Chávez responde a todas las críticas, pero no siempre con argumentos

Bogotá.-  El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, es hombre de responder a las críticas y no siempre con delicadeza, lo que en sus nueve años en el poder ha dado pie a insultos y a conflictos bilaterales como el actualmente abierto con Colombia.

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(EFE)

Centenares de agricultores chavistas se manifiestan este lunes en Caracas para reclamar por el voto positivo a la reforma constitucional propuesta por el presidente Hugo Chávez.

El último blanco de Chávez ha sido el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, por haberle retirado la autorización para mediar con el fin de lograr la liberación de los secuestrados en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Chávez dijo el sábado que Colombia merece "un mejor presidente, uno que sea digno", y Uribe le respondió este domingo con una sarta de reproches, entre ellos "incendiar" el continente con sus declaraciones, "maltratar" la Historia y tener un presupuesto de "imperio".

Sin embargo, es George W. Bush, el presidente del "imperio", como suele llamar Chávez a Estados Unidos, el que más provoca el verbo encendido del presidente venezolano, aunque seguido de cerca por el ex presidente del Gobierno español José María Aznar.

Precisamente la insistencia de Chávez en descalificar a Aznar con expresiones como "fascista" y en quitarle el turno de palabra al actual presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, fue lo que provocó en la reciente Cumbre Iberoamericana de Santiago que el rey Juan Carlos le mandase callar.

"España considera absolutamente inapropiado y no aceptable en un foro democrático como esta cumbre, donde todas las ideas pueden expresarse libremente, que haya descalificaciones a personas que han tenido una responsabilidad fruto de la voluntad popular", afirmó Rodríguez Zapatero en el momento del incidente.

Poco más de un año antes, el 20 de octubre de 2006, otras palabras de Chávez, estas contra Bush, habían resonado en el plenario de la Asamblea General de la ONU.

"El diablo está en casa. Ayer el diablo vino aquí. En este lugar huele a azufre", dijo Chávez.

En otra ocasión, en agosto de 2007, al hablar de las compras de hidrocarburos de Estados Unidos, dijo que Bush es un "conde Drácula" que salta al "cuello energético" de los países en desarrollo, y han sido frecuentes las veces en que ha pedido para el presidente estadounidense tratamiento psiquiátrico.

De Aznar, que ha criticado los lazos de Venezuela con Cuba y considera una "amenaza" para la región la política de Chávez, ha dicho que Hitler se queda corto frente a él, que es un "imbécil", un "indigno" y un "fascista", y que apoyó el golpe que le apartó brevemente del poder en 2002.

Según Chávez, Aznar está en el mismo saco de "lacayos y cachorros del imperio" que los ex presidentes Vicente Fox, de México, y Alejandro Toledo, de Perú, y los tres le dan "asco y lástima".

"No creo que (Chávez) tiene valor, lo que tiene es desfachatez, insultar a media humanidad no es un acto de valor, pero cuando no se pueden presentar buenos resultados internos en un país, lo que vale es insultar a los demás", dijo Aznar en una entrevista en 2005.

Por defender el proyecto del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que impulsaba EE.UU. en la Cumbre de las Américas en 2005, Fox se ganó de Chávez el calificativo de "cachorro del imperio", por el que nunca se disculpó, lo que originó una crisis diplomática entre los dos países.

El sucesor de Fox en la Presidencia mexicana, Felipe Calderón, también fue al comienzo de su mandato blanco de Chávez, que primero no reconoció su escueto triunfo ante el izquierdista Andrés Manuel López Obrador y luego lo tildó de "caballerito".

A Toledo le acusó, cuando aún era presidente, de ser un "traidor" a la causa indígena después de que denunciase en la OEA que Chávez se entrometía en la campaña de las elecciones peruanas de 2006, con su apoyo al candidato nacionalista Ollanta Humala.

Alan García, que ganó aquellos comicios, recibió como candidato una seguidilla de insultos de Chávez, entre ellos "canalla", "tahúr", "ladrón", "perrito faldero" de Bush, "bandido", "irresponsable" y "vagabundo", y él a su vez calificó al gobernante venezolano de "primitivo".

El secretario general de la Organización de Estados Americanos, el chileno José Miguel Insulza, fue tildado este año de "insulso" y "pendejo" por el presidente venezolano porque pidió que no se cancelase la licencia del canal de televisión RCTV, y también fueron insultados por una iniciativa similar los senadores chilenos.

A los senadores brasileños los llamó "loros" repetidores del discurso de Washington por no ratificar el ingreso de Venezuela al Mercosur, y al ex presidente boliviano Jorge Quiroga lo descalificó por haber denunciado la "intromisión" venezolana en su país, pero sin darle mayor importancia.

"Águila no caza moscas", dijo recientemente en La Habana en referencia a Quiroga.

Un capítulo aparte merecen sus peleas verbales con prelados de la Iglesia católica, en Venezuela y en otros países.

Hace unos días dijo que "si Cristo estuviera vivo aquí, sacaría a los obispos a latigazos", porque la conferencia episcopal considera "moralmente inaceptable" la reforma constitucional que él propone y será sometida a referéndum el 2 de diciembre.

La respuesta le llegó desde Roma por boca del cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga. En Venezuela hay personas "que han perdido su equilibrio mental", dijo el cardenal.