Los muertos más rentables del año

Lo que es la vida. Mientras en los próximos días la gente dejará flores sobre las tumbas de sus difuntos, muchos de los cuales abandonaron este mundo dejándoles a sus familiares y queridas junto al piso, el coche y la casa del pueblo que se está cayendo, una generosa púa debida a algún prestamillo que le concedió una financiera de interés usurero, otros, igual de muertos que ellos, obsequian a sus descendientes con unas rentas post mortem que en muchos casos no las ganaron ni cuando estaban vivos.

El producto más rentable

Pues sí. La famosa lista Forbes, esa especie de áurico panfleto donde aparecen grabados cada año los nombres de los más ricos del planeta, que la revista del mismo nombre se encarga de anunciar a los cuatro vientos, pues también tiene una lista de los muertos que generan más beneficios, con el consiguiente mosqueo de los mismos, estoy convencido, pues allá donde estén, seguro que están con el colmillo retorcido –si les queda alguno- por como los demás se lo llevan muerto, y nunca mejor dicho.

Este año, como en 2006, de nuevo vuelve a ser Elvis, que ganó más incluso que Madonna. Mientras la caprichosa –Guy Ritchie said- y atlética cantante se dejaba la piel en los escenarios durante el 2007, ganando 40 millones de dólares, que tampoco es moco de pavo, el amigo Elvis, un crack siempre, sin despeinarse el tupé generó 52 millones de dólares, toma ya. A base de discos, chapitas, visitas a Graceland, y veinte mil cosas más de su múltiple merchandaising, el viejo e inmortal rockero es una verdadera churrería, como se pudo ver también en 2006 cuando con motivo de su treinta aniversario se vendieron millones de discos y demás parafernalia que dio lugar a otros 49 millones de dólares, uno detrás de otro.

 30 años no es nada

El segundo de los fenecidos más rentables fue Charles Schultz, creador del famoso perro Snoopy y muerto hace ocho años. Es curioso que tal bicho genere tanto beneficio, pues la verdad a mí siempre me pareció un poco insulso y con fecha de caducidad, un mero icono pop del que los pijos se apropiaron en los ochenta para lucir en su vespas y vespinos, aunque veo que estoy totalmente equivocado pues el chucho generó el año pasado 33 millones de dólares, gracias a un acuerdo alcanzado entre sus herederos y la Warner Bros. Este perro, protagonista de las historietas de Peanuts es imagen también de los anuncios de Pepsi, de las tiendas Wal-Mart, H&M, y las tarjetas de Hallmark. Bravo por Schultz, un monstruo.

 Origen e historia de Schultz y Snoopy

En tercer lugar tenemos a Heath Ledger, la gran esperanza blanca del cine de los últimos años, un actor al que su papel en Batman iba a convertir en un nuevo mito de Hollywood pero al que una dosis mal calculada le llevó al Olimpo de los jóvenes actores que abandonan este mundo para, convertidos en mitos, protagonizar sus mejores papeles en el imaginario colectivo de sus fans. Desde allí comparte tablas seguramente con James Dean y River Phoenix, mientras en la tierra genera ganacias de 20 millones de dólares.

 Heath Ledger, nace un nuevo mito

Junto a estas tres fábricas de money, aparecen, un poco más abajo y en diferentes puestos gente como J.R.R Tolkien, a quien la saga cinematográfica ha beneficiado bastante, John Lennon, Bob Marley, Jimi Hendrix, Sinatra, etc. Sin embargo, muchas veces, tal dinero no va a parar a sus herederos directamente sino a los estudios y productoras en caso de los actores y discográficas en caso de cantantes. Así que sus descendientes se pasan el día batiéndose el cobre con sus rivales para poder agarrar la mayor tajada posible.