Quince años en el motor de un autobús

El 7 de abril de 1993 la recién creada discográfica independiente Elefant Records lanza al mercado ‘Medusa EP’, vinilo de cuatro canciones que supone el estreno discográfico de Los Planetas. Quince años después de aquello, un amplio elenco de bandas del panorama nacional rinde homenaje a la banda granadina para celebrar la efeméride. La cita tendrá lugar en L’Auditori de Barcelona y tendrá por nombre ‘La leyenda de Los Planetas’.

Los Planetas no eran unos desconocidos antes de la edición de ‘Medusa EP’. Jesús Ordovás y Julio Ruiz llevaban ya meses radiando su maqueta en Radio 3 (fue maqueta del año en 1992 para los oyentes de Disco Grande) y eran la gran esperanza de la emergente escena indie. ‘Mi hermana pequeña’, canción incluida en dicha maqueta y posteriormente en ‘Medusa EP’, fue el primer hit del grupo y de la escena independiente estatal. La canción fue elegida como la mejor del año por la revista Rockdelux en 1992. La primera formación del grupo estaba integrada por J (voz y guitarra), Florent (guitarra), May (bajo) y Paco (batería).

“Así que algo importante está a punto de ocurrir”

Mientras el grupo completaba las canciones de lo que sería su primer álbum la expectación crecía en torno a ellos. Con Los Planetas nunca existieron medias tintas. Sólo cabe amor u odio. Los fans caían rendidos ante un grupo español que por fin fabricaba música homologable a sus referentes foráneos (de la Velvet a Sonic Youth; de Joy Division a Spacemen 3) en su idioma. Los más críticos les despreciaban por su impericia instrumental y por la ininteligible voz nasal de J escondida entre capas de guitarras (“¿en qué idioma cantan estos?” era la frase más escuchada en aquella época en sus conciertos).

La multinacional RCA, buscando imitar el éxito fuera de nuestras fronteras de grupos como Nirvana, ofrece a Los Planetas un contrato para publicar su primer disco. La banda acepta, lo que les granjea la crítica del integrismo indie, que les acusa de venderse al vil metal. Pese a las críticas, poco tardaron Los Planetas en demostrar lo insobornable de su propuesta musical. ‘Super 8’ (1994), su disco de debut, entra por la puerta grande del pop nacional ya desde la magnífica portada de Javier Aramburu, ese muñeco de flequillo y camiseta de rayas que empuña su guitarra sumergido en una espiral arco iris, que se convertiría con el tiempo en icono oficioso del indie nacional.

El grupo muestra ya su facilidad para facturar singles potentes y directos llamados a convertirse en himnos generacionales –notables ‘Qué puedo hacer’ y ‘Briggite’, sobresaliente ‘De viaje’-, aunque también deja patente su gusto por hacer canciones oscuras, psicodélicas y menos accesibles. Si el nivel se mantiene alto durante todo el álbum, lo mejor se reserva para el final, con el homenaje a Ian Curtis en ‘Desorden’ y el escalofriante viaje psicodélico que supone ‘La caja del diablo’, tema que no para de crecer en sucesivas escuchas y que el grupo solía alargar hasta el cuarto de hora en sus conciertos. La certera producción de Fino Oyonarte –en Los Enemigos por aquel entonces; ahora en Clovis- y las acertadas letras de amor post-adolescente con que se identifica toda una generación completan el mejor debut posible.

“Recorremos el camino sin volvernos hacia atrás”

Las ventas de ‘Super 8’, pese a estar muy por encima de la media de grupos independientes, no alcanzan lo ansiado por la compañía. Paco abandona la batería y entra en su lugar Raúl Santos, luego SupercineXcene. El grupo se prepara para su segundo disco, que saldrá en 1996 y llevará como título un escueto ‘Pop’. La búsqueda de un disco más pop y accesible no obtiene los resultados comerciales esperados. Pese a que se trata de un buen puñado de canciones, no llega al nivel de su disco de debut. Ni ‘DB’ –homenaje a David Baker, por aquel entonces en Mercury Rev- es ‘La caja del diablo’, ni ‘Himno generacional #83’ –título con el que ironizan con la condición de portavoces generacionales que la prensa les había adjudicado- es ‘De viaje’. Tampoco la producción de Kurt Ralske, demasiado pulida, ayuda. Se trata, no obstante, de un disco notable, con temas más que interesantes (‘Jose y yo’, ‘Una nueva prensa musical’, ‘David y Claudia’), sólo que antes hubo un ‘Super 8’.

 “Lo más cerca del cielo que jamás pudiera estar”

Las expectativas para el tercer disco no eran las mejores. El grupo había sufrido cambios de formación –May y Raúl habían abandonado el barco y en su lugar entraron Kieran Stephen y Eric-, problemas con las drogas y desavenencias con la discográfica, que dudaba del potencial comercial de aquel ramillete de canciones. Se rumoreaba incluso con la posible disolución. Sin embargo, a la primera escucha de ‘Una semana en el motor de un autobús’ (1998) desaparecen todas las dudas posibles. Desde la primera canción –la imprescindible ‘Segundo premio’- hasta la última –los ocho minutos de ‘La Copa de Europa’, a la altura del soberbio final de ‘Super 8’- el disco no da respiro en una sucesión de canciones que conforman un álbum conceptual sobre la semana que vive un chico tras sufrir un abandono amoroso.

