Los conflictos continúan en Kenia un mes y una semana después de la celebración de las elecciones presidenciales el día 27 de diciembre. El resultado, que dio como ganador a Mwai Kibaki —en el poder desde 2002— fue denunciado por la oposición. Los partidarios de Raila Odinga aseguraron que se dieron numerosas irregularidades en el recuento de votos y pusieron en duda la credibilidad del escrutinio. Según la ONU, en este tiempo, casi mil personas han perdido la vida y unas 300.000 han tenido que abandonar sus casas, tanto por las protestas callejeras como por las luchas surgidas al calor de las rivalidades políticas