Una mujer cocinada en salsa de cojones

Cuando un hombre jode generalmente hay debajo una mujer. ¿Qué hace un hombre que ve limitada su impresión de las cosas a esto? Desde hace algún tiempo, que no deja de ser una expresión muy generosa, no se abre ante ti la posibilidad. Estás en un país extranjero y le preguntas a un amigo con urgencia, “qué debo decir para ligar”, “cómo puedo hacer”. ¡Y tu amigo es subnormal y te dice una bobería y no quiere ayudarte! Y no puede ayudarte, porque ni él está salvado, porque ni a él se le abre una mujer desde hace cientos de años. Pero tú has preguntado y él está por encima. Y tú das una pena horrible. Y dios está cruzado de piernas con una sonrisa diabólica. Y tiene una mujer a su lado que sonríe desde sus tobillos a tu cabeza. Que tiene dos sonrisas, una más diabólica que otra. ¡Y tú das una pena horrible!

Radiografía

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El desprecio y la admiración no sirven. El primero es malo en sí mismo y el segundo es malo para ellas. Nadie quiere ser admirado. La admiración exige una gran responsabilidad y nunca es devuelta. Esto no es relativo, es absoluto (no naturaleza casuística, no casos de uso. Difícil comprensión para los informáticos). Es decir, no puedes/nodebes exigir nada a una mujer, tan sólo la necesidad de cárcel. Ésa será bien recibida. ¿Ser completamente libres? No puedes pretender que te organicen la felicidad, entendida desde la sublimación de tu necesidad de existir, y elaborar una lista de fallos, una lista de libertades. No existe esa organización y es un error aspirar a ella. A los tres meses cada cárcel es preciosa y no diferencias el color de sus paredes.

No se quiere poseer a una mujer, se quiere poseerla solos. Una mujer no quiere sólo poseerte, quiere poseerte totalmente. Hay que hacerle saber que la facultad de elegir es sólo suya, que ha sido suya. Hacérselo saber con indiferencia. La indeferencia es el camino. Una indiferencia calculada y aproximada, que resbale, muy cubierta de estupidez y lozanía. No basta con ser estúpidos, también hay que ser estúpidos.

Aunque el joven tienda a mantenerse receloso –por timidez- está ingenuamente lleno de confianza en que la cordialidad con los otros arreglaría todo: por eso, más bien, sufre: porque le falta esta cordialidad. El maduro, en cambio, acepta ecuánime la cordialidad que le toca, y no sueña en fundamentar en ella su serenidad. 1 de enero de 1939, 1939.
La mujer y el sueño de juventud, paralelismo de eternidad, necesitará cordialidad, amabilidad (nunca la rígida caballerosidad) siempre. Independientemente de su grado de madurez, es decir, de su juventud.  

La compañía de una persona amada hace sufrir y vivir en estado de permanente violencia. Esto es una mujer. Explicado de un modo superficial, las paredes de la cárcel serán del color que prefiera. Este color cambiará con el tiempo y los astros.

El tedio se alimenta de todas las cosas vividas, salvo de dos: el sexo (símbolo de a lo que aspiramos) y el cine. La pornografía crea ambición. La ambición en la pareja es un lastre, destruye. La auto-pornografía divierte. El verano es un buen motivo para todo esto.

Les deseo un buen verano, y que florezcan –en país extranjero o no.