Cómo celebrarían ZP y Rajoy San Valentín si fuesen Obama

Obama se ha convertido en el espejo en el que se miran los políticos españoles. No hay discurso que no incluya algunas de las ideas claves que ha utilizado el presidente estadounidense. Sin embargo, también se puede extraer inspiración de su vida personal. En una fecha tan especial para los enamorados como San Valentín, el 14 de febrero, Barack tiene pensado raptar a Michelle. El destino del viaje romántico es Chicago. La ciudad en la que se conocieron, donde se esconden los secretos más privados de su relación. León es a Sonsoles y Zapatero, y Pontevedra a Rajoy y Viri, lo mismo que Chicago para la pareja de moda. Como sabemos que ambos están muy ocupados, el presidente tratando de salvar el país y el líder del PP acosado por escándalos internos, hemos preparado el programa de actos.

Zapatero y Sonsoles Espinosa

José Luis, antes de empezar a leer, ten claro que cuando te metas en la cama con Sonsoles sólo puedes pensar en los parados si es para hacer un Full Monty integral. Si ella llega a imaginarse, cuando vuestras miradas impactaron en febrero del 81 en el vestíbulo de la universidad de León, que 28 años después se os iban a acomodar entre las sábanas 3,3 millones de desempleados, no se casa.

Para pasar la noche hemos reservado en una de las amplias y vestustas habitaciones del hostal de San Marcos, uno de los paradores con más solera de la red. Para que nada les interrumpa, lo ideal sería cenar en la misma habitación. Nada de carne, que a Sonsoles no le emociona. Marisco o pescado, viandas que a ambos les seducen. Un blanco embriagador para acompañar. Fresas y cava para terminar -nada de champagne que luego Sebastián se mosquea-. Un menú ligero para afrontar con vigor la madrugada que les espera.

Como detalle para sellar el amor, un cd en el que se recopilen las canciones más señaladas de la relación. Desde el 'No hago otra cosa que pensar en ti' de Serrat, que José Luis ponía sin descanso a Sonsoles mientras viajaban su Seat 1500 cuando eran novios a la Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi, que alguna vez ha interpretado su enamorada. Seguro que en la SGAE hacen la vista gorda en esta ocasión. Un vale para realizar el viaje a París, destino de la luna de miel que tuvieron que desmontar por culpa de las obligaciones políticas de ZP, es otra opción. Si además el presi le gestiona un café con Javier Marías, uno de los escritores preferidos de Sonsoles Espinosa, el regalo será completo. En cualquier caso, debe abstenerse de pedir consejo a Elena Benarroch -desvelaría una absoluta falta de imaginación-. Ella podría recomendarle acertadamente dada su condición de amiga y asesora de su mujer, pero nadie como un marido entregado para complacer.

Rajoy y Viri

Pues no, Mariano, Pontevedra no es Chicago, pero ni falta que hace. El mejor obamismo está en el interior así que, primer consejo: llévate a los niños a Galicia y déjalos con tu suegra, que además vive en el centro, lo que te permitirá bajar después a dar un paseo por las calles de la infancia. Lo malo para el presidente del PP es que por allí le conoce hasta el apuntador, y dado como están las cosas del espionaje por el partido quizás lo mejor sea huir a La Toja, el pueblo donde contrajo matrimonio con Viri hace ya 13 años. Por entonces era ministro de un Gobierno al alza. Ahora su cabeza pende de un hilo, y muchos apuntan a que la supervivencia pasa por las elecciones vascas y gallegas. Cuidado Mariano, que se te ven las intenciones. Deja a Feijóo tranquilo este fin de semana, que eso de aprovechar el viaje de San Valentín para apoyar a tu candidato está feo.

¿Qué tal este regalo para Viri?

Ya en La Toja, si el tiempo acompaña, un buen plan es dar paseos por la playa. ¿Qué tal unas relajantes aguas termales? Así cualquiera puede olvidar a Correa, los cohechos y Garzón y sus cacerías. Y además si no eres de tensión baja puede empezar a subir la temperatura...

Cada semana dedicas un día completo a Viri, pero estírate, este fin de semana también tiene noche. Una tasca con buen marisco y albariño es un plan de lo más romántico. Las estrellas Michelín y comidas de copetín son parte de la vida política así que mejor disfrutar de los placeres mundanos. Después, dale una sorpresa a tu mujer y llévale a 'La Luna', ese bar de copas de Sanjenjo donde la conociste. Tomad algo, bailad y olvidad al PP por un rato. Sólo una cosa: coged un taxi de vuelta al hotel, porque te pueden pillar en un control de alcoholemia, y tras la ruptura de relaciones con el ministerio de Justicia, no te salva de la multa ni tu tocayo Bermejo.