¿Despierta el vino mallorquín?

Una de las muchas cosas buenas que tienen las Islas Baleares, aunque posiblemente menos conocida que Nadal, la ensaimada y la sobrasada, son sus vinos. La Feria Alimenta 09 ha sido un intento tímido de empezar a dar a conocer al público el vino mallorquín. A ver si así se consigue que, al menos en las islas, los visitantes sepan que existe, y que en la península se les reconozca su categoría creciente.

Etiqueta de Son Negre, por Miquel Barceló

Alimenta se celebra en el antiguo recinto ferial de Palma de Mallorca. No puede decirse de ella que la extensión de su muestra sea inabarcable, desde luego. Es más bien una feria modesta en la que algunos de los diferentes agentes de la gastronomía balear han mostrado al público su oferta de productos sin excesivo ruido, casi tímidamente, quizá debido a la propia dificultad de proyectar una imagen excesivamente firme y asentada de una gama de alimentos cuyas mejores muestras suelen quedarse en la propia isla sin llegar a tocar suelo peninsular. Posiblemente una de las industrias de la alimentación que mayor proyección de futuro posee es la de sus vinos, aunque paradójicamente muchos de los más afamados elaboradores isleños se mantuvieron al margen de una feria que instauró los premios Dionís como nuevo referente para el vino balear.

Brillaron, de hecho, por su ausencia de la muestra, los stands de las denominaciones de origen consolidadas de la isla, Binissalem – Mallorca en el oeste y Pla i Llevant en el este, del mismo modo que tampoco tuvieron una representación corporativa la indicación geográfica de vinos de la tierra Illes balears ni la que se postula como futura denominación de origen isleña, la Tramuntana - Costa Nord. La representación del vino de la isla corrió, de hecho, a cargo de un grupo de pequeños elaboradores que se han unido frente al mundo en la asociación Petits Cellers, una organización que trata de unificar a las bodegas más pequeñas de la isla con el fin de conseguir para todos sus miembros, pertenezcan a la zona que pertenezcan, una visibilidad mayor ante el mercado y las instituciones insulares.

Baleares posee varias caras en esto del vino. Una de ellas es la de la recuperación de las variedades locales, principalmente en el oeste, como callet y fogoneu, manto negro, gargollassa y prensal; otra es la que busca, mayoritariamente al este de la isla, el perfil que sus particulares condiciones geográficas puede aportar a variedades internacionales como la syrah, la cabernet sauvignon e incluso la tempranillo.

Os dejo algunos nombres clave por si queréis introduciros en el creciente mundo del vino balear, necesitado como está de un impulso que haga crecer su consideración tanto dentro como fuera de las islas: Entre las bodegas que destacan en Binissalem hay que tener en cuenta a Macià Batle, a Biniagual y a La Vinoteca. Todas ellas han estado involucradas de algún modo en el pasado, pero hoy caminan por sendas diferenciadas. Un vino que reseñar: P. de María, de La Vinoteca, el proyecto personal de Juan Luis Pérez de Eulate, propietario de la mejor tienda de vinos de Mallorca.

En Pla i Llevant destaca sobre todo la bodega de Miquel Gelabert. Y como grandes referentes, al margen de denominaciones de origen, pero a la cabeza de la calidad y la representatividad del vino balear, Án Negra Viticultors, bodega ubicada en Felanitx donde se elaboran AN y Son Negre, el vino cuyas etiquetas diseña Miquel Barceló; Bodegas Ribas, ubicada en Consell, donde se producen los Ribas de Cabrera y Sió, y finalmente la nueva, pequeña y brillante iniciativa 4 Kilos Vinícola, nacida de una escisión de AN.

También os dejo los ganadores del primer concurso de vinos Dionís, por si los encontráis en vuestra tienda y os decidís a probar algo distinto a los eternos riojas y riberas del Duero:

• Mejor Blanco Joven: BLANC DE BLANCS 2008 de Bodegas Maçià Batle
• Mejor Blanco con madera: CHARDONNAY 2007 de Vins i Vinyes Binigrau
• Mejor vino dulce: VERITAS DOLÇ 2008 de Franja Roja
• Mejor vino tinto joven: MACERACIÓN CARBÓNICA 2008 de Bodegas Maçià Batle
• Mejor vino tinto con madera: L´ U 2006  de  Bodegas Mortitx