Obama-McCain: el otro debate

En campañas donde los mandamientos de los candidatos se exprimen hasta la saciedad, el contenido no es lo que realmente importa de un debate televisivo. Las ideas de los elegidos  ya son conocidas, y en esta primera comparecencia en el Centro Ford de la Universidad de Misisipi el interés radicaba en los gestos, en el comportamiento, en la capacidad de uno y otro para generar empatía, para lograr conservar la fidelidad de su público a la vez que atrapaban a la amplia masa de indecisos. La noche en Oxford -ciudad donde nació William Faulkner- ha ofrecido los siguientes detalles, menos gruesos que los predicamentos empaquetados, pero a la postre decisivos:

Minuto 3. Obama, como las tonadilleras, le hace un guiño al público asistente. Considera que Oxford es el mejor lugar posible para celebrar el debate. No es un gesto gratuito; en los 60 esta pequeña localidad fue escenario de intensos enfrentamientos raciales.

Minuto 4. McCain, en una pulsión humanitaria, inicia su intervención pidiendo plegarias por el senador demócrata Ted Kennedy, ingresado en un hospital de Cape Cod (Massachussets). Las plegarias surten  efecto y horas después el senador vuelve a casa.

Minuto 6. Obama, muy rápido, se apunta el primer tanto al proyectarse como un ser profético. “Yo ya avisé del peligro de las hipotecas basuras”. 1-0 para Obama.

Minuto 8. McCain escoge al impecable moderador Jim Lehrer como punto de seguridad. Hace bromas con él, le sonríe y le llama “Jim” constantemente.

Minuto 13. McCain lanza un primer ataque. Pide entrar en la web de Obama para comprobar que el político hawaiano no tiene “ni idea de economía”. Obama responde con frialdad, con una defensa descolocada. Tanto para McCain. 1-1.

Minuto 18. McCain sólo centra su mirada en Jim Lehrer. La mirada de Obama es más activa. Rastrea hacia todas direcciones. Sabe a qué cámara mirar cuando se dirige al televidente.

Minuto 20. Jim Lehrer promueve el enfrentamiento. En ningún momento se subyuga a los verdaderos protagonistas. Es flexible y divertido.

Minuto 22. Obama flaquea ante las acusaciones de McCain. En el primer tramo, referido a la política fiscal, el republicano es más incisivo. 1-2 para McCain.

Minuto 23. Obama se refiere a la actividad espacial de China  y, como extraña contraposición, propone potenciar el estudio de las matemáticas en los niños estadounidenses.

Minuto 25. El moderador, el mejor hasta este momento, resume de forma fantástica la intervención de los candidatos: “veo que ninguno de los dos plantea grandes cambios en la política económica”.

Minuto 28. Barack Obama se une a la celebración por los diez años de Google: “Estamos trabajando en un Google para el Gobierno, para que los ciudadanos vean en Google qué efectos tendrán nuestras medidas”. Primera excentricidad.

Minuto 33. En uno de sus escasos ataques, Obama interrumpe a McCain para situarlo a la derecha de George Bush: “es difícil creer que vayáis a hacer ahora lo que no habéis hecho en estos ocho años”. John McCain, sin reparos, contesta distanciándose de Bush: “yo no he sido escogido Mister Congenialidad o Mister Amistad, yo me he enfrentado a la postura del gobierno del presidente Bush”.

Minuto 39. Irak sale a escena y Barack Obama pronto se muestra más seguro. Su táctica se vuelve ofensiva: “Mientras nosotros gastamos 10 mil millones de dólares cada mes, Al Qaeda está más fuerte que en 2001”. Tanto para el senador de Illinois. 2-2.

Minuto 42. Obama se refiere orgulloso a su segundo de abordo, Joseph Biden. McCain no nombrará en ningún momento a Sarah Palin.

Minuto 55. Obama, tras hablar del opio afgano, califica al ex presidente pakistaní Pervez Musharraf: “era un dictador, pero era nuestro dictador. EEUU lo defendió”.

Minuto 57. John McCain intenta añadir carga sentimental al enfrentamiento. Asegura que la madre de un soldado fallecido le dio una pulsera y le dijo: “quiero que la muerte de mi hijo no sea en vano”. Acto seguido Obama recuerda que también la madre de un soldado le dio a él una pulsera. Los dos candidatos tienen pulseras de combatientes caídos. Memorable.

Minuto 59. Por segunda vez, Barack Obama nombra a Bin Laden. En cambio McCain no lo citará jamás durante los 97 minutos.

Minuto 64. La comunidad judía irrumpe en el debate. John McCain la utiliza para reprender a su adversario: “tú quieres conversar con un señor, Ahmadineyad, que está hoy en Nueva York pidiendo el exterminio del estado de Israel”.

Minuto 65. Cuando McCain habla, Obama lo mira fijamente. Cuando es Obama el que tiene la palabra, McCain escribe o mira al horizonte.

Minuto 73. Tras la mención de Obama a España, McCain replica considerando que hablar con Ahmadineyad “sin condiciones previas” es “ingenuo y peligroso”.

Minuto 77. Los candidatos se enzarzan en un cruce de opiniones sobre el pensamiento de Henry Kissinger. McCain, muy duro, golpea verbalmente a un Obama con voluntad apaciguadora. McCain acaba resultando más convincente. 2-3 para el senador senior nacido en el Canal de Panamá.

Minuto 82. Un primer plano advierte de una coincidencia terrible: el color de cara de McCain es idéntico al color de la madera del atril. McCain, en plena discusión sobre Rusia, alza los brazos y demuestra tener las nociones geográficas bien aprendidas. Repasa, enclave por enclave, las zonas calientes en la disputa entre Rusia y Georgia.

Minuto 85. John McCain cita por quinta vez las perforaciones offshore.

Minuto 94. En las intervenciones finales, Barack Obama fabrica sus mejores frases: “por culpa de nuestros errores, se nos respeta menos de lo que se nos respetaba hace ocho años”, “hemos puesto todas nuestras fichas de casino en Irak”, “la presencia de China en Latinoamérica, África y Asia sólo se puede comparar con nuestra ausencia”.

Minuto 97. Cuando el debate concluye, McCain, con problemas de movilidad en uno de sus brazos, aplaude fervorosamente. Está más sonriente que Obama, que no aplaude y se limita a estrechar la mano de su contrincante.

Minuto 98. Obama y McCain retornan al escenario acompañados de sus esposas. Michelle LaVaughn, mujer de Obama, lleva un traje con estampado leonado. El traje de Cindy Lou  es de color rojo exultante.