La nueva ciencia (Odia Ofeimun) (Basilio Pozo-Durán)

En el nombre del mercado. Para saber más: Gritura, la cultura como grito humano

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- Comentario al texto.

(Los números entre paréntesis se corresponden con el número del verso)

"En el nombre del mercado" (1, 5, 9, 15, 25), como la letanía de una oración religiosa, aparece una y otra vez como principio justificador de todo lo que se nos cuenta en el texto. Y el sacrificio, lo ofrecido, es un pueblo, "vidas enteras" (26). Para que el mercado los salvase "ellos necesitaban un pueblo" (2-3, 9, 16, 17, 21), la segunda fórmula que más se repite en el texto. Es este concepto, el de "pueblo", el que vertebra toda la composición por encima de otros como el de "mercado" o el de "ciencia" (14, 28).

Este concepto de pueblo se elabora a través de una imagen del medio físico y natural de Nigeria: el río, concretamente el Níger y su delta. Pueblo y río se miran hasta identificarse. Así, el pueblo es indisciplinado como lo es el río, que al llegar al mar desemboca en forma de delta, esto es, no como un sólo cauce sino con su caudal desbordado en múltiples arroyuelos (1ª estrofa).

A esta descripción de un pueblo con un carácter marcado por el río, se enfrenta la otredad, los extraños, el "ellos" que aparece con ese sentido hasta en nueve ocasiones (1, 3, 5, 9, 11, 16, 17, 21, 25) (en 10 se refiere a pueblo). Un "ellos" con la voluntad de transformar el carácter de ese pueblo. Opinan que un río debe mantener su mismo cauce hasta llegar al mar sin dejarse vencer por los arroyuelos (4). Aquí ya el sentido de "río" y "arroyuelos" cambia: identificación del "río" con "ellos" y de "arroyuelos" con "pueblo".

Nos encontramos en el texto con una serie de expresiones referidas a estos dos frentes. Por un lado, el carácter del pueblo: "indisciplina" (2), "fluye y confluye" (8), "sauces" (10). Por otro lado, la voluntad de ellos: "rehenes" (6), "se inclinase" (10), "inercia" (16), "aceptación" (17), "se postrase" (18). A lo largo de todo el texto van identificándose elementos del medio natural con el carácter de las gentes.

Pero lo que hace posible todo esto no es sólo un pueblo sometido por un "ellos" que actúa en nombre del mercado, sino otra materia: "oro negro fluyendo". Aquí está ese nuevo río disciplinado que buscaban: el petróleo. En fuerte contraste con el Níger, este río no desemboca en un fértil delta, sino en "desiertos de cuentas bancarias extranjeras" (20).

Y siguen los contrastes. Lo que para ellos es "música" (24, 25) en verdad es "el rugido de los estómagos y el llanto de los niños muriendo de kwashiokor" (22, 23). "Kwashiokor" es un término original de las lenguas Kwa habladas en la costa de Ghana y que literalmente significa "el que se desplaza". Hace referencia al abandono de la lactancia materna por parte de los bebés cuando nace un nuevo hermano, lo que se traduce en una desnutrición severa por falta de proteínas que los lleva a la muerte.

Aparecen también otras expresiones con términos opuestos: "fuegos amistosos" (15) y "calles en silencio" (21). Y como se trata de una "nueva ciencia" (13), de hallar algo nuevo a partir de lo ya existente, el elemento de la realidad con "alquimia suficiente" (22) para ello es precisamente ese silencio de las calles. Por supuesto, no se trata de una ausencia de ruido en la vía pública sino que es la imagen de ese estado de sumisión en el que se ha transformado al pueblo.

No basta con el caminar y el anhelo (27) sino que son necesarias "vidas enteras" (26) como conejillos de indias donde probar esa ciencia nueva. El texto termina con una expresión entre guiones que parece salir desde más hondo, de una certeza tan evidente que no pide experimentos para probarla: "que su ciencia en verdad funciona" (28).