En el disco tienen cabida el desamor –‘Segundo Premio’, ‘Parte de lo que me debes’, ‘La playa’- , los deseos de venganza del presunto personaje abandonado –‘Desaparecer’, ‘Ciencia ficción’- y las drogas –desde la excitada aceleración de ‘Cumpleaños total’ hasta la relajación opiácea de ‘Toxicosmos’, pasando por ‘Laboratorio mágico’ o ‘Línea 1’-. La producción de Ralske esta vez da en la diana, creando un disco tenso y vibrante y proporcionando a cada canción el sonido adecuado. La generación indie había encontrado por fin su obra magna, el disco con el que pasar a la historia de la música española.

Para amenizar la espera del cuarto disco se publica un doble CD recopilatorio de Los Planetas. Pero no es ‘Canciones para una orquesta química’ (1999) un Grandes éxitos al uso, sino una recopilación de los EP’s y singles de la banda. El verdadero valor del disco es reunir todos esos temas desperdigados por caras B. Se podría pensar que se trata de descartes o temas de relleno. Craso error. ‘El centro del cerebro’. ‘La casa’. ‘Prefiero bollitos’, ‘Manchas solares’ o ‘La guerra de las galaxias’ podrían haber formado parte de cualquier disco del grupo sin que la calidad se resintiera lo más mínimo.

“De todo lo que hice en años atrás, de todo eso aprendí”

La continuación de ‘Una semana…’ mantiene alto el listón. Aunque no posee una colección de canciones tan redondas como su predecesor, ‘Unidad de desplazamiento’ (2000) amplía el arco sonoro de los granadinos, desde el space rock de ‘Flotando sobre loscos’ hasta el intimismo acústico de ‘Canción para ligar (o para que no me dejes), pasando por el rock vigoroso de ‘Vas a verme por la tele’. La cantidad de matices y texturas sonoras de que se benefician los temas hacen de ‘Unidad de desplazamiento’ su disco más rico musicalmente hablando. La cima creativa es ‘Santos que yo te pinte’ y la cima comercial ‘Un buen día’, la canción con la que Los Planetas se dieron por fin a conocer al gran público pese a sufrir la hipócrita censura de Los 40 que radió el tema eliminando lo de “nos hemos metido cuatro millones de rayas”. Una debilidad personal: ‘Que no sea Kang, por favor’, donde Jota muestra su conocida pasión por el universo Marvel.

“Puede que pienses que va a ser el fin de mis días, pero cariño no he terminado todavía”

Tras la gira de ‘Unidad de desplazamiento’ Kieran abandona el grupo y entra Miguel, bajo de los también granadinos Del Ayo. Con la incorporación de Miguel y Banin (en el grupo tras ‘Una semana…”) se completa el quinteto definitivo hasta hoy. Los dos discos siguientes suponen una pequeña decepción para muchos. Tanto ‘Encuentros con entidades’ (2002) como ‘Contra la ley de la gravedad’ (2004) se pueden considerar discos menores –aunque plenamente disfrutables- en la impecable trayectoria de los granadinos. Pese a que no faltan canciones a la altura de sus mejores logros –‘Corrientes circulares por el tiempo’ y el impresionante single ‘Pesadilla en el parque de atracciones’ en el primero; ‘Nunca me entero de nada’ y ‘Canción del fin del mundo’ en el segundo- no alcanzan el nivel global de sus anteriores álbumes.

 “Tan sólo necesito una victoria para que todo vuelva a su lugar”

Tres largos años tuvieron que pasar para volver a tener un disco de Los Planetas en las tiendas. Entre medias, proyectos paralelos (J y Miguel con Grupo de Expertos Solynieve, Eric con Lagartija Nick y Tarik y la Fábrica de Colores, Banin y Florent en Los Invisibles) y los sempiternos rumores de separación. Como sucediera años antes en los meses previos a ‘Una semana en el motor de un autobús’ no había demasiada confianza en el nuevo disco. Su anunciado acercamiento al flamenco no hacía sino aumentar la incertidumbre. Y como sucediera nueve años antes, Los Planetas sorprenden con ‘La leyenda del espacio’ (2007), un disco inspirado, arriesgado y sorprendente.

La aproximación al flamenco –ya apuntada en el instrumental ‘124’ perteneciente a ‘Contra la ley de la gravedad’- no supone una ruptura con el típico sonido Planetas. El pop, la distorsión y la psicodelia se mantienen presentes, sólo que adaptados a los diferentes palos flamencos. No se trata, por suerte, de J cantando tangos y alegrías, sino que sobre la base rítmica de los distintos palos fluyen libres guitarras y voz. A pesar de que algunos fans de toda la vida no entienden el giro dado por el grupo la acogida del álbum fue excelente tanto por la prensa como por el público.

“No te puedo prometer que en el futuro sea perfecto, pero el futuro es lo de menos”

Una larga trayectoria que tendrá su punto y seguido esta noche (miércoles 15) en L’Auditori en un merecido aunque extraño homenaje. Y es que no es habitual este tipo de eventos cuando un grupo aún se encuentra en activo, y menos aún en nuestro tantas veces cainita país. Sobre el escenario habrá paisanos granadinos como Enrique Morente, Lagartija Nick y Lori Meyers, compañeros de fatigas como Nacho Vegas, Clovis, Fantasma #3 y Tachenko y grupos más jóvenes seguidores de la trayectoria planetera, caso de Pumuky y Manos de Topo. Según cuenta en jenesaispop Raquel Calvo, perteneciente a la organización del evento, cada grupo tocará un par de canciones para completar un total de hora y media de concierto. Se desconoce si el propio grupo homenajeado acudirá al evento, y si en caso de acudir estarían dispuestos a subir al escenario. Para terminar una buena noticia para los que no puedan asistir. El concierto será retransmitido en directo por Radio 3 (entre las 21 y las 23 horas) y editado próximamente en CD por la revista Rockdelux.