos", sostuvo la primera dama de Puerto Rico, Luisa Gándara, quien aseguró que "las largas filas de casi todo un día" quedaron en el pasado.

En estas filas los niños no podían disfrutar como se supone que hagan este día mientras se les exponía a "condiciones no recomendables para su salud", dijo Gándara el miércoles durante la inauguración de un parque de diversiones dedicado expresamente para disfrutar de los reyes en de manera "sana y segura".

Además de conciertos, diferentes administraciones como Salud, Trabajo o los Bomberos, realizarán actividades y juegos para educar a los niños mientras disfrutan el día.

"Los niños al participar de cada estación educativa aprenderán mientras juegan en familia y al finalizar la diversión, recibirán un obsequio", anunció.

"No es necesario que las personas pernocten o se amanezcan. Las familias que asistan al evento vendrán a jugar y divertirse", insistió la primera dama puertorriqueña.

Por su parte, los Reyes Magos de Juana Díaz comenzaron esta semana un recorrido por diferentes pueblos de la isla que los llevará hoy al Capitolio, sede del Parlamento puertorriqueño, donde serán recibidos por legisladores.

La "caravana nacional" de los monarcas boricuas partió de la parroquia San Ramón Nonato de Juana Díaz después de que estos reyes magos visitaran Venezuela los últimos cuatro días del año en los que recorrieron los pueblos de Tobar, Mucuchíes, San Rafael, Bailadores y Timotes.

Aunque en Puerto Rico, jurisdicción estadounidense desde 1898, también se recibe a Santa Claus el 25 de diciembre, son los reyes magos los que siguen ganando la batalla de regalos por el cariño de los niños.

En las "promesas a los reyes" se reza el rosario, se cantan aguinaldos y se reparten golosinas tradicionales al ritmo de la música típica mientras que el organizador se compromete de alguna forma con los magos de oriente a cambio de que le concedan un deseo.