Por mucho que Sarkozy haya dicho de él que "corre demasiado deprisa", Zapatero no tiene lo que se dice cuerpo de deportista. Nuestro presidente no es ningún sex symbol: luce chicha y nadie le ha explicado cómo se posa para esconder el michelín. Por eso, con esta imagen tomada en Mojácar en el verano del 2000, cae al último puesto de nuestro 'top five'. ¿Conclusión? Estas vacaciones va a tener que repetir todos los días esta imagen y salir a correr por las playas de Lanzarote. Algún que otro abdominal tampoco le vendría mal.
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