Españoles en la cumbre (pero al nivel del mar)

Guillermo Altadill, al mando del 1876 logró el triunfo en la primera etapa de una prueba deportiva de esas que no logran ningún respaldo mediático en nuestro país. Es comprensible, solo que esta vez el catalán pasó por delante de Michel Desjoyeaux, alias “el profesor”, mito viviente de la vela transoceánica francesa. Su triunfo no pudo consolidarse ni logró mantener la ventaja que tiene sobre el Foncia, el barco que con Desjoyeaux de patrón, logró la victoria en la última Vendee Globe, la vuelta al mundo a vela en solitario sin escalas ni asistencia. Esta mañana, el Groupe Bel, seguido del Foncia, se colaron por delante de Altadill en la meta de Barcelona, logrando un triple empate en la cabeza de la clasificación que ha de resolverse en la tercera etapa, la más larga y la que, a priori, anuncia más dificultades, Barcelona –Brest,  casi 2000 millas en las que barcos y tripulaciones se enfrentan a un Mediterráneo en calma chicha, un ascenso del Atlántico no muy complicado hasta doblar Finisterre y un Cantábrico que puede dar sorpresas con las galernas que todos los septiembres le animan.

El 1876 camino de Barcelona /Foto Vapillon

DARLE LA VUELTA A EUROPA

Hace ya muchos años que se intenta sin demasiado éxito, una regata que de norte a sur o viceversa recorra en verano los puertos europeos. La Estambul Europa Race es la más reciente tentativa,  consta de tres etapas y el viernes 11, a más tardar, llegan a Barcelona, meta de la segunda etapa. La primera salió de Estambul el 29 de agosto y acabó en Niza el pasado 5 de septiembre. La prueba finalizará en Brest alrededor del 23 tras un recorrido total de casi 4000 millas. Se han inscrito 6 equipos a bordo de lo mejor de flota que sobrevivió a la Vendee Globe, al mando de los mejores patrones franceses, que es como decir los mejores patrones del mundo de esta dura especialidad, y Altadill llegó el primero en la primera etapa, la más complicada y la que más táctica requería, y  pocos en España lo saben.

Los seis barcos participantes, de la clase IMOCA, son los mejores que corrieron la Vendee Globe, que es como decir los mejores barcos para solitarios que hoy navegan por el mundo, reparados de los estragos sufridos en esa prueba, han recibido las mejoras que les preparan para su participación en las regatas transoceánicas que se avecinan, corren con tripulación, lo que garantiza que se puedan llevar al extremo las mejoras introducidas en su aparejo y equipamiento técnico; en otras palabras: esta regata, aunque se corra en un mar tranquilo es muy seria, se apura la táctica y se ensaya el manejo de los barcos en condiciones de vientos muy débiles a la vez que sirve de laboratorio para los barcos y de terapia para las tripulaciones.

EL DOMINGO FIESTA EN LA ROCHELLE

Los que puedan acercarse este próximo domingo 13 de septiembre al puerto de La Rochelle tendrán el privilegio  de asistir a la salida de una regata que si ha triunfado, que se celebra desde 1977, en la que han participado, llegando a la meta, 737 navegantes solitarios, y que ha servido para dar a conocer a marinos, arquitectos y fabricantes.

La Charente Maritime -Bahia, siempre conocida como MiniTransat, cruza el Atlántico desde La Rochelle hasta Bahía en la costa brasileña, 4.200 millas, con una escala en Madeira para estirar las piernas, los 84 marinos que saldrán el domingo navegan en un prototipo, el open 650, que es un laboratorio de ideas del que han salido todos los adelantos que se usan en la vela de competición, y con el tiempo en los veleros destinados al ocio, los dobles timones, las orzas abatibles y basculantes, los tejidos para las velas más sofisticados y todo tipo de gadgets de electrónica se estrenaron aquí, todo en un barco cuyo espacio habitable es tan incómodo como el asiento trasero de un coche convencional, y en el que adjetivos como espartano, austero e insalubre se quedan pequeños.

LOS DOCE PRIMEROS

El verano empezó con un evento deportivo que si llega suceder en cualquier especialidad que no sea la vela hubiese abierto los telediarios de todo el mes. Del 4 al 11 de julio se celebró en Santander el Campeonato Mundial de la Clase J-80 en el que participaron 132 embarcaciones, los 12 primeros fueron españoles. Y los dos primeros no eran adustos navegantes norteños que “jugaban en casa”, eran canarios, y el tercero murciano. Y dejaron por su popa a una nutrida representación norteamericana, gente que no cruza el Atlántico con sus preciosos barcos en contenedores, si no ve serias posibilidades de ganar, y otras flotas europeas, entre ellas 30 barcos franceses, que conocen nuestras aguas y a nuestros navegantes. Y que sólo lograron la decimocuarta posición por detrás de una tripulación inglesa.