Un laboratorio pide el traslado de vertidos de las Marismas de Huelva a un cementerio nuclear

Madrid.-  El laboratorio francés CRIIDAD ha recomendado confinar en un almacén de residuos radiactivos los fosfoyesos vertidos por la empresa Fertiberia en las Marismas de Huelva.

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(EFE)

El laboratorio francés CRIIDAD ha recomendado confinar en un almacén de residuos radiactivos los fosfoyesos vertidos por la empresa Fertiberia en las Marismas de Huelva.

Este laboratorio, que ha elaborado un informe por encargo de la organización ecologista Greenpeace, ha detectado en la zona una radiación gamma entre 5 y 38 veces superior a la normal, según han denunciado hoy Bruno Chareyron, experto de CRIIDAD, y portavoces ecologistas.

Fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear han informado de que el organismo regulador mantiene en la zona un sistema de control mediante evaluación e inspección para garantizar la protección radiológica de la población.

Según este organismo, de este seguimiento se informa a diferentes instituciones como el Defensor del Pueblo, los grupos parlamentarios y las asociaciones ambientalistas que lo han solicitado, y ha anunciado que en las próximas horas ofrecerá información más detallada de esos seguimientos.

Según Chareyron, "bastaría con pasar nueve minutos al día durante un año en la zona", para que el riesgo de sufrir cáncer dejara de ser despreciable" y observó que es frecuente en la zona la presencia de pescadores y paseantes.

El laboratorio, especializado en medición de la radiactividad, ha detectado altas cantidades de sustancias cancerígenas como radón 222 en la atmósfera, y polonio 210 y radio 226 en tierra, polvo y agua cercanas a las más de 120 millones de toneladas de fosfoyesos vertidas.

Chareyron señaló que los vertidos no deberían seguir en la zona: "no hay impermeabilización por debajo y no existe prácticamente por arriba y hay un contacto continuo con el agua".

Además, el laboratorio detectó en otras muestras de agua y sedimentos enviadas por Greenpeace la presencia de cesio-137, un radionúclido artificial procedente de las 7.000 toneladas de residuos enterrados en 1998 en las Marismas tras el accidente de Acerinox en Cádiz.

La alta radiactividad de esta zona es, para Carlos Bravo, representante de Greenpeace, una de las causas de que Huelva sea la provincia española con la mayor tasa de cáncer, y se refirió en ese sentido a un informe del Instituto Carlos III.

Los fosfoyesos, originados en su mayoría por Fertiberia, presentan Uranio-238, una sustancia con un periodo de radiactividad de 4.500 millones de años que se descompone en otras sustancias cancerígenas.

Las mediciones, realizadas los pasados 3 y 4 de octubre, detectaron concentraciones entre 40 y 800 veces superiores a la normal de radio 226, un radionucleido muy volátil y que llega "fácilmente al pulmón", según el experto francés, .

Esta sustancia genera, según ha afirmado Chatryton, una sustancia muy radiotóxica por inhalación, el torio 234 -que tiene una presencia en la zona 400 veces superior a la normal según el informe-, radón 222, una gas "que causa el 10 por ciento de los cánceres de pulmón" en el mundo.

También están presentes dos radionucleidos "extremadamente radiotóxicos por ingestión", plomo 210 y polonio 210, -la sustancia que se utilizó para envenenar al espía ruso Litvinenko-, que, según el experto francés están pasando al agua de la zona y "son acumulados por peces" y el resto de la cadena trófica.

Incluso en las áreas teóricamente recuperadas de la zona, el laboratorio ha medido una radiactividad entre dos y nueve veces por encima de la normal.