A pesar de los cientos de muertos y los miles de desplazados, como los de la imagen, el líder de la oposición ha asegurado que su formación no abandonará la mesa de negociaciones. Odinga ha acusado a Kibaki de una persecución étnica. Según dice sólo se preocupa de los kikuyus (etnia más numerosa del país y a la que pertenece el propio presidente).