El pie izquierdo de "la tierra con nombre de vino".

Los zapatos fabricados en España están, cada vez más, en uno de los primeros puestos de nuestra industria tanto en producción como en exportación, aunque el trato del calzado como un bien material básico y sin componentes de valor añadido nos hace dar menos importancia a esta industria que a la vinícola.

Una de las propuestas del proyecto Solidarizarte

El zapato nos es necesario todos los días. Nos abriga, nos protege, pone de manifiesto nuestros gustos o nuestra falta de ellos. Si podemos afirmar las mismas cualidades sobre el vino, sin duda tenemos un problema de alcoholismo. ¿Que a qué viene esta comparación absurda entre elementos tan dispares? Pues si hubiera empezado diciendo que este artículo versa sobre La Rioja y uno de sus productos más consumidos en el mundo entero ustedes sin duda hubieran pensado en el vino. Tan internacional y a la vez tan nuestro.
La marca de zapatos Callaghan ha apostado por quitarle el puesto al caldo y que cuando hablemos de algo puramente riojano pero con presencia mundial, y vinculado al arte como bien intangible pensemos en los zapatos. Concretamente en diez pares. Diez pares que simbolizan el ímpetu aperturista de la industria del calzado y la mirada íntima hacia la tierra que lo vio nacer, La Rioja (que tiene en Arnedo uno de sus mayores centros neurálgicos en nuestro país).
Los diez artistas riojanos más punteros del momento lo han hecho realidad diseñando diez pares de zapatos cuyos beneficios irán a parar a proyectos de la ONG Global Humanitaria. Félix Martínez-Losa, Marina Escalona, Carlos Rosales, Carlos López Garrido, José Antonio Olarte, José Antonio Aguado, Antonio Montiel, Mª Rosa Sáenz de Pipaón, Eustaquio Uzqueda y José Luis Birigay son los elegidos para dar al zapato el lugar que se merece entre los productos patrios de fama mundial y para dar algo más a aquellos para los que el calzado es un bien valioso y escaso y el vino, sin embargo, algo que no sirve para abrigar ni para proteger. Ellos ponen la mirada artística sobre un elemento al que no damos importancia pero que nos da la importancia que nos merecemos fuera de nuestras fronteras. Una mirada más allá pero a la vez interna. Hacia las almas de artistas que, al fin y al cabo, siempre tendrán en común haber nacido en una tierra que, aunque se nos descubre paso a paso, se empeña en darse a conocer a sí misma como “la tierra con nombre de vino”.

El proyecto se llama Solidarizarte y tiene su muestra en el museo Wurth en Agoncillo (La Rioja) hasta el próximo 20 de octubre.