Disfrutar como un enano

La frenética actividad de Toni Guiral como coordinador de series y tomos que rescatan el material de Bruguera, verdadero tesoro del tebeo patrio, es una de las mejores noticias que podría haber recibido el lector que ya ha pasado de los 30. Entre otros productos, Guiral ha relanzado en kioscos la colección Clásicos del Humor, de RBA; y, por otro lado, los Súper Humor dedicados a los clásicos. Nos centramos esta vez en los consagrados a dos personajes claves de la historieta española y que no habían gozado de los tomos recopilatorios que se merecían.

Sir Tim O’Theo nunca tuvo la repercusión entre el gran público que pudieron tener compañeros de editorial como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape o Anacleto. Sin embargo, la calidad de sus historietas en algunos casos era superior.

Creado por Raf, los guiones estuvieron muchas veces a cargo de Andreu Martín, que dotó al personaje y a los secundarios de una gran carga de matices

Los tebeos de Sir Tim O’Theo presentaban siempre un caso detectivesco al que debía enfrentarse este aciano retirado en Bellota Village, un idílico pueblo inglés. Con claras referencias a Sherlock Holmes —por ejemplo por medio de su ayudante Patson—, Raf parodiaba a la sociedad británica y sus estiradas relaciones sociales recurriendo a un extenso elenco de personajes. Las historias de Andreu Martín son frescas y divertidas, pero con el toque de intriga necesario para mantener el interés.

Por su parte Raf tenía un estilo personalísimo, capaz de dibujarlo todo sin cargar las viñetas en exceso, con un trazo muy reconocible. Ambos crearon unas historias que eran una gozada leer en su momento, y hoy son una delicia.

Las Hermanas Gilda son Hermenegilda y Leovigilda, las creaciones más conocidas de Manuel Vázquez junto a Anacleto agente secreto. Ediciones B les ha dedicado el Volumen 8 de los Súper Humor Clásicos aprovechando que se celebra su 60 aniversario.

En su interior nos encontramos una selección de las mejores historias de las peculiares solteronas, empezando por la primera, fechada en 1949 y que apareció en Pulgarcito. Podemos ver a los largo del tomo la evolución tanto del dibujo como argumental. Gráficamente, Vázquez va estilizando el trazo, eliminando todos los elementos superfluos y creando ese estilo tan característico suyo dotado de gran humor y expresividad.

El argumento irá cambiando, como explica Guiral en el prólogo. Pasará del relato de una relación viciada y llena de envidia entre las hermanas en la que la mayor ejerce un rol dominante sobre la menor y todas las historietas giran en torno a la búsqueda de Hermenegilda de un novio rico, hacia lugares más ingenuos en los que los viajes de la hermana pequeña al campo darán lugar a todo tipo de situaciones disparatadas. Entre medio, Vázquez sabrá meter ocasionalmente sus pequeñas puyas al sistema.

Un cómic que es un buen ejemplo de por qué a Vázquez se le considera un maestro.

*Ricardo Mena es nuestro experto en cómics.