La participación de Siria en la reunión de Annapolis reactiva las esperanzas de paz para O. Próximo

JERUSALÉN .-  Fuentes del Gobierno de Damasco han confirmado que Siria asistirá a la conferencia sobre Oriente Próximo, auspiciada por Estados Unidos y que tendrá lugar en Annapolis (Maryland) el próximo martes. Con esta incorporación, el mundo árabe adquiere una representación aún más sólida en un encuentro cuyas conclusiones se esperan cada vez con más expectación. Así, lo que que parecía haberse circunscrito a una mera reunión entre los moderados palestinos representados por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas; Estados Unidos e Israel, adquiere una nueva dimensión con la incorporación, al completo, de todos los países de la Liga Árabe.

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AP (EUROPA PRESS)

Fuentes del Gobierno de Damasco han confirmado que Siria asistirá a la conferencia sobre Oriente Próximo, auspiciada por Estados Unidos y que tendrá lugar en Annapolis (Maryland) el próximo martes. Con esta incorporación, el mundo árabe adquiere una representación aún más sólida en un encuentro cuyas conclusiones se esperan cada vez con más expectación. Así, lo que que parecía haberse circunscrito a una mera reunión entre los moderados palestinos representados por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas; Estados Unidos e Israel, adquiere una nueva dimensión con la incorporación, al completo, de todos los países de la Liga Árabe.

Siria enviará a su viceministro de Exteriores, Faysal Mekdad, después de recibir confirmación por parte de Israel de que la posesión de los Altos del Golán será uno de los temas a tratar en el encuentro. De esta forma, la Liga Árabe aprecia la buena intención de las partes en conflicto a la hora de establecer la Iniciativa de Paz Árabe para Oriente Próximo como uno de los marcos en los que podrían establecerse las negociaciones. Este proceso insta al cese de la violencia de las milicias palestinas sobre Israel a cambio del reconocimiento de un Estado palestino por parte de Tel Aviv y la retirada hebrea de los Altos del Golán, conquistados tras la guerra de 1967.

De todas formas, aún persisten serias dudas sobre el resultado de la cumbre, en parte por la incapacidad de Israel y de la Autoridad Palestina a la hora de forjar un acuerdo previo, común, que establezca los puntos concretos a tratar durante la reunión, y la reticencia de Tel Aviv en lo que se refiere a la participación de los países árabes, que considera que no pueden dictar los términos en los que se llevará a cabo el encuentro.

PARTICIPACIÓN SIRIA

La presencia de Siria en la cumbre ha sido una incógnita justo hasta esta mañana, cuando desde Damasco y Tel Aviv comenzaban a llegar indicios de un anuncio inmediato que confirmaría la participación del país árabe en el encuentro. La ministra de Exteriores israelí, Tzipi Livni, afirmó de camino a Washington que, si bien la cuestión de los Altos del Golán no entraba en la agenda inicial de la cumbre, sus participantes podrían "poner sobre la mesa los temas que desearan".

"A tenor de la inclusión de esta frase (dentro del principio de acuerdo israelo palestino de cara a la cumbre) creo que Siria asistirá a la conferencia", afirmó Livni al diario 'Haaretz' mientras viajaba a Washington acompañada del primer ministro Ehud Olmert, que consideró la participación del país árabe como "positiva" para el resultado final.

"Hemos dicho siempre que estamos interesados en que Siria participe", dijo Olmert, que negó sin embargo que Estados Unidos haya concedido algún tipo de concesión al Gobierno sirio a cambio de su asistencia.

También esta mañana llegaba la primera respuesta desde Damasco, a través del parlamentario Mohamed Habash, en declaraciones a Radio Sawa. En ella, Habash confirmaba la presencia de Siria en la cumbre, hecha oficial por la tarde, cuando fuentes del Gobierno de Damasco anunciaban que su viceministro de Exteriores, Faysal Mekdad, sería el representante de su país en el encuentro de Annapolis.

