Sin noticias de Robinho en la Premier

Normalmente suelo clasificar los artículos sobre el Manchester City en la sección de Internacional y los del Real Oviedo con otra etiqueta llamada Infrafútbol pero visto el miserable desempeño y consecuente derrota de los de Mark Hughes en casa del Wigan (¿será el JJB el campo más feo de toda la Premier?) me estoy planteando seriamente cambiar mis métodos de ordenación.

Más Pequeño Robo que nunca...

Con más libras que en toda su historia sobre el terreno de juego, un buen arranque en el bolsillo y provocando la misma expectación entre la hinchada rival que en tiempos de Gio Kinkladze, se plantó el City en Wigan para arrollar al siempre insulso Wigan de Steve Bruce, extremo que los Blues no habrían logrado ni jugando tres alargues consecutivos. Penoso el City y lamentable Robinho, al menos resulta gratificante comprobar que el auténtico fútbol no es sólo talonario. Por cierto, atención al golazo de Valencia, casi desde Ecuador.

Liam Gallagher dijo en una ocasión, al ver el debut de Kinkladze en Maine Road, que aquella tarde todo el mundo se fue a su casa con la sensación de que con aquel barrilete cósmico de Georgia en el once podrían ganar tanto la Copa de Europa como descender directamente a segunda. No se equivocó, descendieron a segunda, aunque Kinky fue reconocido como el futbolista más valioso de la liga durante aquella temporada. Típico del City. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. De pobres a ricos, a diferencia de aquellos años la alineación está trufada de futbolistas de calidad y sin embargo la sensación que transmite no es tan vertiginosa. Puede que me equivoque pero el City parece un club árabe lleno de mercenarios, Pequeño Robo Robinho a la cabeza, que van a pasar sin pena ni gloria por el club. Veremos.

En cuanto al resto de la jornada, muy bien. Se volvió a cumplir la premisa básica para arrancar el lunes con alegría . El Oviedo ganó al Ribadesella, no es digno ni siquiera alegrarse de estas cosas, y el Sporting siguió a lo suyo, a la plusmarca. En esta ocasión con la ayuda inestimable del colegiado que (con la loable intención de evolucionar las reglas del juego), mandó un claro mensaje a la FIFA en pos de de que se permita el palmeo de pelota en el deporte rey. Me da la risa porque la ocurrencia les cayó a los del barrio pesquero, pero lo del arbitraje en España es digno de película de Todd Browning. Nunca sabes cual será la siguiente aberración.

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