Cesar Cano afirma que el Preludi festiu es obra rítmica y vertiginosa con grandeza orquestal

Valencia.-  El compositor César Cano ha declarado a EFE que el "Preludi festiu", la obra que ha compuesto para inaugurar el Auditorio del Palau de les Arts Reina Sofía de Valencia, "es una composición rítmica, pujante y vertiginosa" en la que se muestra también "la grandeza y plenitud del tutti orquestal".

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(EFE)

Imagen de la fachada del Palau de les Arts Reina Sofia de Valencia, en el año 2005.

Con una duración de 4 minutos y 30 segundos, esta pieza, que figura catalogada como la opus 69 del compositor valenciano, será interpretada mañana por la Orquesta de la Comuntitat Valenciana, dirigida por Lorin Maazel, en el concierto que abre formalmente la segunda sala del Palau de les Arts a la música sinfónica.

En declaraciones a la Agencia EFE, César Cano, quien considera que la música contemporánea todavía está bastante desatendida por la Administración, ha comentado que ha concebido esta obra para una gran orquesta sinfónica, ya que a la plantilla habitual hay que añadir seis percusionistas, un arpa y un piano.

Escrita por encargo del propio Palau de les Arts con motivo de la inauguración del Auditorio o segunda sala de este coliseo, César Cano la ha calificado como "una pieza de carácter extravertido y pujante, que pretende atraer al público de una manera directa".

Según el compositor, la composición, dedicada a Maazel y a la Orquesta de la Comunitat Valenciana, está basada en la evolución del pulso musical, que se modula con diferentes velocidades. Se trata de una estructura rítmica muy elaborada, con tempi binarios y ternarios y con todos los pulsos relacionados entre si.

"Es una escritura instrumental, majestuosa al principio, que busca el lucimiento de las distintas secciones de la orquesta, desde la cuerda a los metales, pasando por la madera y la percusión", ha recalcado.

Cesar Cano ha comentado que, en consecuencia, es una pieza "extravertida y festiva, divertida de escuchar y que puede llegar al público de manera directa, sin requerimientos intelectuales".

El compositor considera que Valencia está viviendo un buen momento para la música clásica y que, a partir de ahora, el Palau de les Arts afronta el reto de ofrecer una programación de primer nivel en dos grandes salas.

Ha opinado que la música contemporánea, que está "bastante desatendida por parte de las instituciones", debería tener una presencia mayor en las programaciones de los auditorios. "Hay que normalizarla para que deje de ser un gueto dentro de los festivales y lograr que se programe con normalidad junto a la música barroca, clásica o romántica. Al público le gustaría esa opción de variedad con buena música para disfrutar".

"La música contemporánea -ha afirmado- ya no son las vanguardias de los años 60 y 70 que tanto distanciaron al público. La del siglo XXI es una música variada y posee cualidades que tiene la música clásica, como colorido instrumental e innovaciones de muchos parámetros".

Ha añadido que los más receptivos a la música contemporánea "son los jóvenes, porque no tienen moldes preestablecidos y se acercan a ella de forma más libre y menos contaminada".

"Hay que escuchar a Beethoven, Mozart y también una obra contemporánea de calidad", ha recomendado, para añadir que, como en toda la música, se han compuesto obras buenas y malas, aunque la contemporánea todavía no tiene el filtro para dejar pasar las mejores.