En uno de sus primeros libros Luis Sepúlveda cuenta el suicidio colectivo de una bandada de ballenas. No se quedan varadas en una playa, golpean una tras otra el casco de un ballenero japonés hasta hundirlo. Dejando un escenario muy realista de sangre y cadáveres en alguna bahía del sur de Chile. Roland Jourdain, todavía el segundo en la Vendee Globee, la vuelta la mundo a vela, en solitario, sin escalas y sin asistencia, acaba de recibir el castigo por su mala suerte de hace unos días, cuando en algún lugar próximo a las islas Malvinas tuvo un inesperado y doloroso encuentro con un cetáceo.
El Veolia, cuando estaba intacto
Según contó entonces, escuchó desde el interior de su barco, el Veolia, un golpe tremendo que le hizo pensar que acababa de perder el palo, al salir descubrió que el palo seguía intacto, como era de noche al mirar el agua pensó en que alguna vela había caído, las suyas son rojas, pero era sangre. Uno de esos encuentros que el azar nos dice que son imposibles, había sucedido. Por el tamaño y lugar del impacto y los daños causados el choque debió ser con una ballena que dormía plácidamente el que casi seguro fue su último sueño.
En una primera inspección el piloto francés descubrió grietas y daños visibles en los alrededores de la caja de la orza basculante y en el mamparo principal sobre el que apoya el palo, y que transmite y reparte todo el empuje de las velas a la embarcación. En algunos momentos, a veces durante días, muchas toneladas de potencia actúan sobre una lámina de carbono de unos centímetros de grosor.
MANOS A LA OBRA
De su relato descubrimos que el sistema mecánico que hace bascular la quilla con el bulbo de contrapeso de unas tres toneladas de babor a estribor (izquierda y derecha) llevaba varios días roto y se movía con la fuerza, animal, de sus brazos. Reparó con pegamentos y sables de las velas, láminas de fibra que las mantienen tensas, improvisando refuerzos en el mamparo, rellenó las grietas con pegamentos, hizo fotos, las envió, todos las vimos.
Tras esto, siguió navegando en su persecución del primero, Michel Desjoyeaux, quién a bordo del Foncia, y en el día 81 de esta desquiciante prueba algo más que deportiva, acaba de situarse en el meridiano de las Canarias, casi frente a la costa gallega para iniciar la cabalgada que le llevará derecho hasta la meta, el puerto del que salieron 30 barcos y a donde puede que sólo regresen once, Les Sables DOlonne.
Eso sucederá la noche de este sábado o la muy mediática mañana del domingo. Y cuando ocurra todos olvidarán al ganador y se centrarán en el resto de los supervivientes. Jourdain, alias Bilou, ha confirmado que ha perdido el bulbo, navega más ligero sin duda, pero su 60 pies se ha convertido en algo parecido a una tabla de windsurf del tamaño de un autobús, inestable como un avión de papel. El bulbo, contrapeso sumergido en forma de torpedo al final de la quilla, aguantó mientras ascendió el Atlántico sur y sorteó penosamente las calmas ecuatoriales frente al Brasil. En el Atlántico norte el argumento cambia, vientos fuertes y oleaje han acabado de romper lo que ya debió quedar muy resentido con el triste encuentro de las Malvinas.
A 650 millas de Las Azores el Veolia se arrastra con el mínimo de velas posible, lastrado con depósitos de agua para darle el máximo de estabilidad, en las rudas manos de un patrón que sólo piensa en Mike Goldíng, el navegante inglés que en la anterior edición navegó las últimas 60 millas sin bulbo ni quilla, con todas las televisiones muy seguras de filmar un naufragio en directo, pero que al final ofrecieron a un inglés exultante y feliz amarrando su ruinoso Ecover al muelle del que salió. Pero a Bilou, aunque sólo haya perdido el bulbo y conserve la quilla, le quedan casi 2000 millas.
CAMBIOS EN EL ESCALAFÓN
Suceda lo que suceda, el Veolia ya no es competencia y la regata, que no deja de ser una prueba deportiva, continúa. Y la desgracia ajena, es ley de vida, hace salivar a los competidores. El tercero hoy, Armel Le Cleach en el Brit Air, subirá casi seguro al segundo lugar y facilitará un puesto en el podio a uno de sus dos perseguidores, que en estos días se disponen a cruzar el ecuador: la inglesa Samantha Davies (Roxy), y más de 100 millas por detrás el francés Marc Guillemot (Safran). Éste último cuenta con un as en la manga: las horas de compensación que le dieron por desviarse de su ruta y auxiliar hasta que fue rescatado a Yann Elies, quién con una pierna rota, fue evacuado por la armada australiana al sur, muy al sur, de Australia.
En cualquier caso, al final el tercero compartirá el honor ex aequo con Vincent Riou, premiado con esa plaza en la clasificación final por la organización. El motivo: salvar de una muerte casi segura y muy fría, la noche del 5 de enero, a costa de perder su palo en la operación, al competidor que le precedía, Jean Le Cam, quién pasó la noche mas angustiosa de su vida en el interior de su barco volcado a 200 millas del Cabo de Hornos.
Por detrás, de momento todo sigue igual. Cinco barcos ascienden el Atlántico y los dos últimos están todavía en el sur del Pacífico a menos de 1000 millas de cambiar de océano. Cuando el domingo el ganador atienda a la prensa, 7000 millas al sur, pasando a la vista del temido Cabo de Hornos, dos navegantes solitarios, cada uno muy a solas en su barco, estarán planeando como ganarle unas millas a su par. Cualquier cosa con tal de no acabar el último.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Citar este verso de Machado no puede ser más ocurrente al hablar de Mariano Rajoy. Tras la renuncia de Zapatero y las voces que señalan que la estrategia popular podría verse dañada, es necesario preguntarse algo. ¿Ha hecho camino Rajoy? ¿Se ha preparado para ser presidente? Quizás la respuesta sorprenda.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Algunos luchamos por tener los pies en suelo.” Lo decía ayer en su Twitter Raül Romeva, uno de los cuatro eurodiputados españoles (Oriol Junqueras, de ERC, Ramon Tremosa, de CiU, Rosa Estarás del PP y él, de ICV) que apoyaron la enmienda para evitar que el presupuesto comunitario de 2012 contemple los vuelos en primera clase de los parlamentarios europeos. No era una excepción. Lo escribía ahí porque es lo que hace siempre: ser transparente.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.” De esta manera, Zapatero ha puesto las primarias en el punto de mira tras anunciar que no será candidato a la reelección. Tras este anuncio, observamos algunas reflexiones sobre el proceso
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.