Los Boston Celtics rompieron su mala racha y, 22 años después, lograron un nuevo título, el 17º de su historia, tras devastar a Los Angeles Lakers en el 6º partido de la final de la NBA por 131-92. Kevin Garnett fue el mejor jugador del partido, con 26 puntos y 14 rebotes, mientras Paul Pierce fue nombrado MVP de la Final.
Ni las lesiones, ni el cansancio, ni las 48 horas entre partido y partido, viaje de costa a costa incluido nada pudo evitar que Boston Celtics completaran una temporada histórica, logrando el primer anillo en 22 años. A pesar de que los Lakers, de la mano del mejor Kobe Bryant de toda la final, salieron muy metidos en el partido, los Celtics no tardaron en tomar la ventaja. Con Garnett como ejecutor, con Ray Allen superando la grave enfermedad de su hijo, y con Paul Pierce ejerciendo como director de juego, los Celtics llegaron con ventaja al final del primer cuarto sin aparente esfuerzo.
El segundo cuarto volvió a ser clave. El marcador parcial de este periodo, 34-15, puso a los Celtics con más de 20 puntos de ventaja, dejando el partido y la final vista para sentencia. Los Celtics supieron utilizar todas sus armas, jugando una gran defensa y aprovechándose de la endeblez angelina en el juego interior. El dominio del rebote de los locales, unido al desastroso ataque californiano fueron claves para que el partido se rompiera entes de llegar al descanso. Los Lakers dieron una triste imagen, al anotar únicamente un par de canastas en el cuarto, la última de ellas, de un Pau Gasol, que a pesar de jugar un mal partido, trató de dar la cara cuando su equipo más lo necesitaba.
Con todo decidido, los Boston Celtics hicieron disfrutar a su público durante toda la segunda mitad. Quién pensara en una remontada angelina, se equivocaba. Los jugadores de Doc Rivers, conjurados desde la pretemporada para ganar el título, no se relajaron e hicieron vibrar al entregado público del TD Northbank Garden, que por primera vez desde la demolición del Boston Garden, iba a celebrar un título.
Los 39 puntos de ventaja marcan varios records para los Celtics. Por un lado, son la mayor diferencia en un partido de la final en el que uno de los equipos se alzaba con el título. La anterior marca la ostentaban los propios Celtics, con 35 puntos ante los Lakers en 1965. Además, desde el primer partido de la Final de 1985, la denominada Masacre del día de San Patricio, disputado entre los Celtics de Bird, McHale y Cía., contra los Lakers de Magic, Kareem y Worthy, y que acabó con 148-114, ni los Celtics habían logrado una victoria tan amplia, ni los Lakers se había llevado una paliza similar.
Paul Pierce fue elegido MVP de la Final. Su actuación en el primer partido, liderando la remontada céltica, pasará a la historia como una de las claves de la final, en la que Boston Celtics demostró ser un justo vencedor. La ciudad de Boston se convierte en la ciudad con mayor número de equipos ganadores en las grandes ligas americanas en el siglo XXI , tras la victoria de los Red Sox en la Series Mundiales y de los New England Patriots en tres ediciones de la Superbowl (siendo finalista en 2008). A los Lakers, sólo les queda el consuelo de que su temporada ha sido mejor de lo previsto y que la llegada de Pau les hará volver a tener opciones al anillo en los próximos años.
Consulta la estadística en http://www.nba.com/games/20080617/LALBOS/boxscore.html
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