Las diez claves de Glastonbury

Este fin de semana se celebra Glastonbury, ese festival al que ni Coachella ni Roskilde ni el FIB con dinero inglés han conseguido hacer sombra. Una referencia para toda organización que se precie. Pero, ¿qué marca la diferencia?

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Un clásico festivalero.

1.-La tradición. Muchos festivales mantienen cierto cariz romántico (Contempopránea) o una línea muy definida y respetada (Sónar), pero ninguno tiene la tradición de Glastonbury. Creado por un granjero de la zona en 1970, año en el que ya contó con la actuación de Tyrannosaurus Rex, más tarde T-Rex, 'Glasto' ha mantenido un público fiel y ya no tan hippy, sobre todo desde que regularizara sus ediciones en los 80. Su organizador desde el principio, Michael Eavis, compartía el cargo con su mujer, Jean, hasta que ésta murió en 1999. Ahora su hija Emily está al mando.

2.-"Sold out" sin conocer el cartel. Aunque en los últimos años, los abonos y las entradas no se han agotado en tres horas como en otras ediciones, el festival de Glastonbury es una marca mucho más importante que, digamos, los Killers, Oasis o el mismísimo Bruce Springsteen. La mayoría de la gente compra los tickets sin conocer ni un solo nombre de los que allí actuarán. Se da más importancia a la música en general, o directamente se confía en el criterio de la organización para llevar a la flor y nata del momento. Es inimaginable que un festival en España agote sin conocer sus cabezas de cartel.

3.-Las sorpresas de última hora. Los grupos van confirmando su presencia en el festival a lo largo de los meses sin una fecha tope. Cuando los asistentes ya están preparando las tiendas de campaña para irse, reciben la noticia de que más grupos se suman a la fiesta. Esta misma semana se ha conocido la actuación de N.E.R.D.

4.-Los conciertos sorpresa. Si bien N.E.R.D. se han anunciado ya, parece que la organización no tenía demasiada intención de confirmar la presencia de los Klaxons, que ellos mismos sí han decidido comunicar a sus fans. Emily Eavis celebra que éstos se hayan enterado, pero asegura que se guarda un as en la manga para la noche del viernes. En España lo más parecido que recordamos es el concierto sorpresa de Scissor Sisters en el Sónar hace unos años. Su cantante, Jake Shears, repitió, sin avisar, junto a Luomo el pasado fin de semana.

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La lluvia y el azul de Oxfam: dos imprescindibles.

5.-Los desmentidos de última hora. En contrapartida, la incertidumbre sobre el cartel provoca todo tipo de rumores que la organización se ve obligada a desmentir. Después de que el chisme se extendiera vía Twitter, han tenido que comunicar que Muse y Coldplay no actuarán. Sólo que se plantee que es posible, engrandece el mito del festival.

6.-La obsesión con el parte meteorológico. ¿Lloverá o no lloverá? Ésa es la cuestión. Desde un mes antes, los medios británicos empiezan a preguntarse si en Glastonbury brillará el sol. No se sabe a qué viene tanto interés, porque en el fondo da un poco igual. La población autóctona está acostumbrada y dispuesta a lidiar con todo tipo de inclemencias temporales, inundaciones y barro, y rara vez se suspenderán los conciertos por la que pueda caer, a diferencia de lo que ha sucedido varias veces en España (Espárrago 2000, Benicàssim 97). Emily dice que este año hará calor y también lloverá. "Es la mejor combinación".

7.-Kylie. Después de varios años de rumores, que se repiten cíclicamente, se anunció la actuación de Kylie Minogue para el 26 de junio de 2005. Debido al cáncer de mama que sufrió, no pudo cumplir, pero aún esperamos un guiño al pop similar por parte del FIB, el Sónar o, mejor, el Primavera Sound.

8.-Los momentos históricos. Una polémica similar se desencadenó cuando se anunció el concierto de Jay-Z. Al parecer, el pueblo inglés no entiende el hip-hop como un género alternativo o indie y, por ejemplo, Noel Gallagher se indignó cuando conoció la noticia. Como respuesta, Jay-Z apareció en el escenario tocando 'Wonderwall' en uno de esos momentos históricos que nos ha dejado el festival. Como la actuación de David Bowie 30 años después de celebrarse la primera, o el concierto de Radiohead el año que presentaban 'OK Computer'.

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La fama del festival llega a varios planetas.

9.-La solidaridad. 1400 voluntarios de Oxfam, organización que a cambio recibe una donación de unas 200.000 libras, trabajan cada año en el festival. Y aunque esto tiene un pequeño equivalente en nuestro FIB, sección aparcamiento, no sabemos si aquí artistas y asistentes se animarán a pintarse de azul para recaudar fondos para la ONG.

10.-El cartel. Clásicos de la talla de Neil Young, Bruce Springsteen & The E Street Band o Nick Cave & The Bad Seeds; reyes del pop de hoy como Lily Allen, Franz Ferdinand o Lady Gaga; revelaciones como Ebony Bones; lo mejor de la música actual, como Fleet Foxes o Passion Pit... Este año tocan hasta Black Eyed Peas y Madness. Terminamos antes diciendo que va todo el mundo y que si nunca has tocado allí, al menos en el ámbito internacional, no eres nadie.