6 claves para hacer fotos de cine desde tu móvil

Algunos modelos de teléfono integran cámaras con resoluciones de 5 y hasta 8 megapíxeles. Aprende a sacarles el máximo partido.

En España ya podemos disfrutar de móviles como el Nokia N96 o el Samsung Omnia, que integran una cámara con una resolución de 5 megapíxeles y que tienen poco que envidiarle a las cámaras digitales convencionales.

Sin embargo, todavía no llevamos al nivel de países como Corea, donde ya disponen de terminales como el Samsung SCH-B600, con 10 megapíxeles, zoom óptico…

Pero como no tenemos por qué esperar de brazos cruzados a que esa tecnología llegue a nuestras manos, te vamos a dar seis consejos básicos para sacarle el mayor partido a la cámara de tu móvil, al margen de la calidad que tenga. No esperes llevarte el premio Pulitzer, pero tus instantáneas mejorarán considerablemente y quedarán... ¡de cine!

1. Defecto... retardado. La clave es anticiparte. 

Si ya has hecho fotos con tu móvil, vas a saber rápidamente de qué hablamos. Desde que pulsas el disparador hasta que graba la foto (suena el mítico clic), pasan entre uno y dos segundos (lo que tarda la cámara en ajustar sus parámetros).

Parece poco tiempo, pero es más que suficiente para estropearte una instantánea. Tienes que tenerlo en cuenta, sobre todo en determinadas situaciones.

Por ejemplo, es difícil hacer que un niño se mantenga quieto mirando a tu objetivo, así que enfócale, dispara, y en ese instante llámale para que te mire justo antes de que la cámara haga la foto.

Tenlo en cuenta también si pretendes fotografiar situaciones rápidas, como deportes. Ya sabes: en tu anticipación está la clave.

2. Evita el zoom. Mejor acércate tú.

En fotografía, existen dos tipos diferentes de zoom: óptico y digital. El primero, nos permite acercar el encuadre sin perder resolución, mientras que el segundo merma considerablemente la calidad de la imagen. ¿El problema? La inmensa mayoría de los móviles (salvo excepciones como el Samsung SGH-G800) sólo tienen zoom digital.

¿La solución? No utilizarlo, así de claro. Si tu terminal tiene al menos 4 megapíxeles, puedes emplearlo moderadamente, pero intenta siempre ser tú quien se acerque directamente al objeto a retratar: entre un metro y medio y dos metros conseguirás unas fotos más nítidas y menos pixeladas.

3. ¡Hágase la luz! Instantáneas brillantes. 

La óptica de los objetivos de estas cámaras es, en general, mala, por lo que necesitan que la imagen a captar refleje mucha luz. Esto implica dos cosas: que debes intentar en la medida de lo posible hacer fotos en lugares luminosos (mejor con sol que con sombra, o a alguien con ropa blanca que negra) y que tienes que tener en cuenta que el tiempo de exposición será largo. Es decir, la foto no se hará en milésimas de segundo y, por lo tanto, si te mueves tú o se mueve el retratado durante la exposición, la imagen saldrá movida.

Consejo: convéncele de que se mantenga quietecito y tú haz un alarde de pulso e incluso intenta apoyar el teléfono en algún lugar. Ganarás nitidez de forma considerable.

4. El flash, tu mejor amigo. Suaviza las sombras. 

Si piensas que el flash sólo se utiliza en circunstancias de poca luz, estás equivocado. Por supuesto, si la luz del ambiente es escasa, la iluminación adicional se hace imprescindible, pero el flash tiene otra función.

Seguro que te has fijado alguna vez en las molestas sombras que tienen algunas fotos, en especial los retratos: se pueden evitar con el llamado flash de relleno.

La técnica es simple: si, antes de disparar, ves que la cara del retratado tiene zonas en sombra, activa el flash, aunque el fotómetro de tu cámara no lo pida (no es posible hacerlo en todos los modelos). Así, la iluminación quedará uniforme, y la imagen dará sensación de tener mucha más calidad.

5. ¡No borrar! Milagroso retoque. 

Es cierto que las pantallas de los móviles han mejorado mucho su calidad pero, aún así, no muestran fielmente las características de las imágenes.

Por eso, te recomendamos que no borres las fotos de tu terminal hasta que las hayas volcado en el ordenador, porque te puedes llevar sorpresas muy agradables.

Además, de esta forma ahorrarás mucha batería de tu móvil. Una vez que tengas las fotos en tu disco duro, cualquier programa de retoque digital de imágenes te permitirá optimizar la luz, el contraste...

No lo olvides: una foto regular, previo paso por la edición digital, puede convertirse en otra espectacular. Ya habrá tiempo para borrarla.

6. ¡Alto, no dispares! No eres un paparazzi. 

Llevar una cámara siempre a mano puede traerte muchas satisfacciones, pero debes tener en cuenta que la gente tiene derecho a su intimidad.

Por eso conviene que, antes de fotografiar a nadie, le pidas su consentimiento.

Además, conviene que sepas que hay lugares públicos donde te pueden llamar la atención e incluso prohibirte disparar sin haber solicitado permiso: en el metro, estaciones de tren, hospitales, escaparates, comisarías, centros comerciales… Tenlo en cuenta y te ahorrarás momentos incómodos.