Precios únicos en las gasolineras

Era sólo una intuición. Pero la Comisión Nacional de la Competencia acaba de confirmar los hechos. Los precios de los carburantes son objeto de acuerdo entre las empresas distribuidoras. La falta de competencia real en el sector ha sido sancionada con multas a las tres empresas que controlan el mercardo: Repsol, Cepsa y BP.

 La sanción de la Comisión Nacional de Competencia, pone el dedo en la llaga de una situación habitual desde que se procediera a la liberalización del sector de los carburantes. 

El gran perjudicado de esta situación está siendo, sin duda, el consumidor. No sólo por lo que afecta a su bolsillo, también por el modelo de distribución y servicio de gasóleos y gasolinas. La mayor parte de las estaciones repartidas a lo largo y ancho de las carreteras y localidades de nuestro país utilizan el autoservicio. Es decir, es el propio usuario el que manipula la sustancia y se encarga de realizar la labor de llenado del depósito. Esto permite a las empresas de distribución ahorrar importantes cantidades en costes laborales, sin embargo este ahorro no repercute en el usuario. ¿No sería lógico que el precio del servicio variase en función de la atención? La respuesta es sí, pero de hecho no sucede. Este sistema de autorservicio lleva aparejado otros inconvenientes: el usuario debe manipular una sustancia altamente peligrosa, algo que debería realizar un profesional con una cualificación mínima.

La Unión de Consumidores de España ha pedido una mayor transparencia en los precios de las gasolinas, recuperando una iniciativa que se puso en práctica hace años y que fue anulada por el gobierno del Partido Popular: la instalación de paneles informativos en las carreteras españolas con  los precios de los combustibles en las gasolineras más cercanas en el sentido de la marcha. De esta forma el usuario tiene la posibilidad de elegir y decidir a qué estación de servicio quiere dirigirse para llenar el depósito de su vehículo, en función del precio. Este sistema fue sustituido en el periodo Aznar por una base de datos con el precio de las gasolinas disponible en la página web del Ministerio de Industria, que de nada sirve a un usuario que se encuentra en ruta. Puede consultarse antes de salir de viaje, eso sí, pero resulta mucho más práctico y efectivo para la competencia de precios que el conductor pueda acceder a la información in situ, durante su desplazamiento.

En cualquier caso, esta sanción de la CNC sale barata a las empresas distribuidoras, más barata, al menos, que la competencia real en precios, lo que, sin duda, beneficiaría a los usuarios. Además, pone en evidencia la necesidad de avanzar en la liberalización de importantes sectores económicos como el energético, el del transporte aéreo o el de la telefonía, en los cuales los usuarios siguen siendo rehenes de las grandes empresas.