« RICH, YES YOU CAN ! »

Al mediodía de hoy lunes, hora francesa, Rich Wilson, el decano(59 años) de la flota de la VI Vendeee Globe www.vendeeglobe.fr ha pasado, a bordo del Great American III del Pacífico al Atlántico sorteando el Cabo de Hornos con vientos del norte de más de 40 nudos y mar formada. Judson Hamblett, de la embajada de Estados Unidos en París ha felicitado al único norteamericano inscrito en la regata con tan obamesca frase. Cambiar de océano por el punto mas inhóspito del planeta es una extraña costumbre que tiene este singular marino bostoniano. Lo ha hecho en bastantes ocasiones y en una de ellas naufragó. Mientras, el líder indiscutible de la vuelta al mundo a vela en solitario, sin escalas y sin asistencia, Michel Desjoyeaux (Foncia) apura entre las Canarias y las Azores las menos de 2000 millas que le quedan por recorrer para batir el record de la regata, 87 días, establecido en la edición de 2005 por Vincent Riou. El resto de la flota no da la batalla por perdida y desde el segundo a los últimos puestos, el 11 y el 12, se lucha por arañar unas millas y ascender una plaza en la clasificación final.

Rich Wilson pasara tres meses en esa bañera

Solo Raphael Dinelli, Fundation Ocean Vital y Norbert Sedalcek, Nautisport Kapsch, continúan en el Pacífico. Acaban de pasar la última de las zonas de control por baliza GPS que impide a los navegantes acercarse peligrosamente al sur para recortar distancias, y alcanzarán el Atlántico en el fin de semana, casi a la vez que corone la prueba en les Sables D’Òlonne, el Foncia. Después de la inesperada borrasca, viento de 60 nudos y olas de 11 metros, que castigó a los cuatro navegantes que precedieron a Wilson en superar el Cabo de Hornos, las condiciones meteorológicas se han dulcificado. Vientos fuertes y estables están llevando en volandas a los últimos inscritos a recortar la inmensa distancia, más de 7000 millas, todo un océano, que les separa de la cabeza de la regata.

Sus muy rodados barcos, los tres con más de una vuelta al mundo en regata en su curriculum, empiezan a mostrar signos de fatiga. Dinelli no ha sufrido daños reseñables pero problemas en los aparejos han mantenido más de 7 horas al austriaco Sedalcek subiendo y bjando de la arboladura bajo la lluvia reparando poleas y un ascenso parecido tuvo que realizar el sábado el viejo profesor de Harvard http://www.sitesalive.com/. El norteamericano Wilson, paso el sábado 25 de enero un montón de horas en la cima del palo enfrascado en torturas parecidas pero también según comunicó por radio a la organización, ”Dediqué unas horas al orden doméstico, hice dos siestas por la mañana, y tuve tiempo para leer el discurso de inauguración de Obama, ¡Brillante! Se lo recomiendo a todo el mundo”.

LUCHANDO POR UN PUESTO MEJOR

La segunda y la tercera plaza parecen aseguradas salvo contratiempos de última hora, Roland Jourdain a bordo del Veolia se mantiene a 500 millas del primero, más pendiente de que esa diferencia no crezca que de incrementar la que mantiene sobre el tercero, Armel Le Cleac’h que sigue su trayectoria a bordo del Brit Air, ambos ya en el hemisferio norte. Cinco barcos se amontonan frente a las costas brasileñas y es en esa zona de calmas ecuatoriales donde las estrategias, la fatiga de materiales y los golpes de suerte pueden cambiar el orden de una noche a otra.

A menos de 3 millas del francés Marc Gillemot (Safran), la inglesa Samantha Davies (Roxy) ha dado una lección de táctica y coraje. No se dejará arrebatar fácilmente la cuarta posición que mantenía desde hace casi un mes, y ha sabido corregir su error de adentrarse en el Atlántico para atravesar las latitudes en las que los alisios del sur son la imagen misma del caos. Guillemot navegando pegado a la costa, logró sobrepasar a la inglesa y adelantarse casi 300 millas. Samantha cambió su estrategia, se fue tras él y ha logrado reducir la distancia hasta navegara a la vista. Muy desesperante después del palizón que se dio el francés. Marc ha navegado los últimos tres días sin dejar la cubierta, entre pesqueros sin luces y plataformas petrolíferas. Todo un slalom para lograr bien poco.

Solo trescientas millas por detrás, algo más de un día de navegación, otra pareja mixta, el inglés Brian Thomson (Pindar) y la también inglesa Dee Caffari (Aviva), confían que la suerte, un flujo de viento inesperado y algún contratiempo como los que han padecido ellos inviertan las posiciones. Muy por detrás el francés Arnaud Boissieres en el Akena Verandas ha visto como día a día su barco, con más de 10 años a flote y 120.000 millas recorridas, mantiene su ritmo y no consiente esfuerzos. Y a más de 700 millas en su estela, un muchachote inglés de la inagotable cantera británica, Steve White en el Toe in The Water, todavía celebra su primer paso en solitario por el Cabo de Hornos, precediendo a un cada día más ilustre profesor de Harvard, egresado del MIT y feliz jubilado y navegante solitario, todo un ejemplo de vida plena.