No es beisbol, ni el pijama de André Agassi, ni tampoco circo, se trata de la camiseta suplente de la Fiorentina en la temporada 91-92.
La stravaganzza fue camiseta antes que tarta...
[Por Sergio Cortina] En la temporada 91-92 del calcio italiano al Milan de Capello le dio, con 25 chicharros de Marco Van Basten como principal argumento, por embolsarse el que iba a ser el primero de cuatro scudettos consecutivos, a Zdnek Zeman por maravillar al país entero convirtiendo al modesto Foggia en una máquina de jugar (y de palmar, 58 goles a favor y 58 en contra, equipazo) y a la Fiorentina por pasearse de norte a sur con éste engendro trufado de rayas y despropósitos que están viendo a su izquierda. Digo pasearse y digo bien porque la squadra viola logró un despampanante decimosegundo puesto. Si no fue un castigo divino e San Giovanni, patrón de la capital toscana, por la camisetucha debió haberlo sido
Aunque en cierto modo, la existencia de esta chapuza que parece un homenaje a los caducifolios que sin duda cubren la baldosa fiorentina durante el otoño, es plenamente justificable. Si en tu carnet de identidad pone que eres italiano, claro está. Porque por mucho que nos vendan que hasta en el más terrone, el más cerril de los últimos transalpinos que vive comiendo tierra en un campo del sur de Italia, es acreedor de un profundo sentimiento artístico, luego hacen lo que hacen. Esto es, stravaganzzas nonsense amparadas en ser principio y final de la moda mundial como la de la camiseta de la Fiore.
Vía: Café Fútbol
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