Nazis de ayer y hoy

La detenció de Radovan Karadzic ha puesto en el foco informativo, después de muchos años, a los criminales de guerra. Esos seres sin escrúpulos que son capaces de exterminar a pueblos enteros con tal de cumplir con sus visionarios y esquizofrénicos sueños. Si estos días ha hecho mucho ruido la captura del ex lider de los serbios de Bosnia, ha pasado casi inadvetida otra localización, la de un nazi de puro y rancio abolengo, un ex suboficial del Ejército alemán, responsabe de una matanza  en el Norte de Italia. Una matanza que desgraciadamente podría quedar impune. 

Karl Herbert Tausch, mantiene su mirada de asesino a cumplir los 90 años. Puede que nunca sea juzgado. Debajo, sus crímenes, podrían impunes

"Quedan pocos en el mundo, son una raza en extinción, por eso, lo mejor es que estén en cautividad." Podrían ser las palabras de cualquier activista antinazi, cualquier encargado de buscar y capturar a los fascistas que hasta mediados los años 40, tuvieron amenazada a toda Europa.

Y es que el "hábitat natural" de los nazis debería ser siempre una prisión. Y ahí es donde debería acabar uno de los últimos nazis sueltos, el ex suboficial  de las SS, Karl Franz Tausch, un tipo que en 1944 dirigió una matanza de 31 personas en el norte de Italia, en la localidad de Bassano de Grappa, en la región del Veneto.

Ha sido localizado en la ciudad de Langen, cerca de Hesse, en  Alemania. Lo ha encontrado un equipo de la revista italiana L'Espresso. Reporteros de este semanario se dirigieron a Langen, -donde Tausch declaró ante un tribunal alemán en los 60 que residía-. Y tan sencillo como buscar en la guía de teléfonos y encontrar una sóla persona con ese nombre. Así, de esa manera tan simple lo encontraron.

EL ANCIANO DE LA BASURA
Los reporteros llegaron a la dirección y encontraron al ex militar nazi, sacando la basura. Enseguida lo identificaron como el nazi sin escrúpulos que que hace más de 60 años mataba, -con el método de la horca-, a 31 italianos como represalia por las actividades que llevaban a cabo. Eran activistas de la resistencia contra las tropas nazis; un "delito" demasiado grave para Tausch. Tan grave como para merecer morir ahorcados. Él nunca fue juzgado. Tampoco juzgó nunca a los que asesinó. 

Los dejaron colgados durante veinte horas para mostrar su  desprecio y aterrorizar a la población. Para dejar claro quién mandaba. Para que sirviera de ejemplo de lo que le podía pasar a quien se enfrentara al ejército nazi. Sesenta años después, Tausch probablemente ni lo recuerde. No queda en su memoria atisbo de arrepentimiento. Ha vivido todo este tiempo en un chalet tranquilo, como un habitante más de Langen. Nadie sabía que a su lado vivía un criminal de guerra.

Tausch llegó a Italia en el 43 para integrarse en un comando contra los partisanos. Lo dirige el teniente Andorfer de las SS. Es la "Operación Piave", que pretende matar a varias personas por localidad para servir como ejemplo. Muchos huyen, y es entonces cuando ponen en marcha su plan. Anuncian que quien se entregue no tendrá represiones, salvarán su vida, y trabajarían para los nazis, en el Todt y en el Flack, -organizaciones de los nazis para el control de los civiles-.

Comienza la matanza de civiles. Capturan a unos 30, y los llevan maniatados a las calles de Grappa. Los cuelgan con cables de teléfono por todas las calles. Los encargados: miembros de las juventudes fascistas, menores de 16 años. Un miembro del pelotón sólo tiene 12.

Entre los ahorcados: un joven con problemas mentales, varios menores, enfermos... Les daba igual. Tausch fue el encargado de ejecutar esta orden en Bassano del Grappa. Los cuerpos sin vida permanecieron veinte horas colgados con cárteles en los que se leía "Bandido". Algunos de los cadáveres no han sido aún hallados, fueron arrojados a fosas comunes.

Ahora Tausch es un anciano a punto de cumplir los 90 años. La Historia ya le ha juzgado. Hay evidencias de su participación y responsabilidad en los crímenes de Grappa. No será juzgado ni en Alemania ni en Italia. Y es que, aunque oficialmente se ha abierto una investigación contra Karl Herbert Tausch y el "Comando Andorfer", la fiscalía militar de Padua fue abolida y todas las investigaciones se han subsumido a la de Verona. ¿Puede que la Justicia se olvide por segunda vez de la matanza de Bassano?