Elegir una imagen no resulta fácil. Tampoco está escrito en lugar alguno que sea obligatorio hacerlo, en especial cuando se trata de asuntos de pareja, de elementos similares u opuestos, de partes que componen un todo o cuya mezcla puede producir una explosión en el momento más imprevisto. La fotografía ama la unión de piezas chocantes, bien sea en pareja o en grupo, por oposición de tamaños, de colores o, simplemente, de actitud.
Una Venus semidesnuda y un Vulcano de pacotilla.
Este pasado fin de semana han coincidido dos lujosas pasarelas, próximas incluso en la geografía, dos citas recurrentes para los objetivos: el Festival de Cannes y el gran premio de Fórmula 1 de Mónaco, lugares que nuestros ojos han visitado muchas veces a través de las miradas ajenas, puntos de encuentro exclusivo de famosos y millonarios, mujeres y hombres esculturales, yates recubiertos de rubias ociosas, vestidos lujosos y fiestas en las que Paris Hilton puede darse el lote con el penúltimo de sus gañanes.
Es el tipo de vida con la que todo occidental sueña, ajena a los números rojos del final de cada mes y a las duras jornadas laborales. Está ese mundo y el nuestro, que compone otra realidad, y que completa la pareja, el opuesto, el que nunca aparece en las portadas. Y si hay dos, como cliché de pareja, son Angelina Jolie y Brad Pitt; tanto que se han fusionado en uno y, dentro de poco, se habrán disuelto en ninguno.
La fotografía —elegida con criterio subjetivo para la ocasión de entre cientos de tomas de la alfombra del festival— muestra a una reina y a su bufón; aunque ella pase por ser la actriz de cintas petardas y él represente papeles de mayor prestigio, aunque la mayoría de los mortales crean que esa mujer de labios ultracarnosos está loca de atar.
Esta imagen resulta fascinante por sus cualidades cinematográficas. Sobre un fondo de fotógrafos que gritan con desesperación a la espera de que los protagonistas se giren para capturar sus rostros, Angelina se mueve con lentitud, domina el tiempo, controla la escena, se recrea en penetrar con sus ojos el objetivo, pone orden en el caos y muestra su esplendor, parece tranquila, segura, orgullosa. Brad, en cambio, puede que contaminado por el histriónico Tarantino, se esfuerza por parecer gracioso.
Nos preguntamos entonces, en esta dualidad, cuál de los dos interpreta mejor el papel —durante el festival se especuló con su ruptura y, después, con su reconciliación— y si es más importante el de la vida o el del celuloide. Nunca se sabe, pero parece claro que ella tiene el control, que es la Venus semidesnuda que sale del mar en una nueva mitología que le he asignado el papel de marido a un Vulcano de pacotilla.
No muy lejos de esa alfombra, en el lugar elegido por los triunfadores para pagar menos impuestos y prolongar su liderazgo terrenal, tiene lugar el más peculiar de los grandes premios de Fórmula 1. Ya tenemos, pues, una de las piezas para complementar esta pareja: la máquina, el motor, el ruido, la velocidad.
No importa el triunfador, importa el bronceado.
Algo que millones de espectadores pagarían —algunos lo hacen— por poder contemplar de cerca y que resulta de una vulgaridad manifiesta para la otra mitad de la imagen, esa señora madura cuyas carnes ya pasaron por sus mejores años. Sólo alguien rematadamente rico puede permitirse ese ejercicio de clase, esa demostración de elegante desprecio ante la ruda exhibición de unos coches que ni tan siquiera tienen tapicería de cuero por más que corran mucho.
Es la subdivisión del mundo de los ricos, el de los recién llegados -chavales que empezaron corriendo en karts- y el de los que llevan generaciones tomando el sol en su terraza del principado, en su casa de las Bermudas o en el lugar que les ocurra. Esta magnífica toma cuenta mucho sobre la vida, aunque no nos ayude a saber quién ganó la carrera. Pero a quién le importa cuando lo fundamental es lograr un buen bronceado.
* Txema Rodríguez es fotógrafo: conoce su web y su página de Flickr.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
El incontestable poder de una imagen. Lo que no se puede contar con palabras. Entra en las tripas de la fotografía y pierde el miedo a probar. Fotógrafos y expertos como Sofía Moro y David de la Torre, Carlos Spottorno, Txema Rodriguez y Francisco Galvez, coordinados por Ramón Peco te descubren técnicas, exposiciones, tendencias...
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Citar este verso de Machado no puede ser más ocurrente al hablar de Mariano Rajoy. Tras la renuncia de Zapatero y las voces que señalan que la estrategia popular podría verse dañada, es necesario preguntarse algo. ¿Ha hecho camino Rajoy? ¿Se ha preparado para ser presidente? Quizás la respuesta sorprenda.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Algunos luchamos por tener los pies en suelo.” Lo decía ayer en su Twitter Raül Romeva, uno de los cuatro eurodiputados españoles (Oriol Junqueras, de ERC, Ramon Tremosa, de CiU, Rosa Estarás del PP y él, de ICV) que apoyaron la enmienda para evitar que el presupuesto comunitario de 2012 contemple los vuelos en primera clase de los parlamentarios europeos. No era una excepción. Lo escribía ahí porque es lo que hace siempre: ser transparente.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Son los cien primeros, como podrían ser doscientos o diez. Lo importante es el concepto. La idea de tener unos días para llevar a cabo la transición desde la oposición al gobierno. Del banquillo, a llevar el dorsal titular. Nunca tendremos una segunda oportunidad de crear una buena primera impresión. Y los cien primeros días son esa primera impresión. Veamos su importancia.
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
“Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.” De esta manera, Zapatero ha puesto las primarias en el punto de mira tras anunciar que no será candidato a la reelección. Tras este anuncio, observamos algunas reflexiones sobre el proceso
En: E-Campany@
Recomendación: Albert Medrán
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.