"Continúo buscando la bondad en todo ser humano. Tenemos que superar los fracasos de nuestros padres en materia de derechos humanos"
Jeanne d'Arc Ayinkamiye es hutu y con ese nombre no le quedaba otra que ser una mujer luchadora. Es una de las víctimas de la oleada de revancha posterior al genocidio contra los tutsis de 1944. En 1998 fue detenida, torturada y encarcelada durante año y medio.
A pesar de todo, fundó una asociación con el objetivo de enseñar a los jóvenes el respeto de los derechos humanos y promover un futuro de reconciliación en Ruanda. Sin embargo el Gobierno vio en estas actividades un intento de sublevar a la población por lo que disolvió la asociación y ordenó la captura de sus fundadores. Entonces Jeanne d'Arc tuvo que abandonar su país hasta ahora.