Gusto, susto y disgusto

Un reparto de cine para la nueva serie de intriga de Telecinco. ¿Cómo fue el estreno de 'Acusados'? Recuerda las series que intentaron hacer justicia sin demasiado éxito.

José Coronado y Goya Toledo son pareja en 'Acusados' (Telecinco).

¡Qué gusto! Ya era hora de que se hiciera justicia con Coronado, deseoso de aparcar los yogures por saborear una serie de éxito. El bueno de José, que cual Paco Rabal ha ido mejorando con los años, lo ha intentado tenazmente desde que abandonara la redacción de Periodistas. Entre sus últimas profesiones frustradas figuraran la de bombero, político y detective (Código Fuego, Los ochenta y RIS. Científica).

Cuenta Acusados con un reparto de esos que no escatiman en talento: Silvia Abascal, la víctima gore de lo que será el secuestro que sirva de hilo argumental para los próximos capítulos, Blanca Portillo, alejada de la comedia aún tiene más fuerza y carisma, el propio Coronado, contenido y potente, Doña Goya Toledo, la eterna amiga de Pé para el público consumidor de prensa rosa, pero una actriz con una estrella que echa para atrás (imposible olvidarla por su desgarrador trabajo en Amores Perros), e Isabel Serrano, que tras errar con CLA No somos Ángeles vuelve a intentarlo acompañada de un reparto por fin a su altura.

Siempre dispuesto a criticar los nuevos productos de ficción por ser testarudamente utópico y pedirle a la tele que me sirva otros platos más exquisitos que las tapas de Aída, creo que Acusados es una serie que se deja ver y seguir, gracias a una sabrosa trama con actores de infarto. De entrada, en el primer capítulo no cometieron los errores retorcidos de aquella surrealista Motivos Personales donde los extraterrestres y el Ántrax eran lo único que le faltaba para justificar las tramas.

Los creadores de Acusados, que quizá hayan mirado al otro lado del charco para ver cómo era el gabinete de Glenn Close en Daños y perjuicios, han sabido resolver con intriga su primer capítulo, definiendo a los personajes que conformarán la serie, haciendo atractivo su seguimiento y creando la tensión necesaria para no desconectar ni un segundo.

El anuncio publicitario llegó una hora después del comienzo y tras esta frase:

- "Voy a contarte algo que nadie más sabe, absolutamente nadie más, y quiero que quede entre tú y yo. ¿Entendido?"

- "Sí"  (Publicidad).

¿Cómo no ser cómplice de los programadores de Telecinco ante tal acierto de enganche?

El disgusto llegó cuando tras los comerciales apenas se nos ofreció algo más que el resumen de lo que será el segundo episodio de la serie. Acusados.

SOSPECHOSOS HABITUALES

La audiencia quedó rendida a los pies de Juan Echanove e Imanol Arias cuando a finales de los ochenta nos presentaron los casos de Turno de oficio, uno de los mayores éxitos de TVE que vivió una secuela años más tarde (Turno de oficio: Diez años después). Desde entonces las series de abogados made in Spain no han conseguido el mismo veredicto por parte del público.

Toni Cantó lo intentó en 2000 con La ley y la vida (TVE); un año más tarde, Telecinco probaría suerte estrenando Abogados con Javier Albalá y Roberto Álvarez; La pública lo volvió a intentar en 2005 con otra ficción tan fugaz como sus casos: Al filo de la ley, con Leonardo Sbaraglia, Natalia Verbeke.

Antena 3 se fijó en Javier Cámara para dirigir el despacho de Lex (serie que aún permanece en antena). La privada ya lo había tratado años antes con Lobos, con Sancho Gracia y Cayetana Guillén Cuervo. Ninguna de ellas consiguió seducir a la audiencia.

Sin embargo, las importaciones de ficciones americanas con picapleitos como protagonistas han tenido buena respuesta popular. Tal es el caso de Juzgado de guardia, La ley de los ángeles, Ley y Orden, Shark o Ally McBeal, por poner unos ejemplos.

NOTA: El estreno de Acusados  consiguió 2.996.000 espectadores y un 16,2% de cuota de pantalla este miércoles en Telecinco, siendo superada por la asentada Los hombres de Paco (3.311.000 y 18.2%) de Antena 3.