La Policía no vio seguimientos, aunque los escoltas dicen que detectaron al "espía"

Sevilla.-  La Policía Nacional no detectó ningún seguimiento a Juan Manuel López Benjumea, ex presidente de Caja San Fernando, pero sus dos escoltas estaban "intranquilos" porque vieron al presunto "espía" Antonio Castellano merodeando en dos ocasiones en torno a él, según han dicho hoy al juez.

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(EFE)

El presidente de la Junta y secretario general del PSOE-A, Manuel Chaves, abandona los juzgados sevillanos tras declarar como testigo y denunciante en el juicio por injurias cometidas presuntamente al divulgar el espionaje en las cajas de ahorro andaluzas.

En su declaración como testigo en el juicio por el supuesto espionaje, el jefe de la Brigada de Información de la Policía ha afirmado que durante los 15 o 20 días que investigaron el caso en octubre de 2001, tras recibir una denuncia oficial, "no detectaron absolutamente nada" en torno al banquero, "ni coincidencias en la carretera ni seguimientos a su trabajo", y además descartaron "fehacientemente" que fuera ETA.

Por su parte, los dos escoltas han afirmado que tampoco detectaron seguimientos aunque a ambos les llamó la atención que el presunto "espía" Antonio Castellano había sido visto en junio de 2001 frente a la sede central de la caja tomando notas de la matrícula del coche de Benjumea.

Posteriormente, la empleada de hogar de Benjumea relató que el 12 de junio dos personas habían intentado entrar en la vivienda con una disculpa y, el 24 de septiembre, los dos escoltas vieron a Castellano sentado junto a la mesa de Benjumea en el bar "La Raza" de Sevilla, por lo que anotaron la matrícula de su coche y se la entregaron al banquero.

Esta matrícula permitió al detective contratado por Benjumea localizar a Castellano y grabar una confesión en la que presuntamente atribuía a Manuel Chaves y otros dirigentes del PSOE andaluz haberle ordenado el espionaje a los presidentes de las dos cajas de ahorro sevillanas -Caja San Fernando y El Monte-, entonces inmersas en el proceso de renovación de cargos.

En el banquillo se sientan Benjumea, el detective Joaquín Corpas, el director de "El Mundo" en Andalucía, Francisco Rosell, y el periodista de este medio Javier Caraballo, para quienes las acusaciones piden condenas de hasta 126.000 euros de multa por un presunto delito de injurias en la información sobre el supuesto espionaje en las cajas que publicó el periódico, que consideran falsa.

Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE-A, ha declarado hoy como testigo y denunciante y ha dicho al juez que la acusación de haber ordenado el espionaje fue "la más dolorosa en lo personal y político" de toda su carrera.

Chaves ha dicho al juez de lo penal 3 que, pese a estar acostumbrado a todo tipo de críticas, la noticia publicada por "El Mundo" el 29 de noviembre de 2001 le causó "un impacto muy fuerte y un gran dolor" tanto personalmente como a su familia e hijos.

El presidente ha explicado que la información "era falsa e injuriosa" y supuso la primera vez en la que se encontraba "con una acusación directa de un periódico", y ha lamentado que "incluso ahora que se ha demostrado como falsa", hoy mismo ha tenido que responder en el Parlamento andaluz a una pregunta del PP sobre el tema.