¿Puede un grupo de mamarrachos hacer un disco excelente?

No es que su apariencia de grupo emo para adolescentes dé pereza. Es que el grupo se ha currado una fama penosa. Los Horrors destrozaron la Sala Moby Dick en su paso por Madrid en mayo de 2007. Su cantante, Faris Badwan, ex jugador de rugby aunque no lo parezca, descolgó la bola de espejos y la lanzó al público, causando varios cortes a los asistentes. También se dedicó a regarlos de agua cuando nadie tenía calor, estropeando varias cámaras de fotos y móviles. La organización tuvo que suspender el show antes de que la cosa pasase a mayores.

Su posterior actuación en el Festival de Benicàssim, conquistando a públicos con tan mal gusto como las Nancys Rubias, los consolidó oficialmente como grupo de mamarrachos, aunque lo suyo venía de muy atrás. Por ejemplo, ya en 2006 su cantante escupió al público en un concierto, parte del mismo se enfadó y le arrebató el micro y la cosa terminó a puñetazo limpio entre un fan y el cantante. ¿Quién tiene ganas de estas tonterías 30 años después de que se inventara el punk?

Pero resulta que aparte de Mario Vaquerizo, los Horrors también tienen otros seguidores, como Geoff Barrow de Portishead, y éste les ha producido su nuevo álbum, 'Primary Colours', que sale a la venta en mayo. Su bajista y teclista, Rhys 'Spider' Webb, comentó recientemente en una entrevista que el grupo ha sudado tinta durante la grabación del disco y que se llegaron a cuestionar su propia salud mental. Sólo en ese momento, qué curioso.

Milagrosamente, les ha salido un segundo álbum que a muchos otros grupos no. De los que a los medios nos gusta llamar "uno de los álbumes del año". Donde otros se atascaron para repetir lo mismo y repetir éxito (el primer disco de los Horrors, 'Strange House', de 2007, llegó al top 40 británico y el grupo pudo realizar una extensa gira mundial), ellos han dado un sorprendente giro a su carrera.

Geoff Barrow odia casi todo. En su blog ha llegado a decir (aunque haya borrado la entrada) que preferiría "cagar en el pastel de domingo de su madre" que dejarse producir por Gnarls Barkley. Y también se ha metido sin ningún tipo de piedad con Mark Ronson, productor de Amy Winehouse. Geoff es aficionado a la música experimental y organizador ocasional del festival ATP, donde la mayoría de los asistentes no conoce a ninguno de los grupos que toca. Nadie entiende muy bien qué puede ver en un grupo como The Horrors, que básicamente se dedica a copiar a Joy Division y a Suicide, pero si lo importante es la música, bien vale dejar los prejuicios aparte.

El single de los Horrors, 'Sea Within A Sea', dura ocho minutos, y, al igual que otras pistas del disco como 'I Only Think Of You' o 'Mirror's Image', incorpora el tipo de sintetizadores perversos y desconcertantes que hicieron de 'Third', el tercer álbum de Portishead, el éxito que fue el año pasado. Eso sí, para no espantar a sus fans, los guiños a Joy Division siguen siendo muy evidentes, incluso en los títulos de las canciones ('Three Decades', 'I Can't Control Myself'). Hasta la letra de 'Who Can Say' parece pensada en el matrimonio Curtis, retratado recientemente en la película de Anton Corbijn.

Quizá lo que tengan en común tanto Joy Division, como Portishead y los Horrors sea el gusto por esas letras que constantemente hablan sobre huidas, paseos nocturnos, paranoias en jardines tenebrosos y sueños perdidos. "El camino que compartimos estará lleno de peligro y miedo hasta el final", terminan cantando en el citado single 'Sea Within A Sea', que cierra el disco pero abre un interesante futuro, hasta ahora improbable.