¿Dónde están los 'Pedritos' del Madrid?

En la segunda jornada de Liga, Josep Guardiola, flamante entrenador del Barcelona, sorprendió con una alineación en la que incluía a dos jóvenes jugadores que hasta la pasada temporada formaban parte del segundo equipo blaugrana. El técnico dio la manija del equipo a Sergio Busquets (hijo del discutido portero azulgrana de los años noventa) y recurrió a Pedro Rodriguez, Pedrito, para completar el ataque. Aunque la decisión fue discutida y el Barça no fue capaz de pasar del empate en casa ante el Racing, Guardiola ha seguido contando con los dos jóvenes jugadores en las siguientes convocatorias. La valiente decisión de Guardiola, recién aterrizado en el banquillo, supone toda una declaración de intenciones sobre la importancia que concede a la cantera.

Granero, una de las últimas perlas blancas en emigrar (EFE)

Más allá de la decisión puntual del joven técnico catalán, la política del Barcelona con la cantera en los últimos tiempos está dando frutos notables. Además de los dos jugadores citados, que aún está por ver si se consolidarán en el primer equipo, en la plantilla se encuentran Victor Valdés,  Xavi, Iniesta, Puyol, Messi, Jorquera, Bojan y Piqué, jugadores todos procedentes de la Masía y todos, excepto el portero suplente Jorquera y el central Piqué, habituales en el equipo titular. Dentro de esta política de cuidar el producto autóctono se enmarca también la apuesta por un técnico inexperto como Guardiola, pero que conoce como nadie el club y la cantera azulgrana.

Dirijamos nuestra mirada ahora hacia la acera de enfrente. ¿Cuántos jugadores de la cantera hay en la primera plantilla del Real Madrid? Veamos. Están Raúl y Guti, que debutaron hace catorce y trece años respectivamente; Casillas, que lleva ya casi una década bajo la portería blanca; Miguel Torres, cuya presencia es prácticamente testimonial; Codina, cuya labor como tercer portero es más testimonial aún, y por último los repescados Javi García y Rubén de la Red, con futuro más que incierto el primero mientras el segundo se está haciendo un hueco en el equipo gracias a las lesiones de Sneijder, Gago y Guti. Resulta, por tanto, que en los diez últimos años ningún jugador de la casa se ha afianzado con un papel medianamente relevante en la primera plantilla madridista. Parece un balance muy pobre para un equipo de la talla del Madrid.

¿Cuál es la razón para que la cantera madridista no dé los frutos que se le suponen? Los pasos para convertir a un chaval con talento en una estrella del primer equipo se resumen en tres: captación de jóvenes talentos, formación –tanto futbolística como personal- y salto al primer equipo. Lo primero que cabe pensar es que las dos primeras etapas fallan. Es lógico imaginar que si no llegan jugadores al primer equipo se debe a un deficiente proceso de selección de talentos o a fallos en las etapas de formación en categorías inferiores. Sin embargo, si echamos un rápido vistazo a las diferentes plantillas de primera división comprobamos que casi todas ellas contienen jugadores formados en la casa blanca, que en algunos casos, son estrellas en sus equipos.

Futbolistas como Mata en el Valencia, Negredo en el Almería, Luis García en el Espanyol o Diego López en el Villarreal son sólo algunos de los ejemplos de jugadores de la cantera madridista que son estrellas en equipos importantes de la Liga española. Resulta incomprensible –salvo el caso de Diego López, al que Casillas le cerró el paso- que ninguno de ellos tuviera opciones en el Madrid. No son los únicos: Valdo (Español), Portillo (Osasuna) o Soldado (Getafe) también tuvieron que buscar nuevos aires. Más sangrante aún es el asunto Etoo. El Madrid invirtió en su formación para acabar vendiéndolo al eterno rival a cambio de 12 millones. Dudoso negocio.

Una de las últimas perlas de la cantera blanca es Granero. El año pasado tuvo que emigrar a Getafe en busca de oportunidades. Después de cuajar una gran campaña y ser el líder del equipo getafense, el Madrid no creyó conveniente repescarlo. Mientras el jugador triunfa en el Getafe, el equipo blanco se ha gastado en las dos últimas temporadas casi 40 millones en Snejder y Van der Vaart, jugadores de corte similar a Granero. Evidentemente, nadie duda de la calidad de los holandeses, pero ¿es necesario gastarse una millonada teniendo en casa a un jugador tan prometedor? Caso similar es el de De la Red, al que Capello ignoró hace dos años y tuvo que marchar al Getafe tras ver cómo el Madrid contrataba a Diarrà y Gago para cubrir su puesto. Ha tenido que ser campeón de Europa para que el club se decida –sin demasiada convicción; entraba en las quinielas para todos los trueques del verano- a repescarlo. También Parejo ha tenido que buscar nuevos aires. Es un mediapunta de gran calidad del que cuentan maravillas. Pero no tiene sitio en el primer equipo, por lo que el Madrid lo ha cedido esta temporada al Queens Park Rangers de la segunda división inglesa. No parece el lugar más idoneo para foguearse.

Fuera de nuestras fronteras también hay casos llamativos, como el de Arbeloa -campeón de la Eurocopa con la selección este verano- en el Liverpool y Cambiasso, que se ha convertido en el arquitecto en el medio campo de todo un Inter. Ninguno de los dos, al parecer, servía para el Madrid. Son muchos, por tanto, los jugadores formados en la cantera que han triunfado en los últimos años en otros equipos mientras el Madrid fichaba jugadores de dudoso rendimiento (¿es necesario recordar a Geremi, Pablo García, Gravesen, Cassano o Samuel?)

Si el fútbol español (y europeo) está plagado de jugadores formados en la cantera del Madrid que brillan en sus equipos queda descartada la hipótesis de la deficiente formación. Está claro que la cantera da suficientes jugadores de calidad. El problema está por tanto en el momento de dar el salto al primer equipo. O bien los sucesivos entrenadores no confían en el producto de la casa, o bien los fichajes realizados por directiva y secretaría técnica tapan la posibilidad de los jóvenes canteranos de dar el salto. Seguramente se trate de una mezcla de ambas cosas. Lo que está claro es que la cantera madridista lleva muchos años sin funcionar. O mejor dicho, funcionando para otros equipos. No parece de recibo, en época de crisis económica, seguir desaprovechando los frutos de la cantera. Ahí existe un problema que es necesario analizar a fondo para poner remedio. Calderón y Mijatovic tienen tarea.