¿Soy un parado 2.0?

Con la que está cayendo ahí fuera, uno se pregunta si esos tres millones y pico de parados son todos iguales. ¿Cómo buscarán empleo?. ¿Realmente están parados?.

Si deciden prescindir de nuestros servicios y nos convertimos en "parados", y aquí sigo a mi profesor David Anisi (in memorian), debemos tener en cuenta que el significado de "parado" es no tener un trabajo legal, ni más ni menos, y que parados solo están los muertos. Por tanto, ¿qué podemos hacer? Es evidente que si no tenemos trabajo legal, la alternativa es un trabajo ilegal o extramercado. Los individuos intentarán buscarse la vida con trabajos ilegales pero aceptados socialmente (cuidadores, limpieza, chapuzas, etc), otros lo harán en la economía sumergida que también está socialmente aceptada y otros optarán por un trabajo ilegal y socialmente rechazable como la delincuencia. Quedaría un último grupo que, ante la angustia de la situación personal, se decantará por las drogas, legales o ilegales.

Ahora bien, si tenemos en cuenta los que van a buscar un trabajo legal también habrá muchos tipos de situaciones. De momento todo el mundo parece pasar por la oficina del INEM, donde los procesos son un poco perversos. Te das de alta como demandante de empleo, ante una simpática señorita que recoje tus datos profesionales y vitales. Luego, con esa demanda de empleo, y si has tenido un empleo legal anterior, solicitas tu prestación social. El problema principal de estas oficinas es que son meras fábricas de tramitaciones, no de colocaciones.

Una vez realizado el trámite, tienes dos opciones. ¿Eres un analfabeto tecnológico? Despídete de todo lo que sea encontrar trabajo por Internet. Recurre a tus amigos más cercanos y a los periodicos que aún incluyen ofertas de empleo.

Si eres un instruido en internet puedes irte a Infojobs o similares e incluir tu CV a través de sus páginas. Y te lanzas a la búsqueda de empleo, pero recuerda la ley de Pareto del 80/20: el 80% de la gente busca en el 20% de las ofertas. Estas páginas son buscadores de empleo 1.0, y cada vez cumplen menos las expectativas de los usuarios y de las empresas. Aún así, son válidas para determinados trabajos poco cualificados o para desempleados sin experiencia profesional.

La mejor forma para encontrar trabajo siempre han sido las relaciones personales. Y aquí es donde entran en juego las redes sociales (Facebook y similares) y profesionales (LinkedIn, Xing, etc) que ya casi todos conocemos y que pueden multiplicar el acceso a tus contactos. Muchas compañías buscan directamente en estas redes a sus futuros colaboradores. Se cambia el concepto de frío envio de CV por una comunicación directa entre el candidato y la empresa. Desde luego este método es muy valioso para las empresas que pueden descartar a los candidatos mucho más rápidamente y con más criterios que con un simple documento de dos hojas.

Imaginad redes por profesiones: si eres albañil, peón, etc, sube tu perfil, añade recomendaciones de tus antiguos compañeros, fotos de tus trabajos anteriores, etc. las empresas saben dónde acudir y te hacen ofertas. Ahorro de tiempo y dinero que, al final, es lo mismo. En el asunto de la búsqueda de empleo 2.0 aún estamos lejos de encontrar un modelo eficaz que no incluya solamente a un determinado perfil de profesionales y que, por supuesto, lo utilice también la administración. Y tú: ¿estás muerto?.