He tomado el título para esta reseña de un pequeño libro de Peter Carey ('Equivocado sobre Japón': lo publicó Mondadori el año pasado). El creciente interés del hijo del novelista por las actuales manifestaciones de la cultura nipona: manga, anime…y en particular por la película de Takeshi Kitano, 'El verano de Kikujiro', que alquila una y otra vez, se convierte en el motivo perfecto para emprender un viaje a Japón. La única condición que Charley impone a su padre es que no verían nada del "verdadero Japón". Ni templos, ni museos. Nada por el estilo. La confusión se establece en la novela desde el inicio: el Japón que cada uno quiere ver es opuesto al del otro; una distancia que según avanza la novela ampliará el concepto de "verdadero Japón" con el que inician el viaje.
Tsutsui disecciona en sus libros el morbo sexual.
Digo todo esto porque algo parecido nos ha sucedido al leer este libro de cuentos: 'Estoy desnudo' (Atalanta, 2009; traducción de Jesús Carlos Álvarez Crespo). Hemos descubierto que nuestro concepto de la literatura japonesa era un estereotipo limitado al conocimiento de los autores que aquí han tenido más recepción (quizá porque eran los que mejor cumplían los tópicos que desde nuestra mirada occidental tenemos de la cultura nipona). Y lo más importante: no hemos dejado de reírnos a lo largo de las 200 páginas del libro. Yasutaka Tsutsui es un autor de culto en Japón, donde ha recibido los galardones más importantes; aquí en España era absolutamente desconocido hasta que la misma editorial Atalanta tradujo el año pasado los relatos de 'Hombres salmonela en el planeta Porno' (más de diez años antes de que nosotros contáramos con la primera traducción de Tsutsui el Gobierno francés ya le había nombrado Caballero de las Artes y de las Letras). Pero si pronuncio su nombre y enseguida empiezan a suponerle similitudes con los "clásicos" japoneses más conocidos —Soseki, Kawabata, Mishima o Tanizaki—, es que todavía no se imaginan lo que se pueden encontrar en el interior de sus libros. ¡Adivinen!
'Estoy desnudo' es una selección de sus mejores cuentos hecha por el propio autor a petición de la editorial, por eso es interesante observar qué es lo que tienen de común entre sí. Los tres Tipos Infames coincidimos en destacar el mismo rasgo y el término con el que tratar de designarlo: una sonrisa nerviosa al borde de la locura. Pero no sólo por nuestras carcajadas, ni por el humor claro y directo del autor, que no rehúye episodios abiertamente sexuales y escatológicos, sino porque la reacción de los personajes ante la situación delirante en la que sin saber muy bien cómo se han visto de repente inmersos, les despierta una risa incontenible que, quizá como último e inconsciente recurso, trate de espantar a los espíritus maléficos que parecen confabularse contra ellos. Los sueños, los medios de comunicación, y el descubrimiento y contacto con otros planetas habitados parecen temas recurrentes de su obra, en la que, al igual que el planeta Porno de uno de sus relatos, todo es sexual.
El humor negro y la escritura satírica de Tsutsui, que el traductor ha acertado en definir como astracanada, le han generado en su país tantas alegrías como pesares. Por un lado, además de los lectores y los premios, muchas obras suyas han sido objeto de adaptaciones para cine, televisión, y han servido como guiones para mangas; pero también ha despertado polémica. De hecho, las críticas por tratar algunos temas tabú en la sociedad japonesa le llevaron a declararse en huelga por la excesiva censura de las editoriales.
Después de tratar de encontrar una raíz común entre los relatos, buscamos la forma de mostrar también la variedad de situaciones planteadas. Por eso decidimos que cada uno de nosotros eligiera su cuento favorito. Ésta es nuestra selección:
La portada.
No lo he podido evitar y he elegido dos cuentos. 'Estoy desnudo' me ha recordado a la película 'After Hours', aquella de Scorsese que tuvo la mala suerte de traducirse como 'Jo, qué noche', en la que al protagonista le ocurre de todo desde que sale del trabajo y conoce a una chica leyendo en una cafetería a Henry Miller, hasta que llega a la puerta de su oficina justo a tiempo para fichar. En el relato de Tsutsui todo se desencadena a partir del incendio del hotel de citas en que el narrador "estaba haciendo el amor con Yasuko Ono por tercera vez".
El otro es 'La embestida del autobús loco', que bien pudiera ser el guión de una de aquellas películas de Woody Allen en que le daba por disfrazarse de espermatozoide y hablar con su psicoanalista. En este autobús viajan 18 egos del personaje durante una cita: el Salido, el Currante, el Libertino, el Cursi, el Crítico, el Servicial... lucharán entre ellos por imponer sus deseos y su forma de ser dentro del inconsciente del personaje.
La imposibilidad para comunicarnos y descubrir los principios que rigen la forma de pensar y actuar de otros es el tema principal de dos de los relatos más divertidos del libro. En 'El peor contacto posible' un representante de la Tierra y otro del planeta Magumagu estarán obligados a convivir durante una semana. Y en 'Articulaciones' el protagonista tendrá que aprender el lenguaje basado en crujir las distintas partes del cuerpo de los habitantes del planeta Madang. En ambos, las situaciones generadas por la imaginación del autor darán lugar a un auténtico delirio de confusión y humor. De hecho, Tsutsui ha declarado que dos de sus mayores influencias como escritor han sido la ciencia-ficción (norteamericana, sobre todo) y las películas de los hermanos Marx.
Me gusta ser el último en escribir porque, gracias a que mis compañeros ya han elegido sus relatos preferidos, yo no dudaré tanto. De los que quedan disponibles, mi preferido es 'El día de la pérdida': Isamu Warai tiene serias dificultades para compatibilizar el trabajo con su imaginación, desbordada por el deseo sexual; el inconsciente le traicionará más de una vez mientras hace cálculos de costes sentado en la oficina y a la vez "hace números" sobre cuánto le costará su cita de por la noche con una mujer de otro departamento. Divertidísimo.
* Alfonso Tordesillas, Gonzalo Queipo y Francisco Llorca forman el colectivo literario 'Tipos Infames'.
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Atalanta, que puede, hace muy bien en hacernos llegar estos especímenes "raros" y geniales +
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