Lo que me pone ‘malito’ de las series españolas

Desde hace un tiempo la ficción nacional está ganando en calidad y aunque todavía estemos lejos de lo que se hace al otro lado del charco, sí que se puede estar muy orgulloso con algunos resultados. Sin embargo, hay asuntos, probablemente heredados de los hermanos mayores americanos y exagerados al modo patrio, que me ponen muy ‘malito’.

Sin la publicidad no se puede vivir, indiscutible, pero las fórmulas a veces dan grima. Me empieza a preocupar un asunto de ‘El internado’. Todas las semanas Amparo Baró, Jacinta, recibe un ‘paquetito’ de la empresa X. Ya no sólo me disgustan los primeros planos de la caja para que se vea bien el logotipo, que cualquier día le salta un ojo a alguien, sino lo que pueda pensar el espectador. Se estará sacando Jacinta un ‘dinerillo extra’ mediante fórmulas de dudosa legalidad. Todas las semanas, mismo paquete, nunca se ve el contenido. Es así, la crisis es para todos.

Una seria que me sugiera dudas es ‘LEX’. Está claro que cuanto mayor sea el escote de Kira Miró menos van a interesar las tramas, el espectador pulula por ‘otros’ horizontes. Sin embargo, lo que perturba mi karma es la salud de Clara Lago, la actriz que hace de hermana de Javier Cámara. No se en qué época del año estarán en este bufete, está claro que de olas de frío nada saben. A esta chiquilla le quedan cinco minutos para pillarse un resfriado. La crisis también les afecta, y es que tienen ropa para todo el reparto menos para la hermana del protagonista. Ningún problema como espectador, pero yo paso frío por ella.

Otro asunto que hace que se me vuelvan los ojos del revés son las bandas sonoras. Igual que me gustan algunas, como la de ‘Cazadores de hombres’, a cargo de Carlos Jean, la de ‘LEX’, 'ojú'! En cuanto se ponen tiernos aparece la ‘musiquilla’ de melodrama que me recuerda mucho a un simpático doctor, ¿es la de ‘House’ en su versión pobre? Nuevamente la crisis puede que haga acto de presencia.

Donde no parece que se note la actual coyuntura económica es en el gran mal de las series españolas. La duración de los capítulos, nada nuevo. El caso es que entiendo que la producción de un capítulo de ‘Guante blanco’, por ejemplo, de 75 minutos de duración, no tiene que ser barato. Porqué no se dan cuenta los señores directivos de la posibilidad de acortar veinte minutos y así quizás mantener una atención sin baches, mantener al espectador y mantener la serie. Probablemente durarían más productos de calidad como esta historia de policías y ladrones, algo diferente.

En fin, detalles de la ficción de casa, la crisis es lo que tiene, aumenta el consumo de tele, mientras no la cobren…