Los glotones del corto

Domingo 15 de marzo. Diez y cuarto de la noche. En la tele proyectan 'Volver', de Almodóvar, y su corto 'La concejala antropófaga'. Al mismo tiempo, la Comunidad de Madrid entrega sus premios Madrid en Corto a algunos de los cortometrajes en cuya producción ha participado en el último año. Evidentemente entre los 46 candidatos a llevarse un premio no está Almodóvar. Me viene a la cabeza una escena de 'Padre de Familia' en la que John Goodman se atiborra de comida mientras su famélica familia espera a que termine para poder comerse las sobras. Pero no, Pedro no es John Goodman.

Una supone que ese tipo de premios se conceden a gente que está empezando para impulsar sus incipientes carreras así que no entiendo demasiado que pintan entre los candidatos gente como Mateo Gil, David Serrano, Alfonso Cuarón o Eduardo Chapero Jackson. Vuelvo a pensar en John Goodman.

No he visto el corto de Mateo Gil pero si es igual de bueno que 'Allanamiento de morada' seguro que merece la pena. Por el contrario sí he visto 'The End', de Eduardo Chapero, el hombre que una vez casi fue nominado al Óscar de la Academia de Hollywood. No sé, tengo la sensación de que hay dos formas de hacer un corto (o muchas más de dos). La primera: tener una idea genial y buscar la pasta para ponerla en pie; la segunda: tener la pasta y buscar una idea en que invertirla. Sospecho que 'The End' está hecho siguiendo este segundo procedimiento. La sucesión de créditos de quién ha metido dinero en el proyecto es apabullante. Que si Almería en corto, que si la productora de Banderas, que si la Expo de Zaragoza, que si la Comunidad de Madrid, que si, que si... que sí. Eduardo Chapero es el David Meca del cortometraje español: lleva el cuerpo lleno de tatuajes de gente que le patrocina. Evidentemente rueda bien, eso nadie lo pone en duda, pero 'The End' son veintiocho minutos de aburrimiento predecible.

Yo, que soy muy mal pensada, me preguntaba si sería posible que la Comunidad de Madrid no premiara a Gil, a Chapero, a Serrano y a Cuarón. Me respondía que no, que cómo iban a renunciar a hacerse una foto con algunas de las 'grandes esperanzas blancas del cine español' y a presumir de haberles coproducido sus cortometrajes. Hay que tener en cuenta que la semana pasada Esperanza Aguirre, Gallardón y Magdalena Álvarez no tuvieron reparos en desalojar a los familiares de las víctimas del 11-M del monumento de Atocha para hacerse ellos tranquilamente la foto con motivo del quinto aniversario de los atentados de Madrid, luego no es extraño que una 'malpiense' acerca del afán de figurar de los políticos.

Al final, dos de cuatro. Mateo Gil (quien, por cierto, ni siquiera acudió a recoger su premio, demostrando que juega en otra división y que no debería ser John Goodman) y Eduardo Chapero se llevaron premio. Serrano y Cuarón, no. De todos modos, la gran triunfadora de Madrid en Corto fue 'La Tama' (viene de La Tamara), dirigido por alguien llamado Martín Costa y que cuenta (bastante bien) la historia de una 'choni' carne de reformatorio a quien le gusta dar palmas y cantar una coplilla que dice algo parecido a: 'Follar é güeno, te meten la pirula pol bujero'.

*Beta es la autora del blog 'Mi madre es idiota'.