La Vida de (Kobe) Bryant

El escolta de los Lakers, Kobe Bryant es elegido "Most Valuable Player" (MVP), "Jugador Más Valioso de la temporada 2007-2008. El compañero de Pau Gasol, con 1105 votos logrados en una votación en la que participan tanto periodistas como comentaristas de Estados Unidos y Canadá,  fue elegido por delante de la gran revelación de la temporada, el base de New Orleans Hornets, Chris Paul (889), el jugador total de los Celtics, Kevin Garnett (670), el alero de Cleveland Cavaliers, Lebron James (438) y el pivot de Orlando Magic, Dwight Howard (60). Bryant se une a Kareem Abdul Jabbar, Magic Johnson y Shaquille O´Neal , como cuarto jugador de los Lakers en ganar el MVP.

Kobe Bryant, MVP de la temporada 2007-08

La nominación hace justicia a un jugador que ha demostrado ser el único que merece ser considerado como heredero de Michael Jordan. Su carácter egocéntrico, despótico a veces, y el vivir a la sombra de otra mega-estrella como Shaquille O´Neal le dejó sin el reconocimiento oficial de su dominio en la mejor liga del mundo durante años, reconocimiento que, por fin, ha conseguido.

Kobe Bryant llegó a la liga por la puerta de atrás. Con 18 años, el joven escolta fue elegido por los entonces Charlotte Hornets en primera ronda del draft de 1996 (número 13), selccionado directamente desde el high school. Hijo de un buen jugador, que hizo carrera en Italia, Joe Bryant, la formación del joven, nacido en Philadelphia pero críado en el país transalpino, distaba mucho de la que tenían la mayoría de sus compañeros de generación.

Los Lakers, en un movimiento maestro del entonces General Manager, Jerry West, cambiaron a su pivot titular, el serbio Vlade Divac, por el joven talento, en una operación que no sólo les aseguraba a una de las estrellas del futuro, sino que les dejaba margen económico para fichar a Shaquille O´Neal.

Con ambos en la plantilla, los Lakers dominaron la liga durante el inicio del nuevo milenio, ganando 3 anillos consecutivos (2000-2001-2002), y llegando a una final (2004). Pero el  verano de 2003 marcó la vida de Kobe Bryant. Realizando un tratamiento de recuperación de una lesión de rodilla en un clínica en Denver, Colorado, el escolta mantuvo relaciones con una empleada del hotel, pertenciente a una familia blanca de clase media. Bryant, que estaba casado desde el año 2000 con Vanessa Laine, fue acusado por violación en uno de los estados con mayor porcentaje de  población blanca de los Estados Unidos. A pesar de que siempre negó los hechos, Kobe fue crucificado en todos los medios del país, perdiendo muchos de sus multimillonarios contratos de publicidad.

Con su imagen por los suelos, Bryant fue forzado a reconocer públicamente su infidelidad en televisión, pero nunca el supuesto delito. El juicio nunca llegó a producirse, resolviendose  con una compensación económica y una nota pública de disculpa, en la que el jugador aseguraba que siempre pensó que existía el consentimiento en las relaciones sexuales mantenidas. Al borde del divorcio, Bryant acabó regalándole un anillo de un millón de dólares a su mujer para conseguir su perdón. Lo logró.

El coste de la prepotencia

Tras recuperarse de la rodilla, Bryant se reincorporó a una de las plantillas de los Lakers más potentes de la historia. Tras el fracaso de 2003, en los que los Lakers no tuvieron opción de revalidar el título por 4ª vez, Jerry West consiguió fichar a dos de los 50 mejores jugadores de la historia, los veteranos Gary Payton y Karl Malone. Desde el principio, la química entre los jugadores no funcionó, pero el objetivo de poder ganar el anillo mantuvo junto al equipo. Tras perder la final ante los Pistons, la rivalidad de egos entre Shaquille y Kobe definitivamente explotó después de años de malas relaciones, con todos los jugadores apoyando a Shaq y responsabilizando a Bryant del mal ambiente en el vestuario.

