Un disco del Europingüino

Pues sí, parece que aunque muchos ya no pensemos en ti, sino en Guayominí, manteniéndonos firmes junto al estancado estandarte pingüinero, prietas la filas y jurando por el Arzobispo Makarios, el resto de eurovisivos votantes elevan a sus candidatos a cotas inalcanzables, ¡Al cielo con ellos!, cual costaleros internautas, perdiéndose entre las alturas de la tabla a la velocidad de una Puch Condor trucá. Menos mal que no todo está perdido ya que sus acólitos, como le ocurría a Benito Carrizosa, estamos contentos pues tenemos un disco del Pingüino.

Disfrutar con las desgracias ajenas

El mío, Disfrutar con las desgracias ajenas -en vinilo, of course-, lo guardo como oro en paño, como si de un incunable se tratase, junto con un añejo póster de Maradona con la leyenda Drogas No y los restos de carrocería de lo que un día fue un flamante Lancia Stratos, que quemaba goma por las ajadas pistas de mi excalextrix en carreras y persecuciones que ni en las pelis del Torete de José Antonio de la Loma.

La portada tiene su toque. Según cuentan, el tierno infante que aparece dentro del cajón de madera con ruedas, digno de una aventura de Zipi y Zape, con una especie de paquete de clinnex con el nombre de Viceroy rotulado en el exterior, cual prehistórico modelo de la marca, es ni más ni menos que don José Luis. Dentro nos obsequia con un escueto cuadernillo con las letras, donde aparece él en la foto delantera, luciendo una clásica camisa ochentera de mini flower power abotonada hasta el gañote, tipo Gila, mientras que la parte de atrás posan las pinguinettes, tres chicas que le acompañaban en los directos.

El disco no tiene desperdicio. Con doce canciones la mayoría de las cuales dejan al que las escucha con una sonrisa en los labios durante un buen rato. Desde las de ritmo trepidante como Arqueología en mi jardín, La Diligencia, El Club de Tenis, He-Man y Barbie, hasta otras más tranquilas, pero no por ello aburridas, como Trabajando en la carretera o la mítica Balada de Benito Carrizosa.

  Arqueología en mi jardín

Para rematar con todo, el Pingüino nos obsequia con una dedicatoria que es toda una declaración de intenciones sobre su peculiar filosofía de vida y con la que estoy por cierto muy de acuerdo. “ A todos los que alguna vez han dicho que ellos podrían hacer fácilmente lo que yo hago, por tener la gentileza de no haberlo intentado todavía”.

Este disco fue producido por Mario Gil, el cincuenta por ciento actual del grupo, curtido en famosos grupos de La Movida como La Mode o Paraíso, donde tocó junto a Fernando Márquez, el Zurdo, hasta que poco a poco cada uno fue evolucionando y eligiendo otro derroteros, el pop divertido y absurdo del Pingüino en el caso de Mario, la política durante una breve época y la literatura en el caso de el Zurdo, con algunos escritos como la revista El corazón del bosque, que aunque no estaba mal, era un verdadero leño.

Aunque en los últimos años el Pingüino apenas saca discos, con la excepción de Piromanía, y se dedica solo a dar conciertos, principalmente por Madrid capital y pueblos adyacentes, sus seguidores esperamos que en breve nos deleite con una nueva y divertida creación a las que nos tiene acostumbrados. No obstante, los conciertos son apoteósicos, doy fe, pues como buen fan, he tenido que tirar de ave más de una vez para ir a verlo a La Riviera, La Botellita o la Sala Clamores, y cantar a pleno pulmón canción sus grandes éxitos junto al amplio repertorio que conforma su obra social, con carpetovetónicas versiones de antiguos hits internacionales a los que ha dado una traducción libre y para partirse el ojete, que diría un chanante.

    Un disco del Fary

En fin, el Pingüino no partirá a las gélidas tierras de los ruskis a defender el honor patrio, pero podemos escuchar su Perestroika para ponernos en situación, y disfrutar a su vez con el visionado de todos esos vídeos de promosao que continuamente hacen para ver si los votan, donde por cierto Mario hace gala de una dicción y tono de voz envidiable que podría sentar en el banquillo a Peter Piqueras si coinciden en un casting de presentadores.