El asteroide 2007 WD5 tiene un 3,9% de posibilidades de impactar con Marte el próximo 30 de enero
Marte visto por el orbitador Viking 1. Cortesía NASA.
Más probablidad, pocas esperanzas
El pasado 21 de diciembre, la NASA anunció la posibilidad de que el asteroide 2007 WD5 impactara contra Marte el 30 de enero de 2008. Las estimaciones preliminares situaron esa posibilidad en 1 entre 75. La localización de imágenes pre-descubrimiento, obtenidas el 8 de noviembre, han permitido definir mejor la órbita del asteroide. Como resultado, las probabilidades se sitúan ahora en el 3,9%, o 1 posibilidad entre 25.
El 30 de enero de 2008, a las 10:56 UTC, el asteroide pasará a menos de 400 mil kilómetros de Marte (la distancia entre la Luna y la Tierra). A pesar de las aparentes buenas noticias, la posibilidad de impacto real es baja. Algunos astrónomos opinan que según se vaya definiendo mejor la órbita del asteroide se terminará por descartar el impacto.
Descubrimiento
El 2007 WD5 fue descubierto por Andrea Boattini el 20 de diciembre de 2007 utilizando el telescopio de 1,5 metros de Monte Lemmon (Arizona). El telescopio realizaba tareas de búsqueda de asteroides para el Catálogo Celeste Catalina, un programa financiado por la NASA para la detección de asteroides potencialmente peligrosos. El 2007 WD5 posee alrededor de 50 metros de diámetro, es inusual porque cruza tanto las órbitas de Marte como la de la Tierra. Al tratarse de objeto cercano a la Tierra, se le realiza un seguimiento especial. Las observaciones realizadas por el programa Spacewatch (Arizona) y por el Observatorio Magdalena Ridge (Nuevo México) permitieron estimar la órbita preliminar del asteroide. El 21 de diciembre se anunció que existía una posibilidad entre 75 de que el 2007 WD5 impactara contra Marte.
Según estimaciones del Jet Propulsion Laboratory (California), si el asteroide realmente estuviera en ruta de colisión, impactaría contra el Planeta Rojo a una velocidad de 14 km/s (unos 50 mil km/h). La colisión produciría una explosión de 3 megatones y crearía un cráter de 1 km de diámetro. La zona de impacto estaría situada en una región del planeta explorada por el Mars Rover Opportunity.
Para los estándares del Sistema Solar, el tamaño del 2007 WD5 es pequeño. De impactar con la Tierra produciría una catástrofe a nivel local, pero no pondría en peligro a la Humanidad o a la vida. Se estima que el asteroide de Chixulub, que produjo la extinción de los dinosaurios, y otra gran cantidad de especies, hace 75 millones de años, tenía aproximadamente 10 kilómetros de diámetro.
Marte, en oposición
Se da la casualidad de que estos días Marte tiene su máximo acercamiento a la Tierra, que sucede cada dos años. Las oposiciones de Marte son aprovechadas por los astrónomos para realizar observaciones de la superficie del planeta con telescopios terrestres. A finales del siglo XIX, Percival Lowell aprovechó estas oposiciones para observar a Marte a través del telescopio, y realizar mapas de su superficie. Pero su telescopio no era el Hubble, y dejó volar su imaginación, e inventó canales allí donde no los había y afirmó que eran construcciones artificiales. Aprovechando la aproximación, el Telescopio Espacial Hubble capturó recientemente varias imágenes espectaculares del planeta rojo. Durante estas semanas, Marte puede verse a simple vista mirando haciael Este como una estrella muy brillante, y de color anaranjado.