Incluso con uno de sus más cercanos, el veterano Karl Malone, saltó la chispa. El dos veces MVP de la Liga, que había dejado su equipo de siempre, Utah Jazz, para tratar de buscar el título con 40 años, fue acusado por Bryant de acosar a su mujer , Vanessa Laine, en el transcurso de un partido jugado en el Staple Center. Malone, que se había trasladado a vivir con su familia al lado de la mansión de los Bryant, mantuvo una conversación  fuera de tono con la sra. Bryant, aprovechando que el veterano alero estaba lesionado. Tras recibir la queja de su mujer, Bryant no sólo se enfrentó a Malone, sino que lo hizo público.

Ante esta situación, el dueño del equipo, el multimillonario Jerry Bush, se vió forzado a elegir entre las dos megaestrellas, y se quedó con Kobe, enviando a Shaq a Miami Heat a cambio de casi nada. Los Lakers iniciaron su reconstrucción sin el entrenador Phil Jackson, que decidió tomarse un año sabático y huir de los problemas que se avecinaban. Los Lakers iniciaron su particular travesía del desierto, guiados por un Bryant cada vez más egoísta en su juego. Los angelinos fueron una caricatura de equipo, jugando una lamentable temporada, con Kobe marcando registros anotadores, pero sin conseguir resultados en equipo. Mientras O´Neal encontraba en Florida el sitio ideal para continuar su exitosa carrera, logrando el título en su primera temporada con los Heat.

Desde la salida de O´Neal, Kobe siempre estaría en el ojo del huracán. Se rumorea que fue él quién puso entre la espada y la pared a la dirección técnica de los Lakers, forzando a elegir entre "Diesel" y él.  La responsabilidad de destrozar un proyecto ganador aumentó la ansiedad en su juego que desde 2004 a 2007, se caracterizó por su increíble capacidad anotadora (el partido ante los Raptors de Calderón, en el que anotó 81 puntos, forma parte de la historia) y la falta de confianza en sus compañeros.

Menos puntos y más equipo para lograr la resurrección

Jackson retomó las riendas del equipo en 2005, y con él, los Lakers volvieron a los playoffs. Poco a poco, el equipo fichó a algunos jugadores de equipo, pero nunca a una estrella que ayudara a Kobe.

Tras 3 años de suplicio, Bryant explotó pidiendo el traspaso el pasado verano. La poca esperanza en que la plantilla pudiera competir por el título, llevó al jugador franquicia de los Lakers a volver a tirarse un órdago. Afortunadamente, Jackson se implicó , convenciendo a Kobe, con el que nunca ha tenido un gran relación, a confiar en el proyecto, en sus compañeros, a cambio de variar su juego y ser menos egoísta. Jackson, que fue quién logró 6 anillos junto a Jordan en los Bulls, había hecho lo mismo 20 años antes, convenciendo a "El más grande" a buscar menos tiros e implicar más a sus compañeros.

Bryant, en plena madurez como jugador, cerca de cumplir los 30 años, entendió que era su momento y desde el inicio, demostró estar preparado para ser un líder. Bajando sus registros anotadores, Kobe consiguió que los Lakers fueron la sorpresa del inicio de temporada, La lesión del pivot titular, Andrew Bynum, que había explotado como uno de los mejores jóvenes de la liga, no detuvo el rendimiento de los Lakers, que antes del Fin de Semana de las Estrellas, ficharon a Pau Gasol.

La pieza del puzzle que faltaba, la llegada del catalán fue la mejor noticia para Bryant al ser una estrella en plena madurez, acostumbrado a ganar en Europa y que al venir de un equipo pequeño, como Menphis, no iba a robarle protagonismo.

Desde el principio, la química entre Bryant y Gasol ha sido excelente. El sistema de juego de Lakers encaja perfectamente con la manera de jugar de Gasol, cuya capacidad de pase y poderío ofensivo era la que Lakers necesitaban para pasar a ser un verdadero aspirante al anillo.

Con un 75% de victorias desde la llegada de Gasol , los Lakers cerraron la fase regular como mejor equipo de la Conferencia Oeste, la más potente de la NBA. Bryant y Chris Paul habían demostrado ser los dos mejores jugadores de la temporada y claros aspirantes al premio de MVP de la temporada. Finalmente Kobe Bryant fue el elegido, logrando el único premio que se le había resistido en sus 11 años de carrera. Con los Lakers aún invictos en playoffs, quién sabe si Kobe logrará premios mayores antes de que acabe la temporada, con Pau Gasol como escudero.