IMPORTANCIA DE LA LIGA ÁRABE

Como mediadores en el conflicto, la relevancia de la Liga Árabe no pasa desapercibida ni para los palestinos ni para Israel. "Una de las lecciones que aprendimos hace siete años es que no existe un sólo palestino que pueda llegar a un acuerdo con Israel sin el apoyo del mundo árabe", dijo Livni, en referencia al fallido encuentro en Camp David entre los entonces líder palestino, Yasir Arafat, y el primer ministro israelí, Ehud Barak, en 2000.

El secretario general de la Liga, Amr Musa, declaraba este domingo que las conclusiones de la reunión de Annapolis deberían estar sujetas a las condiciones impuestas por el plan de paz árabe. "La Liga va a participar por primera vez en una conferencia de paz", declaró antes de partir hoy para Washington, "pero no habrá una normalización de la situación en la región excepto en el marco de la iniciativa de paz árabe".

Livni, sin embargo, insistió en que las negociaciones de paz con los palestinos estarían basadas en un contacto bilateral entre las partes directamente enfrentadas. "El mundo árabe no debería definir los términos de las negociaciones ni estar involucrado en ellas". El mismo escepticismo se respiraba en Arabia Saudí, donde su ministro de Exteriores, el príncipe Saud Al Faisal, advertía el viernes a todos que nadie debía esperarse "saludos en público" con los representantes israelíes.

COMUNICADO CONJUNTO

Desde hace dos semanas, israelíes y palestinos han intentado acercar posturas de cara a la formalización de un acuerdo previo sobre los puntos a tratar en Annapolis. Tales negociaciones han sido, hasta el momento y según reconocía el propio Abbas, completamente infructuosas.

Las negociaciones de la declaración previa a la conferencia se estancaron debido a las diferencias existentes en cuanto a si el documento debía abordar los llamados 'temas finales': las fronteras definitivas entre Israel y el futuro Estado palestino, el futuro de Jerusalén, que ambas partes reclaman como propia, y el destino de los palestinos que se convirtieron en refugiados tras el establecimiento del Estado judío en 1948.

Israel desea que esta declaración previa no sea demasiado específica. "Creo que se hará un documento conjunto que iniciará el proceso de paz, pero que no va a solucionar el conflicto", declaró Livni. Pero Abbas quiere un acuerdo mucho más detallado, que dé peso a la reunión del martes, y que precise los límites en los que se desarrollará la negociación posterior. "Las posiciones con los israelíes antes de Annapolis aún están muy distanciadas, y las negociaciones aún prosiguen", declaró Abbas en el avión que le llevaba a Estados Unidos, en comentarios publicados hoy por el diario palestino 'Al Ayyam'.

A pesar de las diferencias, Abbas sostuvo que estaba decidido a hacer todo lo posible para sellar un acuerdo de paz el año próximo. Tanto Israel como Estados Unidos han manifestado sus esperanzas de alcanzar un acuerdo antes de que el presidente norteamericano, George W. Bush deje el poder, en enero del 2009.

"Vamos a hacer todos los esfuerzos para llegar a la paz en este momento", concluyó el presidente de la AP.

DÍAS CRUCIALES

Así, hoy se espera que la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, auspicie una ronda 'in extremis' de negociaciones entre israelíes y palestinos. También este domingo se reunirán los ministros de Exteriores del llamado Cuarteto para Oriente Próximo --EEUU, la Unión Europea, Naciones Unidas y Rusia--.

El día siguiente, Olmert, Livni y Ehud Barak, que acompaña a la delegación israelí en calidad de ministro de Defensa, se reunirán con Abbas y Bush para discutir aparte el programa de enriquecimiento de uranio iraní, en unas conversaciones en las que estará presente el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates.

La conferencia tendrá lugar a partir de las diez de la mañana del martes, con un encuentro a tres bandas entre Bush, Olmert y Abbas, seguido de comparecencias individuales ante los medios. Después, darán inicio las reuniones de trabajo, núcleo del encuentro donde se asentarán las conclusiones finales de las conversaciones.

El miércoles, Olmert y Abbas se reunirán en privado con Bush para discutir los pasos a tomar al término del encuentro, y decidir, si la reunión tiene éxito, un destino pacífico para una región que hasta ahora, parecía encaminada a un conflicto permanente, sin solución a la vista, pero pendiente de la respuesta del gran ausente en la cumbre: el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).