Impactos planetarios
Los astrónomos y geólogos planetarios se pondrían muy contentos si el 2007 WD5 impacta con Marte. Esto les permitiría poner a prueba los modelos teóricos de impactos. Pero no sería la primera vez que viesen un choque planetario. En julio de 1994, los 22 trozos del cometa Shoemaker-Levy 9 impactaron en Júpiter en el transcurso de varios días. El impacto se había predicho con un año de antelación, y una miriada de observatorios terrestres y espaciales, e incluso sondas interplanetarias, dirigieron sus miradas a Júpiter. Los resultados dejaron sorprendidos a los astrónomos, que no esperaban que los trozos del cometa fueran a producir efectos visibles en el gigante planetario.
No hay registrado otro impacto de un cometa o asteroide contra planetas en tiempos históricos. Salvo el evento de Tunguska, aquí en la Tierra. En 1908, en esta región de Siberia, un cometa o asteroide explotó (quizás en el aire), liberando una energía equivalente a 10 megatones, y arrasando 2000 kilómetros cuadrados de bosque. Las expediciones científicas, realizadas a partir de 1930, nunca encontraron el cráter ni restos del objeto.
El impacto del Shoemaker-Levy 9 hizo reflexionar a los astrónomos y políticos sobre la necesidad de catalogar los asteroides cercanos a la Tierra para prevenir catástrofes. La NASA puso en marcha varios programas, como el Spaceguard, que tiene como objetivo descubrir antes de 2008 todos los asteroides mayores de 1 km que se crucen con la Tierra. En esta tarea de descubrimiento y seguimiento, los astrónomos aficionados están jugando un papel destacable. En España hay varios grupos muy activos, como el Observatorio Astronómico de Mallorca (OAM), el Grupo de Estudios Astronómicos y los integrantes de la lista cometas_obs. Asimismo, la Universidad de Valladolid participa activamente en el desarrollo y mantenimiento del sistema NeoDys, para cálculo de órbitas y probabilidad de impactos.
En la última década los impactos con la Tierra han pasado a la cultura popular gracias a películas como Armaggedon y Deep Impact. Pero en caso de impacto inminente, ni las cabezas nucleares ni los transbordadores espaciales (que no están preparadas para salir de la órbita terrestre) serían de ayuda. Solo en el caso de que el impacto sucediera a décadas vista podrían ponerse en marcha misiones para modificar la órbita de los objetos. Eso en el caso de los asteroides. Los cometas que provienen del interior del Sistema Solar, y que son demasiado débiles para observarlos hasta que están muy cerca, podrían ser nuestra peor pesadilla.
Además de los citados programas de descubrimiento y seguimiento de objetos cercanos, varias agencias espaciales han lanzado sondas para estudiar la composición de los asteroides y cometas. En 2000, la sonda NEAR-Shoemaker (NASA) orbitó y fotografió al asteroide Eros. Y en 2004, la sonda Deep Impact (NASA) hizo impactar un proyectil contra el cometa P/Tempel 1. Las empresas españolas Deimos Space y EADS-CASA lideran un proyecto similar para estudiar un asteroide, Don Quijote, pero permanece en estado suspendido por la Agencia Espacial Europea (ESA), a la espera de decisiones políticas.
Apophis: ¿Apocalipsis?
En el año 2004, el descubrimiento del asteroide Apophis causó cierto revuelo. La órbita preliminar indicó una probabilidad de impacto con la Tierra del 2,7% para el año 2029. Generalmente, estas alertas, que a veces llegan a los medios de comunicación, quedan descartadas al obtenerse nuevas observaciones del asteroide y refinarse su órbita. Pero el caso del Apophis fue singular. Las nuevas observaciones indicaron que no habría impacto con la Tierra o la Luna en 2029. Sin embargo, el asteroide podría ver perturbada su trayectoria por la gravedad terrestre, e impactar con la Tierra en el encuentro de 2036. Observaciones posteriores sitúan la probabilidad de impacto para el año 2036 de solo una entre 45 mil.
Que algún objeto impacte con la Tierra es solo cuestión de tiempo. Las preguntas son cuándo y cómo. Y si estaremos preparados.
(CC) 2007 Víctor R. Ruiz, Infoastro.com.