EL RETORNO DEL EQUIPO A

Últimamente, con la que está cayendo, parece que nos dirigimos en picado hacia el acabose de los acaboses. La Antártida se derrite, los chuletones ya no saben como los de antes, las mujeres no nos hacen ni puto caso, Miguel Bosé ha echado bartola… Menos mal que, gracias a la duradera sequía imaginativa de los creativos de productos made in Hollywood, los remakes de viejos éxitos televisivos salvan el pellejo de unos e inflan los bolsillos de otros con los dólares de nostálgicos seguidores de series de las 625 líneas. Los Hombres de Harrelson, Los Angeles de Charlie, Starsky & Hutch, ahora le toca el turno al Equipo A.

EL NUEVO HANNIBAL SMITH

¿O es que pensaban que esta bizarra pandilla de mercenarios se iba a librar de su correspondiente revisión histórica? Como olvidar los primeros episodios, en aquellas añejas tardes de sábado, cuando apenas nos habíamos librado de los tragaratas de V y ya estábamos parapetados tras la mesa camilla por si una de las trescientas mil balas disparadas en cada episodio se alojaba despistada en nuestro entrecejo. Menos mal que nunca daban a nadie. Algo, por cierto, que también sería digno de análisis.

La panda no tenía desperdicio. Hannibal Smith, una especie de Mortadelo yanki encanecido, algo así como un Lolo Sáinz que dirigía un mini equipo carente de banquillo. George Peppard era el actor que daba vida a Hannibal. Con lo bien que le quedaban al jodío los trajes mod que lucía en Desayuno con Diamantes y, quizá para disimular panzota, después le dio por tirar de sahariana de jubilao como traje usual de faena.

Fénix, el guaperas, interpretado por Dirk Benedict, recién licenciado como piloto de bippers en Galáctica y harto de perseguir cylones, se recicló en galansote listillo que vacilaba con las titis a lomos de un Corvette. El tipo era como un Arturo Fernández a la americana, siempre hecho un pincel y con más labia que cualquier políticastro vende humo.

Mad Murdock, el loco, como indica su nombre. Un personaje absurdo, interpretado por Dwight Schultz, a quien por cierto no volvimos a ver el pelo –el que le quedase en el tarro- y que entraba y salía del frenopático como Píter por su casa. Se supone que daba el toque gracioso a la serie, pero tras cinco o seis episodios uno estaba ya harto de sus gilipolleces. Sobre todo M.A.

M.A Barracus. Qué grande. Este si que molaba. El bueno de Mr. T, después ponérselo difícil a Stallone en Rocky III, recuperó la amistad con sus viejos compañeros de Vietnam, blindó su pecho con un conglomerado de cadenas, medallas y demás quincalla aúrica, y se convirtió en un leño teledirigido por sus compañeros para hacer pupita a los malos.

Todos los episodios eran iguales, unos malos malosos putean a un pobre hombre, Hanníbal disfrazado, los contratan, los malos se ponen gallitos, el equipo se enfrenta a ellos, los encierran en un almacén, con cuatro tuercas, un camping gas, dos chapas oxidadas y un soplete crean un lanzallamas que les chamusca el ojete a los matones, y cuando se dirigen a la plaza de Colón a celebrar el triunfo llega Decker con las rebajas y se las tienen que pirar quemando rueda en su furgoneta tuneada.

Lo mejor de la serie sin duda, los saltos voladores, los dobles -que se les notaba un montón-; los galletones de los coches, que tras dar tres vueltas de campana y caerse por un precipicio de cincuenta metros los conductores salían indemnes, aunque algo mareados, eso sí; los grandes conocimientos de FP y bricomanía que Hannibal y sus chicos aplicaban en los momentos difíciles…

Pues bien, todo esto viene a que ahora por lo visto se va a rodar la versión actualizada en la gran pantalla dirigida por Johnn Singleton (Shaft, A todo gas 2). Según cuentan las crónicas, el nuevo Hannibal sera interpretado por nada más y nada menos que Bruce Willis. Vamos de Lolo Sáinz a Mr. Propper sin pasar por un intermedio que esté medio loncha solamente. Veremos como ejerce este de cheriff de pandilla, con lo que gusta dejar todo patas arriba tipo Jungla de Cristal. Su trío de subordinados parece ser que estará compuesto por Woody Harrelson en el papel de Murdock e Ice Cube como M.A, que sinceramente no veo yo mucho a éste mazas con el toque Barracus ochentero. El único que aún no se ha desvelado como guaperas de la pandi es obviamente Fénix, pues debe ser que se barajan tantos actores que los productores se las ven y se las desean para acertar con el idóneo.

Lo mejor de todo es que ya no serán veteranos de Vietnam sino de la guerra de Irak, así que igual en realidad lo que hacen es vender a la audiencia lo buenos que son los mercenarios del Blackwater, y que hay que darles un sitio dentro de la sociedad tolerante en la que vivimos.

En fin, a ver por donde les sale el tiro, aunque me da a mi que como la bizarrez ochentera, con las actuaciones de Culture Club, Hulk Hogan o Anita Obregón, esta nueva revisión histórica no le llegará ni a la suela de las nike de la original.