La maldición del campeón se lleva por delante al Real Madrid  

El vigente campeón ACB no podrá revalidar su título tras caer en Málaga ante Unicaja (88-86) en el segundo partido de la primera ronda de los playoffs ACB. La derrota prolonga una sorprendente mala racha de los campeones ACB, que no pasan de primera ronda la temporada siguiente. Como ya le ocurriera al FC Barcelona, al Unicaja y al propio Real Madrid, el equipo de Joan Plaza verá las semifinales desde casa, con el consuelo de haberse asegurado la plaza para la próxima edición de la Euroliga tras quedar primero de la fase regular.

Berni Rodríguez anotó una canasta decisiva para clasificar a Unicaja para semifinales

Tras la debacle del jueves en Vistalegre, el Real Madrid viajaba a Málaga con toda la presión sobre sus hombros. Los de Plaza jugaron un pésimo partido en Madrid, y estaban al borde de la eliminación de manera tan sorpredente como justa.

A pesar de que los jugadores blancos salieron hipermotivados, Unicaja se mostró superior en todos los aspectos, con Boni N´Dong dominando ambas zonas, y Carlos Cabezas siendo el dueño del partido. Si, a priori,  se esperaba que de su duelo con Raúl López saliera el tercer base que irá a los Juegos de Pekín (Calderón y Rubio deben ser intocables) , después de los dos partidos de la serie Pepu Hernández debe tener bastante claro a quién llevar.

Con Bullock como único referente en ataque, el Madrid anotó 12 pírricos puntos en el primer cuarto. La sorprendente suplencia de Axel Hervelle, de lejos el mejor del equipo en el primer partido, fue un lastre para un equipo con la autoestima por el suelo. Jugadores como Papadopoulos, Sekulic, el increiblemente titular Iker Iturbe, Pelekanos e incluso Charles Smith no han aportado nada en esta serie, tanto por su mal estado de forma como por los continuos cambios de rol que han sufrido a lo largo de la temporada.

Los bandazos del técnico madridista tampoco dieron sus frutos en el segundo cuarto, pero al menos, la defensa blanca mejoró, más por la empanada malagueña en ataque que por los méritos propios.  El Madrid llegó a igualar el partido a 36 al final del cuarto, con Bullock jugando uno de sus escasos buenos partidos de esta temporada, mientras que en Unicaja, Cabezas, Berni Rodríguez y N´Dong lideraban un ataque mucho más compensado.

Tras la reanudación, el partido se convirtió en un intercambio de golpes, en el que Unicaja siempre sacó partido. Sin jugar a gran nivel, los malagueños mantenían cortas ventajas de entre 2 y 5 puntos, con Cabezas y Berni Rodríguez en plan estelar. El duo malagueño no sólo se encargó de marcar a Bullock (que acabaría con 28 puntos a pesar de todo), sino que terminarían con 22 puntos cada uno.

Con los dos pivots (N´Dong y Santiago) cargados de faltas, Scariolo recurrió a la pareja Germán Gabriel y Carlos Jiménez como juego interior para conservar los 5 puntos de ventaja con los que los malagueños abrieron el último periodo. Charles Smith se unió a Bullock para jugarse los tiros para los que se le contrató, y el Madrid se puso por delante a falta de 4 minutos para el final.

El partido acabó siendo un toma y daca, con cada equipo respondiendo a las canastas de su rival. El Madrid tuvo el coraje para empatar el partido a menos de 9 segundos del final, con dos tiros libres de Alex Mumbrú, pero fue el propio alero catalán el que, incapaz de parar una penetración de Berni Rodríguez, cometió un tapón ilegal que daba dos puntos de ventaja a los locales con menos de 3 segundos por jugarse. Los madridistas, incapaces de preparar una jugada en el momento más importante de la temporada, se comieron el balón, con un saque de fondo que acabó, por accidente, en las manos del turco Kerem Tunçeri, que se jugó el tiro de la victoria desde su campo. Obviamente, falló y el Madrid cayó en primera ronda , incapaz de ganar un partido en estos playoffs , y  aumentando la leyenda de la maldición del campeón.

Por su parte, Unicaja deberá esperar a su rival en semifinales, del duelo entre Tau Vitoria y Pamesa Valencia. Los valencianos reciben al equipo de Spahija en la Fonteta el domingo por la mañana, tras haber perdido el primer partido jugado en el Buesa Arena.