Episcopado venezolano niega unión con presuntos planes violentos de oposición

Caracas.-  El vicepresidente del Episcopado venezolano, monseñor Roberto Lückert, negó hoy que la jerarquía de la Iglesia sea cómplice de supuestos planes opositores para generar violencia de cara al referendo sobre la reforma constitucional del próximo domingo, como señaló el Gobierno de Hugo Chávez.

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(EFE)

El presidente venezolano, Hugo Chávez (izda), saluda al primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Roberto Lückert (dcha), en 2006. Lückert negó hoy que la jerarquía de la Iglesia sea cómplice de supuestos planes opositores.

Lückert reiteró las críticas del Episcopado contra la "moralmente inaceptable" reforma constitucional promovida por Chávez, y destacó que los obispos no son "borregos ni focas" para estar "aprendiendo cuanto disparate diga" el gobernante venezolano.

El vicepresidente venezolano, Jorge Rodríguez, dijo hoy que la jerarquía católica debía "explicar al país si (los prelados) tenían o no conocimiento" de los incidentes callejeros del lunes contra la reforma alentada por Chávez, en los estados centrales de Aragua y Carabobo, que dejaron un trabajador oficialista muerto.

"Debe ser el desespero, están desesperados (el Gobierno) y andan buscando enemigos donde no los hay. La Conferencia Episcopal nunca ha sido enemiga, siempre ha sido amiga de Venezuela y colabora con el Gobierno en lo que pueda colaborar", declaró a la prensa local Lückert, arzobispo de Coro.

Expresó su preocupación por "la falta de seriedad y de sindéresis" del Gobierno "revolucionario" al lanzar esas acusaciones contra los obispos de la Conferencia Episcopal Venezuela (CEV).

A juicio del monseñor, las afirmaciones del vicepresidente Rodríguez "lo que andan buscando (...) es crear aire de violencia antes del referendo, para justificar cualquier cosa".

"Le digo a él (Rodríguez) que la loquera que tiene se la calme. Que se ponga su calmante y su antidepresivo para que no siga calentando la calle en el Gobierno, porque eso no le conviene", dijo Lückert.

El arzobispo de Coro también sostuvo lo ya dicho en los últimos meses por el Episcopado en al menos dos documentos oficiales: que la reforma constitucional "es moralmente inaceptable", ya que, agregó, se "trata de cambiar" la Carta Magna de 1999 para hacer un "traje a la medida" del mandatario venezolano.

"El señor presidente nos invitó a todos los venezolanos a opinar sobre la reforma. ¡Ah, ¿no le gustó?, pues mala suerte! Nosotros no somos borregos ni somos focas para estar aprendiendo cuanto disparate diga él (Chávez). manifestamos nuestra opinión, pero que lo rebatan con argumentos no con descalificaciones", dijo el monseñor.

La madrugada del pasado viernes Chávez calificó de "vagabundos, delincuentes y vagos" a la jerarquía de la Iglesia Católica venezolana, en respuesta al rechazo de los obispos a la propuesta de modificación de 69 de los 350 artículos de la Carta Magna que impulsa el mandatario.

Los obispos anunciaron en octubre pasado que acusarán a Chávez y a los "curas chavistas" ante el Papa Benedicto XVI, por "los insultos" que les han dirigido por criticar la reforma.

Los cambios propuestos por Chávez incluyen la reelección presidencial ilimitada, un nuevo ordenamiento territorial, reducción de la jornada laboral a seis horas y un nuevo concepto de la propiedad que, además de la privada, incluya la estatal, la social, la comunal y la popular.

Chávez defiende su proyecto de reforma constitucional con el argumento de que dará "más poder al pueblo" y reforzará el proyecto "revolucionario" de instaurar el sistema socialista, el "único camino a la paz y la justicia".