Berlusconi acusa a sus aliados de haber propiciado que perdiera los comicios de 2006

Roma.-  En un "in crescendo" de acusaciones, el ex primer ministro Silvio Berlusconi aseguró hoy que la culpa de que la coalición conservadora perdiera las elecciones de 2006 la tuvieron sus propios aliados, quienes, además, le "coartaron" cuando gobernaban.

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(EFE)

El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien ha acusado hoy a sus aliados de haber propiciado que perdiera los comicios de 2006.

Una semana después de que anunciara la creación de un nuevo partido (en realidad el actual "Forza Italia" pero con otro nombre) y diera por disuelta la coalición "Casa de las libertades", lo que le acarreó duras críticas de sus aliados, hoy volvió a arremeter contra ellos, afirmando que cada días estaban más divididos y que le impidieron tomar importantes decisiones.

"Contra el actual Gobierno (de Romano Prodi) hemos dado (Forza Italia) una dura batalla parlamentaria, pero yo no he podido convocar a la Casa de las Libertades (la coalición conservadora) porque se había convertido en una especie de ectoplasma", dijo Berlusconi en una asamblea de su partido en Milán.

El magnate de la televisión privada italiana aseguró que cada vez que intentaba convocar a los aliados, éstos le decían que no lo hiciera, ya que estaban tan divididos que se notaría inmediatamente que la coalición estaba rota.

Lo anterior, unido a las diferencias de estrategia para echar a Prodi del poder, le llevaron a darse cuenta que tenía que poner en marcha un proyecto político diferente y que ahí nació el "nuevo" partido, que llamará presumiblemente Partido del Pueblo y de la Libertad, en el que confluirá Forza Italia.

Sus críticas no quedaron en eso y el ex primer ministro les acusó de haberle coartado durante los cinco años de gobierno y que por ello no pudo reducir más los impuestos, separar las carreras de juez y fiscal, "quitar los privilegios" a las "cooperativas rojas" (vinculadas a los partidos de izquierda) ni privatizar los servicios públicos locales ni reducir los sueldos y el número de empleados públicos.

Berlusconi manifestó que si le hubieran hecho caso había vencido "por goleada" en las elecciones de 2006.

Los aliados de Berlusconi son Alianza Nacional, partido derechista, que lidera Gianfranco Fini, la Liga Norte, partido federalista con tintes racistas, de Umberto Bossi, y el democristiano UDC, de Pierferdinando Casini y Lorenzo Cesa.

Los aliados criticaron el anuncio del nuevo partido, aseguraron que no entrarán en él y agregaron que se sentían libres para eventuales nuevas coaliciones.

Los más beligerantes han sido Fini y Casini, que no comparten su política de "spallate" (empujones) para echar a Prodi del poder y, respecto al nuevo partido, lo han acusado de populista.

"La gravedad de la situación italiana impone elaborar proyectos que no tienen nada que ver con la improvisación propagandística ni con salidas populistas", afirmaron en un comunicado conjunto.