Mobbing a los subcontratados de Orange.

Desde el día 20 de Noviembre, la dirección de France Telecom España, está instando a su personal externo a abandonar sus instalaciones por presiones recibidas desde la Sección Sindical Estatal Intercentros de CCOO en Orange. 

Al parecer, desde el expediente de regulación de empleo llevado a cabo por la empresa, y que afectó a 600 trabajadores de la compañia, se han sucedido contrataciones de algunos empleados que antes eran internos en la compañía Orange y ahora están subcontratados por empresas externas, desarrollando en sus mismos puestos de trabajo sus mismas funciones. Esto ha indignado a la sección sindical de CCOO en Orange, que ha puesto cartas en el asunto, y ha obligado a la dirección a cumplir un Acta  de acuerdo en el que la compañia se comprometía a no externalizar servicios antes del 1 de Enero de 2010, algo que inmediatamente después del ERE se ha producido. Este Acta, que se firmó previa al ERE, no se ha cumplido, pues en estos momentos son hasta 70 personas los empleados externos trabajando en el edificio "Meneses" de Orange en Madrid, y desarrollando funciones que antes estaban designadas al personal interno de la empresa, y ocupando espacios comunes y en ocasiones usando equipos, infraestructuras y material prestado por la compañia principal.

Mientras los trabajadores internos de Orange, y sus comités de empresa, defienden los derechos de sus trabajadores, los trabajadores externos y subcontratados, están siendo recolocados como "rebaños de ovejas" en otros centros de la compañia de forma temporal. El malestar del comité de empresa del edificio de Meneses, ha provocado la salida de unos 40 trabajadores a otra ubicación de la compañia. Los trabajadores externos, han sido los directamente afectados por este conflicto laboral dentro de la compañia, y por norma general, como viene siendo habitual en los casos de subcontrataciones, carecen de representantes sindicales que les defiendan ante abusos como estos en los que de un día a otro se cambia de ubicación a un trabajador o se abusa de ellos para realizar tareas que corresponden a la organización interna de una empresa.

En los próximos días y de forma inminente, tal y como aseguran desde la sección sindical, serán transladados todo el personal externo. Esto obstaculiza el desarrollo normal del trabajo para las subcontratas de Orange, y para el desarrollo interno de los proyectos de la compañía. A esta última, parece importarle poco las condiciones laborales del personal que subcontrata, a expensas de evitar una denuncia que a buen seguro prosperaría, ya que según la última reforma laboral, es una cesión ilegal aquella en la que el objeto del contrato de servicios entre empresas se limita a una mera puesta a disposición de trabajadores de una a otra; o aquella en la que se carezca de actividad u organización propia y estable o no se cuente con medios necesarios para ello. En el caso que tratamos, la gran mayoría de estos 70 trabajadores, son personal cedido por distintas subcontratatas a Orange para desarrollar tareas propias de la empresa y en las instalaciones de la misma, por lo que es Orange quien debiera asumir el contrato de este personal.

Está por aclarar, por qué la urgencia para que el personal externo abandone la compañia o sea reubicado temporalmente. ¿Miedo a la denuncia de los sindicatos a Orange? ¿Miedo a las denuncias individuales de los subcontratados?

Mientras, las subcontratas deben asumir de forma inminente dentro de sus organizaciones, (si poseen de las mismas) a los trabajadores, para que Orange no incumpla la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social. Y los trabajadores externos, a verlas venir. Un día aquí, y mañana allí. En muchos de los casos, es poco probable que un trabajador externo pueda hablar, pues se les obliga por parte de la subcontrata a firmar un acta de confidencialidad sobre todo lo concerniente a la empresa a la que va a trabajar, otra práctica ilegal que pretende evitar el silencio de los subcontratados por los abusos que sufren.