La cara B. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Un falso "caso Marta"

Sólo necesitas afán de protagonismo, un río caudaloso que pase por tu ciudad y cero en sensibilidad

Puente colgante de hierro sobre el río Pisuerga a su paso por Valladolid (foto de "jacobop007", fuente: flickr.com)

Policía, bomberos y urgencias sanitarias fueron movilizados no hace mucho en Valladolid, en el entorno del río Pisuerga, tras la denuncia de un chico al 112 que contaba cómo había matado a un amigo suyo y arrojado al río su cadáver.

Parece ser que el denunciante tenía gran prisa por pasearse por los alrededores del Pisuerga y ver a la policía rastreando la zona en busca del cadáver. Es por eso que no fueron una sino varias las llamadas realizadas durante una misma noche, la del 17 de enero.

En una de las llamadas, todas realizadas desde un teléfono desconocido, hablaba como testigo, esto es, contaba que había visto cómo una pareja de jóvenes arrojaba un cuerpo al río Pisuerga.

Pero, viendo que las unidades de emergencias no acudían al lugar, se decidió a hacer varias llamadas más, en una de ellas pasa de declararse como testigo a confesarse como el autor del asesinato y de deshacerse posteriormente del cadáver arrojándolo al río.

Aunque en un principio las unidades se movilizaron ante la desesperación que se desprendía de las insistentes llamadas al 112, enseguida se activó el mecanismo de verificación de denuncias. La primera cosa que levantó sospechas en los responsables del 112 fue la negativa del denunciante a identificarse. Éste es el primer paso que se sigue siempre que se efectúa una denuncia por teléfono, bien sea al 112, al 061, al 091, etc. Siempre, tras trasladarles una denuncia por teléfono y el motivo de tu urgencia por que se atienda el caso, te preguntan nombre completo y un teléfono de contacto, por si necesitan recabar más datos sobre el caso denunciado o si se encuentran finalmente ante una denuncia falsa.

Además, los servicios de emergencias revisaron las llamadas recibidas en el último mes, y no había ninguna relacionada con un hecho así en esa zona, y las que habían recogido por agresiones en la vía pública fueron atendidas y resueltas satisfactoriamente.

El siguiente paso fue acudir al archivo de denuncias por desapariciones de la Policía Nacional. Si el chico era de Valladolid y decía haber matado a su amigo, sería cuestión de una semana como mucho que llegara hasta ellos alguna denuncia por desaparición desde Valladolid o desde alguna de sus poblaciones más cercanas. Transcurrida más de una semana no se recogió ninguna denuncia por desaparición, por lo que ya se trabajaba con seguridad en resolver la identidad de quien había hecho una denuncia falsa al 112.

Finalmente la Policía Nacional ha detenido a un chico de 23 años de Valladolid como supuesto autor de una denuncia falsa al 112 de asesinato y ocultación de cadáver.

Entre los menores que matan y arrojan cuerpos de sus amadas al río, y los mayores que dicen matar y arrojar cuerpos de sus amigos al río, las vías fluviales con ciudades a su paso van a tener que convertirse en nuevas zonas de alerta máxima para los cuerpos de seguridad.

Sólo una juventud hastiada de vivir y con una desarrolladísima insensibilidad a la violencia puede concebir como un mero divertimento el hecho de llamar al 112 y denunciar falsamente que acaban de arrojar un cuerpo al río de su ciudad.

Mientras, la gran mayoría mantenemos la esperanza de que Marta esté durmiendo sólo un sueño de agua en el Guadalquivir.