Donovan y compañía

La selección de Estados Unidos sorprendió el pasado domingo colándose en las semifinales de la Copa Confederaciones tras adelantar a Italia y Egipto en un rocambolesco triple empate merced a dos resultados impensables en la última jornada del grupo B. Los norteamericanos serán por tanto los rivales de España en semifinales. No son ya aquel equipo casi tercermundista –futbolísticamente hablando- que irrumpió en el panorama futbolístico a principios de los 90, pero tampoco es un grupo sobrado de talento. Se trata de un equipo con un ramillete de jugadores correctos coronado, eso sí, por un jugador de sorprendente calidad. Un tal Donovan.

Los Donovan en acción: Mike y Landon

Para los que rocen o superen la treintena el nombre de Donovan les ha de traer, sin más remedio, recuerdos infantiles de naves espaciales circulares, pistolas laser, ratones engullidos y lagartos malvados y repugnantes. Porque en los años 80, cuando el fenómeno de las series en la tele aún estaba muy lejano y sólo existían la primera y la segunda cadena, hubo una serie que marcó un hito para una generación de niños inocentes e impresionables: V.

Aquella serie, responsable de que los sábados por la tarde los niños abandonásemos nuestros juegos habituales para plantarnos embobados una hora delante de la televisión, contaba la historia de una civilización extraterrestre que arribaba a nuestro planeta con intenciones, en principio, pacíficas que pronto se revelaban aviesas. En seguida se formó una resistencia de valientes terrícolas para hacerle la vida imposible a los malvados visitantes. El cabecilla del grupo resistente era, cómo no, el intrépido Mike Donovan.

Al igual que Mike, Landon (que así se llama el Donovan futbolista) es el indiscutible líder de los suyos, una selección estadounidense que tiene que enfrentarse a una escuadra netamente superior vestida de rojo.

A pesar de haber fracasado en sus intentos de jugar en Europa, tanto en el Bayer Leverkusen como en el Bayern Munich, Landon Donovan es un jugador de técnica excelente que posee una calidad muy superior a sus compañeros de selección. Él es consciente de ello y a veces peca de individualista, como le sucedía a Mike, que a menudo hacía la guerra por su cuenta contra los lagartos sin confiar en sus compañeros resistentes, lo cual, evidentemente, siempre desembocaba en problemas.

La otra cabeza visible de la resistencia anti-lagartos era Ham Tyler, compañero y escudero de Donovan a su pesar (de ambos). Su papel que en la selección norteamericana lo puede desempeñar Dempsey, el otro jugador de calidad en un centro del campo que cuenta también con el juvenil Michael Bradley. El jugador del Borussia Monchengladbach, a pesar de sus escasos 21 años es ya una pieza importante en la selección que entrena su padre, Bob Bradley. Joven pero preparado e hijo del jefe. El paralelismo es obvio con Kyle, otro de los miembros destacados de la resistencia, noviete de la Niña de las estrellas e hijo del pragmático Nathan Bates, gobernador de Los Ángeles en la ficción.

Cuenta la selección de Bradley incluso con un hombre que, como Willy el lagarto bueno, ha estado en las filas oponentes y conoce sus fortalezas y debilidades. En este caso se trata de Jozy Altidore, el potente y fogoso, pero aún verde, delantero del Villarreal, cedido durante esta temporada al Xerez y conocedor, por tanto, del fútbol español. Eso sí, no cuentan con la Niña de las estrellas. Lo más parecido es el Niño Torres, que forma en nuestro equipo.

Hasta aquí el paralelismo. Forzar la metáfora más allá sería excesivo. Ni nuestra selección intenta invadir territorio ninguno –si acaso el territorio del buen fútbol que históricamente han transitado otros equipos como Brasil u Holanda-, ni ésta es una historia maniquea de buenos y malos, ni el bueno de Del Bosque, nuestro líder, tiene la maldad de la sensual Diana (tampoco, por desgracia, sus curvas). Cuesta imaginarse también a Casillas o a Xavi tragando roedores para desayunar.

Esperemos que Donovan y compañía no puedan esta vez con sus oponentes (¿alguien recuerda como terminaba la serie?) y la selección española se plante en la presumible final contra Brasil para seguir destrozando récords. Ése será otro capítulo (y otra serie) muy diferente.

Una recomendación para terminar. Si alguno guardáis buen recuerdo de V y no habéis vuelto a verla, os recomiendo encarecidamente que no lo hagáis. Mejor conservar el recuerdo agradable. Os aseguro que el mito se vendría abajo.