NECESITAMOS OTRO FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS. ¿Y si de Madrid hacia el sur, todos los habitantes fueran esclavos?

Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre; la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas. Declaración Universal de Derechos Humanos (Art. 4)

el mapa de la esclavitud en el mundo. Fuente: freetheslaves.net

¿Imaginan que en nuestro país, si viajásemos de Madrid hacia el sur, toda la población fueran esclavos? Pues más o menos esa cifra, -unos 25 millones de personas-, es el número de esclavos que existe hoy todavía en el mundo. No hablamos en sentido figurado, hablamos de compra y venta de seres humanos como esclavos, como hace dos siglos, como hace diez y como hace veinte siglos. La sociedad actual tiene el dudoso e hipócrita honor de no haber cumplido con la abolición que llevaron a cabo nuestros abuelos hace doscientos años.

Pensamos que es algo del pasado, pero la esclavitud, la de grilletes y bolas, la de barcos repletos de gente viajando por rutas mundiales, sigue existiendo hoy. No hace muchos días, la policía federal y la inspección de trabajo de Brasil, liberaron a más de mil trabajadores esclavos en una plantación de caña de azúcar en el Estado de Pará en plena la zona amazónica. No son los campos de algodón del sur de Estados Unidos en la época de la preguerra de secesión. Es Brasil, un país en pleno desarrollo, y es el siglo XXI.

Sólo en Brasil se calcula que puede haber casi 100.000 esclavos. El plan nacional de erradicación del trabajo forzado, trabaja insistentemente para detectar la esclavitud, se han ampliado los canales para recibir las denuncias y se han endurecido las penas y las multas para los esclavistas. Desde hace 15 años han sido liberados 18.464 trabajadores.

EL MAPA DE LA IGNOMINIA

Brasil es sólo uno de los países con esclavos en el mundo. Pero también ocurre en Perú, en fábricas de China, en las guerras fraticidas de Sudán, Angola, Somalia o Chad, en las calles de la India y Bangla Desh. No se libran países como Emiratos árabes, en Benín, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Gabón, Nigeria, o Togo. Desgraciadamente el mapa de la esclavitud coincide en muchas ocasiones con el mapa de las guerras civiles o de los países menos favorecidos.

Aunque el reportaje está en inglés, si miras a  los ojos de la niña, comprenderás que ninguna persona puede ser esclava en este mundo.

Pero si viendo los países donde todavía existe la esclavitud, nos mareamos, echemos un vistazo a las cifras. Entre 600.000 y 800.000 personas son traficadas cada año; el 80%, mujeres y niñas; el 50%, menores, a través de las fronteras internacionales. La organización antiesclavista Free the Slaves estima que, de su explotación, los traficantes de personas podrían obtener un beneficio de 32.000 millones de dólares cada año, sólo superado por el tráfico de armas y drogas. Según denuncia esta ONG, "Mujeres y niños son secuestrados en Afganistán y vendidos como servidumbre sexual o laboral en países como Arabia Saudí, Irán y Pakistán. En Mauritania, los niños son obligados a mendigar durante 12 horas por los líderes religiosos locales, los marabouts; en Indonesia, los niños son secuestrados por pescadores para la fabricación de redes"  y así un largo etcétera hasta llegar a los 27 millones de esclavos, el doble que en 300 años de tráfico de esclavos desde África hasta América.

Son cifras frías, que ponen los pelos de punta cuando ponemos rostro e imágenes a la tragedia humana que lleva implícito el problema. Free the slaves se pone el reto de acabar con esta lacra en 25 años. Creo, que en pleno siglo XXI seguimos necesitando un Fray Bartolomé de las Casas, para que diga, cinco siglos después aquello de "los indios mueren antes de tiempo". Hoy, los indios, los africanos, los pakistaníes, mueren antes de tiempo esclavizados, 500 años después.